La política es mucho más que un voto

Leonardo Meza Jara

I.- El voto está cargado de contenidos racionales y de contenidos emocionales, que desde luego son irracionales. Es imposible separar la racionalidad de la emocionalidad del voto. En las últimas décadas, las campañas electorales –y las circunstancias ideológicas y políticas- han explotado de manera intensiva la emocionalidad del voto. Es muy notorio un oscurecimiento de la racionalidad del voto, que denota un oscurecimiento de la racionalidad de la política.

II.- El voto es un lugar y un tiempo precisos, donde lo acontecimental lucha contra lo histórico. Por un lado, está la acontecimentalidad del voto que se inscribe al tiempo presente, cuyos ejes son electorales y mercadotécnicos. Por otro lado, está la proyección histórica del voto, que se desdobla hacia una temporalidad de corta o mediana duración. Entre lo acontecimental y lo histórico del voto, se hace presente una apertura y una indeterminación de lo político.

III.- A partir de la lucha entre lo acontecimental y lo histórico del voto, se manifiesta la dialéctica entre la esperanza y la desesperanza que desde hace décadas ha poblado conflictivamente el espacio de la psicología política (lo psicopolítico). En el ejercicio del voto se manifiesta una parte de la lucha psicopolítica entre la esperanza y la desesperanza. Aunque la dialéctica de la esperanza y la desesperanza se resuelve en un territorio de acción política que va mucho más allá del voto.

IV.- El voto se ha convertido en un reduccionismo de la política. Hay una inercia que sobredimensiona las posibilidades históricas del voto. Las elecciones son altares donde se venera al voto, donde se inflaman artificiosamente las posibilidades de la acción política que residen en el voto. Hay que dejar en claro, que no toda la política es el voto.  

V.- Hay una serie de indicios que dejan ver la impotencia política del voto: el abstencionismo, los conceptos de la “utilidad” y la “inutilidad” del voto, el voto nulo y el voto cruzado. Todos estos indicios refieren la necesidad de ir más allá del voto en las formas de hacer política.

VI.- Es necesario construir formas de hacer política que rebasen las limitaciones del voto. Las posibilidades de la acción política e histórica trascienden la lógica electoral. Ir más allá del voto, hacer trazos que rebasen los límites de una boleta electoral. La historia de la política no cabe en una papeleta que se cruza cada tres o seis años.