Reseña del libro La revolución de las conciencias. Resonancias históricas, cultura del disenso y disputa del poder de Sergio Tamayo

Ricardo Y. Fuentes[1]

El libro La revolución de las conciencias. Resonancias históricas, cultura del disenso y disputa del poder publicado recientemente por la Universidad Autónoma Metropolitana del autor Sergio Tamayo, es una obra que se suma al enorme mosaico de trabajos que han aparecido en los últimos cuatro años que tratan de analizar y explicar el triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), así como al gobierno de la llamada Cuarta Transformación (en adelante 4T) y a Morena como partido político. De entrada, hay que decir que a diferencia de la mayoría de trabajos sobre el tema, este es un texto escrito con una pluma de izquierda y que invita a una reflexión profunda sobre la coyuntura. Eso lo hace un trabajo que, sin duda, podrá convertirse en un referente para comprender el proceso mediante el cual AMLO y su movimiento pudieron hacerse con el poder.

Sergio Tamayo parte de la premisa de que la 4T es producto de un proceso de cambio en la conciencia colectiva ocasionado por la experiencia de lucha del movimiento social y político más influyente de los últimos años en México. Para Tamayo, en concordancia con el discurso obradorista, el hecho de que López Obrador llegara al poder fue posible, entre otras razones, a un proceso de revolución de las conciencias que terminó por imponer mediante las urnas un proyecto de nación alternativo al neoliberalismo imperante. Sin embargo, ¿Cómo se construyó esa revolución de las conciencias? ¿Qué papel jugó AMLO en el proceso? ¿Cuál fue el rol de Morena primero como movimiento y después como partido? A lo largo de sus más de 350 páginas de análisis, el autor nos da respuesta a estas y otras interrogantes.

El libro está presentado en siete capítulos, aunque consideramos que bien podríamos dividir analíticamente el trabajo en tres segmentos. Una primera parte en donde se encuentra el aparato crítico del libro que consta de los dos primeros capítulos. Una segunda sección con los capítulos tercero, cuarto, quinto y sexto en donde el autor nos regala una etnografía política de los cierres de campaña de las elecciones federales del año 2000, 2006, 2012 y 2018. Y finalmente, el séptimo y último capítulo que funciona como conclusiones de la obra en general.

El primer capítulo presentado por Tamayo versa sobre lo que para él es la conciencia y, desde un enfoque marxista, aborda teóricamente la temática. Así, dialoga con la idea de cómo se construye la conciencia y qué es, en este caso, la conciencia de clase como terreno de debate. De esta forma, se plantea la idea de la formación de una conciencia “posneoliberal” en México que se fue gestando desde finales de los años ochenta y durante todos los años noventa. En donde si bien, como menciona el autor, AMLO y en aquellos años el PRD no fueron los únicos que la enarbolaron, pues se menciona el caso del EZLN como esa otra experiencia antineoliberal, sí terminaron siendo los que supieron darle una mayor proyección nacional y de largo alcance a sus planteamientos. Conformando un viable proyecto de nación. De ahí la importancia de las “resonancias históricas”, el otro tema que se discute en este primer apartado.

El segundo capítulo gira en torno al aspecto teórico de los partidos políticos. En dicho segmento del libro, Tamayo discute y analiza críticamente la teoría clásica del sistema de partidos, en donde se trata también el concepto de régimen político y se analiza el tipo de partidos políticos en México, así como teoría de los movimientos sociales y la relación entre ambas formas de organización ciudadana. Es el capítulo que, desde nuestra perspectiva, contiene una riqueza teórica sobresaliente. Asimismo, en este capítulo podemos ver algunas aseveraciones interesantes y novedosas. Por ejemplo, cuando se discute la idea del partido-movimiento, Tamayo ve en Morena un experimento que reivindica, no por casualidad, sino como corolario, las experiencias de las organizaciones políticas que hacían trabajo de masas de la llamada izquierda social de los años setenta. Lo cual es interesante y habría que estudiarlo más a fondo, quizá como una etiología de Morena y la 4T.  

Los otros cuatro capítulos subsecuentes, que para fines de esta reseña hemos decidido analizarlos en conjunto, son cuatro apartados que comparten la misma metodología de exposición. Sergio Tamayo nos brinda en cada uno de esos capítulos una etnografía detallada y muy bien lograda de los cierres de campaña de cada una de las coaliciones de los partidos políticos que se enfrentaban en las elecciones federales de los comicios del año 2000, 2006, 2012 y 2018.[2]Utiliza como puntal teórico el análisis situacional y nos ofrece un texto en donde la idea principal es analizar la apropiación material y principalmente simbólica del espacio público, de las plazas en movimiento. Asimismo, Tamayo, como experto sobre los movimientos sociales y la cultura política,[3] realiza un notable análisis de los discursos que los competidores de cada partido político expusieron en sus cierres de campaña. Esto a su vez para mostrar el componente ideológico de las alternativas políticas, y mostrar cómo la ciudadanía se apropia culturalmente de cada proyecto siguiendo sus intereses y deseos. 

