Geografía de la política económica cubana, en la obra de Ernesto Che Guevara (1963-1964)

Juan Andrés López Piña[1]

Introducción

En las llamadas Lecturas de juventud del Che Guevara, encontramos el legendario diccionario filosófico, vehículo mítico que nos transporta al momento donde un comandante de la Revolución Cubana, le cuenta a Eduardo Galeano sobre los primeros apuntes que empezó a recopilar desde la temprana adolescencia[2]. Los cuales tenían la función de preservar el acercamiento tanto a la filosofía como a la economía. De 1964, pasamos velozmente a revisar los VII cuadernos que comprenden este primer enamoramiento. En México, el último de ellos se termina de escribir alrededor de 1956, con la esperanza de preservar una vida comprendida entre lecturas. Testimonio que funciona como recopilación y que conserva el leve aroma de una temporada de iniciación para Guevara, la cual había comenzado desde Guatemala en 1954, pero ya antes había germinado en el primer viaje que realizó por Latinoamérica[3].

Actualmente a excepción del IV cuaderno, se poseen todos los documentos que comprenden, tanto el diccionario como las primeras referencias bibliográficas y citas de libros que el Che fue leyendo antes de partir a Cuba. Allí encontramos, de acuerdo con el Cuaderno III los conceptos de: “Estado”, “plusvalía” e “igualdad”, junto con notas sobre Lenin, Engels y Hegel[4]. Entre los cuadernos, también se cuelan indiscretamente datos relacionados con Herman Hesse[5], Proudhon[6] o Marx[7].

De ahí que sea importante ver, cómo a través de la obra de Ernesto Che Guevara, se comienza a dibujar la política económica cubana que se abordará en 1963 y 1964, la cual se confrontará al cálculo económico y a la planificación estatal, provenientes de la URSS. Mostrándonos una geografía específica que parece a la distancia, exponer los paradigmas de una economía de mercado frente a una economía de estado. Conservando las críticas a las “empresas imperialistas”[8] como las llama el guerrillero argentino, cuando se refiere a la United Fruit Company[9]. Pero planteándose los límites que representa el ejercicio político del socialismo, en el campo burocrático estatal. Así pues, pasaremos “inspeccionando obras”[10] como lo hizo el Che en noviembre de 1958. Con la diferencia que lo nuestro será un estudio crítico y no un fragmento del Diario de un combatiente, que también se escribió para la memoria del retorno. Enseñándonos desde el pasado, el retrato de un tiempo que precisa de un análisis repleto de futuro. Donde: “las épocas no están separadas por límites rígidos”[11], tal y como comenta Marx en El Capital.

Antecedentes

  • Los “años fundacionales (1959-1961)”[12]

En «Soberanía política e independencia económica», conferencia pronunciada el 20 de marzo de 1960 a través de la televisión cubana. El Che Guevara[13] expone una postura interesante sobre los recientes acuerdos económicos y la participación de Cuba en el mercado mundial. Tanto en relación con la URSS como con Estados Unidos, aclara que la independencia política no necesariamente implica, un abandono del plano económico. Aquí la “planificación”[14], es el concepto guía de “la reestructuración consciente e inteligente de todos los problemas”[15]

Sin embargo, para el Che las relaciones comerciales con la URSS eran tan importantes como la expropiación realizada por Lázaro Cárdenas. Ya que la exportación de azúcar representaba para Cuba la manera de lograr, no un acuerdo en función de una potencia, sino un tratado que fuera benéfico para el pueblo cubano. La soberanía precisaba de independencia en el plano económico. Y contrario a lo que comúnmente se piensa, no se buscó ser un país satélite de la cortina de hierro, sino más bien se pretendía adecuar una relación comercial en función de una necesidad política de corte social. Siempre mirando al mercado de manera crítica y analizando el juego monopólico que establecían las grandes potencias. Para así poder consolidar un mercado interno fuerte. De ahí que Guevara afirmara:

