Rusofobia en Polonia: Un Análisis del Discurso Hegemónico en Tiempos de Guerra
Agata Pawlowska
Universidad Autónoma de Querétaro
El conflicto armado entre Rusia y Ucrania, intensificado por la incursión rusa en territorio ucraniano el 24 de febrero de 2022, ha revitalizado en Polonia antiguos antagonismos y narrativas históricas que sitúan a Rusia como el enemigo arquetípico. Este texto examina el imaginario dominante sobre los rusos en Polonia durante la guerra actual, enmarcado en la dicotomía amigo-enemigo.
Desde las perspectivas teóricas de Karl Marx y Michel Foucault, se analizan eventos y discursos específicos que revelan cómo operan las narrativas hegemónicas en Polonia, subrayando la disonancia cognitiva entre la realidad concreta y la narrativa ideológica. Especial atención se dedica al discurso de la activista Marta Lempart durante una manifestación contra la guerra en Ucrania, como ejemplo de la reproducción de esta dicotomía.
Entre lo abstracto y lo concreto: la fuerza de la ideología.
Es evidente que la narrativa predominante en la opinión pública polaca respecto al conflicto entre Rusia y Ucrania sigue el patrón del discurso político occidental, centrado en la dicotomía de amigo-enemigo. Un claro ejemplo de esto se dio en la manifestación civil contra la guerra en Ucrania, celebrada el 10 de octubre de 2022 frente a la embajada rusa en Varsovia. En ese evento, la destacada activista polaca Marta Lempart criticó a los ciudadanos rusos por su apatía política, señalando su falta de oposición a la guerra, especialmente en los meses previos al reclutamiento masivo anunciado por el presidente ruso Vladimir Putin. Con un tono contundente, Lempart instó a los rusos residentes en Polonia a abandonar el país, mientras la multitud de manifestantes coreaba: “un buen ruso es un ruso muerto”.
Durante el evento, mientras Lempart ironizaba desde el podio sobre los “héroes rusos” que, según ella, abandonaron Rusia debido a la “cobardía” frente al alistamiento militar, Iwan Biriukow, un joven de nacionalidad rusa se acercó a la activista con una bandera en los colores blanco-azul-blanco, símbolo de la resistencia antibélica de su nación (Szyłło, 2023). Ante la pregunta retórica de Lempart sobre dónde estaban los rusos opositores, Biriukow respondió con un rotundo “aquí”, desafiando así el discurso uniformizador de la activista. Este gesto concreto de resistencia cuestionó la narrativa establecida, provocando la ira de Lempart y el descontento de los presentes en la plaza, lo que llevó a la expulsión del joven por parte de la policía.
Resulta relevante destacar que Biriukow fue obligado a abandonar Rusia debido a que sus autoridades le impusieron una prohibición de residencia en el territorio nacional por un período de cuarenta años. Este prolongado exilio constituye la sanción impuesta por su participación en la organización de manifestaciones y la coordinación de actividades de políticos de la oposición en el Kremlin (Szyłło, 2023).
En este evento, se evidencia cómo la disonancia cognitiva generada por la discrepancia entre la realidad tangible y la narrativa abstracta se torna difícil de sobrellevar para la multitud, la cual encuentra la sensación de seguridad en la convicción sobre la comprensibilidad del mundo interpretado en la sencilla clave propia de un discurso hostil a los rusos. En el descrito suceso, se constata la forma en que las dimensiones ideológicas arraigadas en la realidad tienden a mantenerse inalteradas por experiencias personales, aun cuando estas contradigan las construcciones ideológicas. Aunque el «otro» concreto pueda mostrarse como un aliado en una experiencia particular, al pertenecer al colectivo considerado enemigo, desde una perspectiva ideológica sigue siendo percibido como adversario.
En resumen, una experiencia concreta no es suficiente para cambiar o desafiar los sólidos imperativos ideológicos, por abstractos que sean, que están asociados a un grupo considerado como enemigo político. El antagonismo existencial que define las identidades nacionales es tan intenso que la sola presencia de una persona capaz de desafiar la narrativa propagandística se vuelve insoportable para la población ideologizada. En esta circunstancia, incluso los pocos «buenos rusos» son vistos como aún más peligrosos que los demás, ya que la opinión pública sospecha que, detrás de su apariencia de civilización y moralidad, ocultan una naturaleza imperialista y criminal (Siegeń, 2022).
El deseo de habitar en un mundo coherente y comprensible, donde se sienta la seguridad de estar «en casa», transforma lo contradictorio y ambiguo en algo profundamente difícil de soportar. Las palabras de Hannah Arendt expresan con precisión la pérdida de confianza en la capacidad humana de experimentar la realidad sensorialmente, lo que conlleva a priorizar la coherencia lógica sobre la búsqueda de la verdad: “no creen en nada visible, en la realidad de su propia experiencia; no confían en sus ojos ni en sus oídos, sino sólo en sus imaginaciones […] Lo que convence a las masas no son los hechos, ni siquiera los hechos inventados, sino sólo la consistencia del sistema del que son presumiblemente parte” (2018, p. 487).
Discurso antirruso en Polonia: análisis del “caso Lempart”
En el discurso de Lempart pronunciado durante la mencionada manifestación antibélica en Varsovia en 2022, la activista declara que “no hay compasión, distanciamiento ni empatía hacia los rusos” (Paś, 2022). Sin duda, estas palabras, de manera general y más allá de la postura personal de Lempart, constituyen una expresión sintomática de la narrativa dominante en Polonia sobre el enemigo ruso. Reconozcamos que este discurso hegemónico se articula por medio de la subjetividad de la activista que ocupa un lugar relevante en la jerarquía del poder. Así que dicha narrativa constituye una de las expresiones del discurso dominante en la opinión pública en Polonia, el cual circula en los medios de comunicación masiva, así como en las opiniones expresadas en las redes sociales y en las conversaciones cotidianas de la gente.
