
Todo tiene su comienzo
CE, Intervención y Coyuntura
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“Todo tiene su final” es el título de una popular canción de Héctor Lavoe y Willie Colón y que bien podría torcerse para decir “Todo tiene su comienzo”, y la 4T, ni duda cabe, puede fecharse a partir de 2005 con los 20 años del desafuero. Aprovechamos el lanzamiento del dossier en el que convocamos a todas las formas de expresión sobre aquel acontecimiento para señalar algunos elementos que han marcado la manera de trabajo del proceso de transformación y el estilo político-ideológico de nuestra publicación.
En primer lugar, 2005 fue un año de una ruptura clave en la elite política. La manera en que fue tramitada la presencia de un personaje extraño al cónclave bipartidista neoliberal generó una movilización popular. En otro momento hemos especulado de la forma limitada que habría tenido un gobierno de izquierda y popular en 2006 ante las condiciones globales, pero otro marco que también es necesario considerar es el de una derecha no derrotada –como la de 2018-2024–. De manera que bien podríamos decir que, sin ese abril de 2005, AMLO difícilmente habría logrado convertirse en el líder de masas y desafiante del establishment político. Cierto era que practicaba una política social distinta, que hablaba en contra del neoliberalismo, pero eso también ya lo hacían otros –Cuauhtémoc Cárdenas, por ejemplo–. El punto clave fue, sin duda, la presencia del pueblo. AMLO fue hecho por el pueblo mexicano y el 2005 fue ese momento de arranque, porque líderes políticos hay muchos, pero el salto al líder popular solo lo da la presencia, la fe y la confianza-lealtad que las mayorías depositan en una figura.
En segundo lugar, contar una historia que seguro puede replicarse en sus líneas similares en otros casos. En 2005 quienes conformamos IyC nos encontrábamos cómodamente instalados en el activismo estudiantil: mirando a Venezuela y Bolivia, hablando de los círculos bolivarianos y resistiendo a la prensa mercenaria de ayer y hoy, quienes hablaban en un tono policía de esa pulsión chavista. También, por supuesto, en el teoricismo extremo, pensando que era en Lukács, Hegel, o en El Capital donde se resolvían todas las cuestiones. Mientras, afuera de ese circuito uróboro, una sociedad se movilizaba y, hay que decirlo, como muchos más, estábamos al margen. Sin el descubrimiento del pueblo –a la manera del Nardoki populista ruso– al que fuimos a ver con su devoción al líder popular, jamás habríamos salido del ghetto universitario, esa ciudad pseudo-letrada cuya capacidad de abstracción de la realidad concreta es su mayor orgullo.
Así nos encontramos marchando contra el desafuero, mientras tratábamos de superar los sectarismo y atavismos que nos hacían ver en las banderas amarillas del PRD lo peor (que desde cierto punto de vista lo fueron, pero no por las razones que esgrimíamos en aquel entonces). El grupo que entonces conformábamos pudo salir de esa adolescencia permanente del activismo estudiantil, a medio camino entre la soberbia del lector que cree que tiene todas las respuestas y la ausencia de práctica política real que enfrenta con las aspiraciones y deseos concretos de una sociedad que colocó su cuerpo y su esperanza.
Tercero, aunque hay un uso indiscriminado del epíteto de “día histórico” en el periodismo y la comentocracia, la realidad es que los días efectivamente históricos son pocos, si por ellos entendemos aquellos que producen efectos perdurables, sedimentos densos de los cuales seguimos dependiendo en el pensamiento y la acción. La política más que moverse en los grandes días de la revolución, por lo general pasa siempre por los pequeños días, donde aparentemente nada cambia, pero todo comienza. El discurso del 7 de abril de 2005 es, sin duda, el más importante del siglo XXI, pues marcó el antes y el después.
¿Qué vio el pueblo mexicano y en concreto el pueblo de la Ciudad de México en López Obrador? Alguien que por primera vez después de muchos años estaba escuchando sus demandas y sus necesidades. Las políticas públicas destinadas para grandes sectores de la sociedad fueron clave también en la movilización de hace veinte años. Poco se ha pensado la fuerza moral de las personas adultas mayores que aguerridamente salieron a marchar y a protestar. En el imaginario popular de una manera errónea siempre está presente la juventud que lucha por sus ideales, como si la política solo fuera asunto de juventud, pero en esas marchas los sectores más representativos fueron los abuelos y las abuelas que veían en AMLO alguien que les devolvía la dignidad que el neoliberalismo les había ya quitado a los adultos en plenitud y mucho más a las personas adultas mayores catalogados como improductivos.
El desafuero puso en el imaginario nacional la figura de AMLO, pues si bien dentro de la militancia de izquierda se le veía en ascenso, para el grueso del pueblo era aún casi un desconocido. La virulencia con que la derecha trató de encerrarlo hizo que la sociedad mirara con sospecha como la clase política orquestaba una gran maquinaria para condenarlo, cosa que realmente no había pasado con anterioridad. Así, AMLO entró al imaginario popular como un rebelde nato, como un personaje que siempre había actuado en la oposición y enfrentándose sin recular a esa clase política. En un país como México, en el cual la cultura política del priismo se anclaba en la corrupción, el ver que alguien no se corrompía, sino que aceptaba comparecer, defender y hacerse responsable de sus acciones, hizo que todas las miradas se centraran en este personaje.
Con las movilizaciones por el desafuero el pueblo de México volvió a tomar el Zócalo como epicentro y pulso de la política. Hoy a veinte años podemos decir que la gran lección del obradorismo es que la política se hace en las calles, una vez que el pueblo salió a las calles no ha vuelto a enclaustrarse. Todo tiene su comienzo y su desenlace, el cual puede presentar varios giros antes de llegar al final; así que no hay porque adelantar finales como varios quisieran; mientras el pueblo siga en las calles la política será popular y nacional como los tiempos de hoy lo exigen.
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