Con la intervención de los grandes mercados y la creación de tiendas populares, de las cuales hay 1400 en el campo cubano, se frenó o se dio paso para frenar la especulación y el monopolio del comercio interior.[16]

Esto, sin embargo, contradecía la afirmación de la época. Donde se pensaba que las “relaciones capitalistas” desaparecían por completo, en el momento de la transformación de “las relaciones sociales, que se basan en la propiedad privada”[17]. Como lo afirmaba F.V. Konstantinov[18] en Fundamentos de la filosofía marxista, al decir que: “Así, pues, el desarrollo de las fuerzas productivas determina la desaparición inevitable de las relaciones capitalistas de producción y la victoria del socialismo.”[19].

Lo anterior con el tiempo resultó ser falso, sin embargo, es fundamental ver el contraste que Guevara realiza al confrontar teoría y práctica, pues evidentemente tenía algún conocimiento de lo postulado por los autores soviéticos y la prueba está en las lecturas del guerrillero argentino, durante su “segundo viaje por América Latina”[20], tan bien retratadas en las notas del diario: Otra vez[21]. Dicha situación le permite entender el juego político que implica un manejo económico distinto, pues todavía en Pasajes de la Guerra Revolucionaria[22], durante la última etapa del proceso guerrillero cubano, piensa que con la mera “ayuda técnica al campesino, se garantizarán los mercados para los productos del suelo y se canalizará la producción con un amplio sentido nacional”[23].

Es importante puntualizar que la concepción de economía política que posee el Che, aquí todavía no se verá confrontada por los comentarios que realizará al Manual de Economía Política de la Academia de Ciencias de la URSS[24]. Ni mucho menos por el debate económico de 1963 a 1964[25]. Probablemente, la definición que guarda del concepto mismo es la relativa a sus primeras lecturas, aderezada con la experiencia revolucionaria[26] que lo había llevado por el INRA y el Banco Nacional. Lo interesante, es ver cómo el proceso cubano comprendía que la soberanía política implicaba apelar a la anulación de “la venta de sí”[27]que detalla Marx, como parte del proceso del capitalismo sin deslegitimar el juego político que implicaba la inserción en el mercado mundial. No por nada Guevara comentaba: “nosotros al comerciar estamos simplemente vendiendo mercancía y no estamos vendiendo soberanía nacional”[28]. No hay duda, a simple vista parecía que en el discurso caminaban a una economía planificada, sin embargo, la realidad era diferente. En este momento del planteamiento del comandante argentino se puede deducir que: “reconocer un papel decisivo a la oposición entre Capital y Trabajo no obliga en absoluto a renunciar a las necesidades personales de desarrollo, de reconocimiento y creatividad”[29], tal y como Daniel Bensaïd comenta. Ya que el manejo de la economía no solamente jugaba un papel decisivo, sino que también se comenzaba a insertar de manera creativa, en el planteamiento político del comercio exterior, a inicios de la década de 1960.

Debates políticos en la economía cubana (1963-1964)

El debate que ocurrió en 1963 es singular, pues representa una batalla perdida para el Che, que no pudo ver las consecuencias de la planificación estatal ni del cálculo económico. Su respuesta como Ministro de Industria fue el “sistema presupuestario de financiamiento”[30] el cual, si bien no resolvía los problemas, planteaba con acierto, la insuficiencia del modelo soviético y la necesidad de buscar una estrategia económica que no permitiera la burocratización y la creación de monopolios empresariales dentro del Estado, los cuales terminarían por condicionar la participación pública, dentro de la esfera social. Situación que llevó a Guevara a “cuestionarse la vigencia de la ley del valor en el socialismo”[31].

Las críticas que se plantean en ambos proyectos desnudan la relación entre el ejercicio político y el ajuste económico, que gira en torno a la participación de las empresas estatales en el mercado. Desmintiendo, por una parte, la idea generalizada que con el mero ejercicio político desaparecen las contradicciones en el plano económico y situando, la necesidad por consolidar un proyecto que sepa mediar entre las relaciones capitalistas mercantiles y las políticas de corte social.