Al adoptar en este análisis la perspectiva teórica propuesta por Michel Foucault, se puede afirmar que el discurso, los gestos y los deseos del individuo son expresiones de las condiciones sociales constitutivas de su existencia. De este modo, no son primordialmente una manifestación autónoma, sino que representan uno de los efectos del poder que “transita por el individuo que ha constituido” (Foucault, 2002, p. 28).
Por consiguiente, si los discursos y las subjetividades son configurados por las materializaciones de relaciones de poder, como señala Foucault, “atraviesan, caracterizan, constituyen el cuerpo social; no pueden disociarse, ni establecerse, ni funcionar sin una producción, una acumulación, una circulación, un funcionamiento del discurso verdadero” (2002, p. 34). Asimismo, estos discursos y subjetividades son el resultado de la acción colectiva humana. Por ende, los seres humanos, en su naturaleza de animales sociales y políticos, poseen una agencia colectiva que se concreta cuando, parafraseando a Marx, transforman sus condiciones materiales de vida. A través de este proceso, se transforman a sí mismos: generan sus necesidades y nuevas formas de satisfacerlas a lo largo del proceso histórico. De manera análoga, los individuos producen discursos cuya fuerza material los configura y transforma dentro de un contexto material específico.
Si para Foucault una de las funciones del discurso es “conjurar los peligros, dominar el acontecimiento” (1992, p. 11), los polacos en actualidad, retomando las palabras de Marx (2013, p. 48), “conjuran temerosos en su ayuda los espíritus del pasado toman prestados sus nombres, sus lemas de batalla, sus trajes para, en este disfraz de viejo venerable y con este lenguaje prestado, representar la nueva escena de la historia universal.” Los ciudadanos polacos repiten lugares comunes y clichés sobre los rusos, incluyendo conocidos dichos sobre su salvajismo e irracional sed de sangre (Kozak, 2022), características atribuidas a los bárbaros y formadas a lo largo de la conflictiva historia entre ambos países. Las reminiscencias de la Segunda Guerra Mundial, preservadas en la memoria colectiva, resurgen con fuerza al presenciar las escenas de la “tradicional” guerra por el territorio, la cual varios expertos habían declarado imposible en la Europa del siglo XXI (Sadura y Sierakowski, 2022).
Por ende, Marx diagnostica acertadamente la imposibilidad de comprender lo específico del momento presente cuando las categorías preestablecidas imponen su dominio sobre la interpretación de los hechos. Los estereotipos antirrusos, reforzados por la guerra, emergen en el espacio público polaco sin ser filtrados por lo políticamente correcto, impidiendo un análisis crítico de una nueva situación política.
Concluyamos destacando que una inusual combinación de sentimientos de superioridad—al considerarse civilizados frente a la «barbarie» rusa—y de inferioridad, provocada por el temor a la fuerza militar rusa (Wysocki, 2022), domina el ánimo de la población polaca. Este contexto ha permitido que el relato rusofóbico se consolide como una postura políticamente deseable, sobre la cual se refuerza la identidad nacional polaca.
Referencias bibliográficas:
Arendt, H. (2018). Los orígenes del totalitarismo. Alianza.
Foucault, M. (2002). Defender la sociedad. Fondo de Cultura Económica.
Foucault, M. (1992). Orden del discurso. Tusquets Editores.
Kozak, T. (17 de octubre de 2022). Marta Lempart. Radykalizm w kleszczach oportunizmu. Krytyka Polityczna. https://krytykapolityczna.pl/kraj/marta-lempart-ukraina-rosja-wojna-liberalizm-komunizm
Marx, K. (2013). El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte. El Caballito.
Paś, W. (25 de octubre de 2022). Byłam zrozpaczona, wściekła, bezradna – Marta Lempart o tym, co działo się przed ambasadą rosyjską 10 października. Gazeta Wyborcza https://wyborcza.pl/7,162657,29068446,bylam-zrozpaczona-wsciekla-bezradna-marta-lempart-o-tym.html
Sadura, P. y Sierakowski, S. (2022). Polacy za Ukrainą, ale przeciw Ukraińcom. Raport z badań socjologicznych. Stowarzyszenie im. Stanisława Brzozowskiego.
Siegeń, P. (20 de octubre de 2022), Polak już wie: Ruskie to chuje, a najgorsi z nich są ci dobrzy. Krytyka Polityczna. https://krytykapolityczna.pl/kraj/lempart-rosja-polska-ukraina-wojna
Szyłło, A. (23 de enero de 2023). Rosjanie rozmawiają na milcząco. Włączasz w telefonie tryb samolotowy i piszesz to, co chciałbyś powiedzieć. Kolega czyta, kasujesz. Gazeta Wyborcza. Duży Format.https://wyborcza.pl/duzyformat/7,127290,29380507,rosjanin-wyjechalem-z-polski-przebywam-w-armenii-mam-nadzieje.html
Wysocki, G. (6 de julio de 2022). Renata Lis: Rosja Putina to tyrania ze snów Ordo Iuris, Ziobry i Jędraszewskiego. Gazeta Wyborcza. Wolna Sobota. https://wyborcza.pl/magazyn/7,124059,28639681,renata-lis-rosja-putina-to-tyrania-ze-snow-ordo-iuris-ziobry.html