Jonatan Romero

Los comunistas nos enteramos de que José Valenzuela ha fallecido el 12 de mayo de 2023. Su trabajo fue bastante prolífico que contempló las siguientes actividades: 1) docente en la UAM-Iztapalapa, 2) impartió clases en todos los países latinoamericanos y escribió un sin número de textos. Su estilo no sólo se enfocó en divulgar la obra de Marx y los denominados marxistas, sino se aventuró en profundizar en el diseño del marxismo crítico para el siglo XXI. Para nosotros, un homenaje no sólo es recordarlo, sino que podamos profundizar en su obra. Por eso, yo indicaré un ángulo muy importante que pueden ayudar mucho a la comprensión del momento histórico que esta sociedad atraviesa.

José Valenzuela definió el carácter de la modernidad americana en el inicio del siglo XXI desde el mirador de dos poderosas lecturas del siglo pasado: Lenin y Veblen. La tendencia del imperialismo contemporáneo es, por un lado, la desvinculación de las clases del sector productivo, y, por el otro, el sector improductivo gana terreno sobre la reproducción social en su conjunto. La burguesía transita del dominio del capital productivo al capital ficticio: el carácter parasitario es la marca del capitalismo en esta época. Una lectura bastante sutil y seria para comprender los retos que nos presenta la actual crisis económica. ¿Capitalismo o Socialismo? Apareció durante la doble crisis del 2020 y colocó en el centro una dimensión que para muchos no estaba contemplada en el escenario.

La teoría de Valenzuela estaba basada en la interacción de la plusvalía generada con la plusvalía transferida y la apropiada. En ultima instancia, la relación entre la transferencia de calor entre el capital productivo y el improductivo es una relación inversa, es decir mientras sube una parte de la ecuación la otra termina reduciéndose. Bajo esa lógica, el marxista mexicano dedujo que en el imperialismo del siglo XXI el sector productivo caía de manera acelerada y el improductivo crecía permanentemente en el llamado neoliberalismo. Al final, Lenin y Hilferding tenían razón en que la tendencia general era la supremacía del capital financiero: la unió de los monopolios industriales con los bancarios.

Finalmente, Valenzuela no fue un filosofo de la contemplación, sino que, fiel al marxismo crítico, ponía su pensamiento al servicio de la transformación, pero no creía en los manualización de la dictadura del proletariado. Su pluma rescataba la poderosa mirada de los teóricos clásicos de la emancipación, pero la ponía a prueba con las condiciones actuales. La construcción del socialismo no estaba liquidada frente a la caída de la URSS, sino que se tenía cuestionar la teoría general de Stalin y sus amigos junto con la recuperación del socialismo científico que se apegaba en Marx. Todo lo anterior debería contemplar una serie de aportes que se han hecho en la actualidad y así presentar una síntesis acorde a nuestro tiempo.

Si bien su presencia física ya no estará con nosotros, pero su obra y sus enseñanzas seguirán incomodando al pensamiento dogmático y servirá de faro para presentar una realidad alterna y nueva al orden burgués.

¡Larga vida a José Valenzuela!