En este sentido, son cuatro capítulos cargados de datos y acompañados con infografías al final de cada segmento que ilustran (cuantitativamente) lo expuesto por el autor. Los capítulos contienen información valiosa que el autor recoge para construir su premisa principal: el obradorismo no fue un movimiento espontaneo que surgió de la noche a la mañana. La intención de Tamayo al relatarnos con lujo de detalle cada uno de los cierres de campaña en donde se vivieron pasiones, se intercambiaron ideas, se presentaban proyectos y se disputaba el poder político, es mostrarnos cómo un movimiento social se construyó y fue creciendo hasta alcanzar la presidencia en 2018. 

El autor nos menciona que en el año 2000, cuando llegó la alternancia y Vicente Fox ganó la presidencia, existía en la conciencia colectiva del país una intención de sacar al PRI y la mayoría de la población optó por el proyecto neoliberal del panismo. Sin embargo, debido a las malas decisiones y prácticas del gobierno panista, el desencantó ayudó a potenciar la figura del AMLO como opositor, quien paulatinamente fue fortificando un proyecto político de oposición. Así, en 2005 cuando se intentó desaforar a López Obrador y éste inició un movimiento social apoyado por miles de ciudadanos, poco a poco su proyecto de nación fue penetrando en la ciudadanía. Inicialmente con el PRD como plataforma política y después con Morena, primero como movimiento social y posteriormente como partido de manera oficial.

Por lo tanto, durante por lo menos 18 años, a partir de recorrer el país en su totalidad y de utilizar los canales de difusión que se tuvieran a la mano, se fue construyendo la figura de un líder carismático que proyectaba un diagnostico social que impactó en amplios sectores sociales de la nación. Abiertamente fue, tal y cómo lo asevera Sergio Tamayo en el libro, un proceso de lucha por la hegemonía frente a los proyectos oligárquicos de la derecha mexicana. De esta forma se creó una alternativa de izquierda moderada con tintes nacionalistas, con profundas raíces populares y con una crítica aguda al neoliberalismo como modelo económico y cultural. Creer que AMLO y Morena llegaron al poder por el puro hartazgo social como han vaticinado muchos, es un error gigante. Hay en el fondo, y eso demuestra la obra de Tamayo, un proceso de franca lucha ideológica, de una “revolución de las conciencias”.

Ahora bien, ¿Hasta dónde puede llegar el proceso de revolución de las conciencias del obradorismo, por llamarlo de algún modo? Para Sergio Tamayo pareciera que con la llegada de Morena al poder y la edificación de la 4T ya no se puede ir más allá, pues se sabe que el proyecto de nación que hoy en día gobierna este país dista mucho de una visión radical, por no decir anticapitalista. Además, indudablemente, el pragmatismo político ha ido desdibujando algunos aspectos del proyecto original de Morena. Tamayo termina su libro haciendo una crítica incisiva al gobierno de la 4T, definiéndolo como una “revolución pasiva” en términos gramscianos. Por lo que invita a la reflexión y a seguir impulsando la organización social y movimientos de izquierda más radicales.

Sin embargo, y como observación al texto reseñado, consideramos que la lucha ideológica se sigue dando. Y más allá de las pugnas dentro de Morena y de los límites del gobierno, hay actualmente un contexto nacional favorable para la reflexión política de largo alcance. No es casualidad que hoy en día el tema de la política y lo político sea un tópico que se discuta “todos” los días y “todo” el día por diversos medios en amplios sectores sociales. Efectivamente hubo un proceso de cambio de la conciencia colectiva y, desde nuestro punto de vista, este sigue creciendo. Desde una posición de izquierda, vemos en la 4T un medio para seguir revolucionando el pensamiento. La lucha por la hegemonía continua.

La obra de Sergio Tamayo nos parece ineludible para comprender cómo fue posible que un gobierno progresista, o de izquierda moderada como le dice el autor, llegara al poder en un país tan diverso y con hondas raíces reaccionarias, como México. No obstante, nos parece que este es un libro que por su carga teórica y por lo que demuestra a través de sus páginas, debería ser leído principalmente por todas aquellas personas (de izquierda o de derecha) que no encuentran explicación (o les sorprende) de los altos índices de popularidad que la 4T y AMLO mantienen y que se encuentran perdidos en debates estériles y con poca repercusión en la sociedad. En síntesis, nos encontramos ante un libro inteligente y crítico sobre la coyuntura mexicana que vale la pena leer.

[1] Historiador. Estudiante del Doctorado en Humanidades de la UAM-Iztapalapa

[2] Es una metodología que Sergio Tamayo ya nos había brindado en un análisis sobre la campaña política de AMLO en 2018. Véase Esperanza Palma y Sergio Tamayo (coords.), (2020), México 2018: elecciones, partidos y nuevos clivajes sociales, México: Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco.

[3] Un libro necesario para comprender el espectro político y de movilización social de gran parte del siglo XXI mexicano es el de Sergio Tamayo (2016), Espacios y repertorios de la protesta, México: UAM-A/Red Mexicana de Estudios de los Movimientos Sociales.