Atrás quedaba la ruta de la Caravana de la Libertad, con Fidel Castro hablando desde La Habana el 8 de enero de 1959[32]. Ahora de lo que precisaba el país, era de una política económica capaz de hacer frente al futuro. Y ahí el Che tenía algo que decir.

  • Dilemas en torno al Sistema Presupuestario de Financiamiento

De acuerdo a Marcelo Fernández Font, quien en el momento de la disputa era presidente del Banco Nacional de Cuba, la apuesta del “sistema presupuestario de financiamiento” por parte del Che Guevara, provenía nada menos que de las empresas insertadas dentro del capitalismo, pues apunta:

… el Che elaboró, como instrumento fundamental frente al Sistema de Cálculo Económico que le daba una mayor autonomía a las empresas, un sistema presupuestario centralizado, según el cual no había fondos particulares de las empresas y, por consiguiente, un fondo centralizado y común regía todas las finanzas del conjunto económico empresarial. El Che partía para esto de la experiencia de las grandes empresas y consorcios capitalistas, que le permitía manejar un conglomerado disímil de empresas como si fuera una sola entidad, y que en el caso de los consorcios norteamericanos con establecimientos en Cuba, ya se había aplicado antes de las nacionalizaciones.[33]

No es extraño notar que el Che, ya en este momento se percata de la insuficiencia del modelo del cálculo económico y de la planificación estatal. La práctica le demuestra que hay una desviación, al menos en el planteamiento, por eso comenta en el artículo «Sobre el Sistema Presupuestario de Financiamiento»[34]:

… el peligro mayor lo vemos entre el antagonismo que se crea entre la administración estatal y los organismos de producción, antagonismo analizado por el economista soviético Liberman, quien llega a la conclusión de que hay que cambiar los métodos de estímulo colectivo, dejando la antigua fórmula de premios, basada en el cumplimiento de los planes, para pasar a otras más avanzadas.[35]

Algunos biógrafos y analistas, como Michael Löwy se han detenido erróneamente en esta crítica solo para puntualizar, la ética del guerrillero argentino frente a los excesos soviéticos, pero el problema va más allá. Por una parte, al comprender los vaivenes políticos del momento, decide crear una instancia, un modelo que le permite manejar la economía al tiempo que garantiza las transformaciones logradas con las reformas sociales requeridas, echando mano de estructuras de tendencia capitalista previas a la nacionalización realizada por la revolución. Es decir, incorpora un sistema mixto, en el plano de la economía que se inclina más dentro del aparato empresarial norteamericano que dentro del proyecto de la Unión Soviética. No es de extrañarse que tiempo después, aparezca en las Actas de reuniones efectuadas en el Ministerio de Industrias, una crítica mordaz a los modelos económicos provenientes de Europa del Este y a las supuestas leyes socialistas que rigen los medios de producción:

Ahí lo preguntaban, por ejemplo, la ley fundamental del socialismo, que para mí no es tal ley, pero ellos lo pueden plantear así, porque sencillamente hay un estado, hay un método de trabajo y de dirección que no permite que simplemente se levante un señor y pregunte dónde está la ley general del capitalismo, eso es un invento. Pone a pensar demasiado a la gente en cosas que no se pueden contestar así y esa falta de análisis crítico profundo (…).[36]

Para más adelante rematar con: “En medio de todo esto hubo una gran cerrazón, el gran dogma del socialismo encerrado, sin salir a pelear y a discutir con el capitalismo”[37]. Pues: “Opinión que haya que destruirla a palos es opinión que nos lleva ventaja a nosotros. Eso es un problema que siempre debemos hacer”[38].

Charles Bettelheim y Ernest Mandel reconocidos marxistas de la época, participaron también en la discusión. El primero se opone a la posición del Che, adjudicando como recurso argumentativo, la validez y vigencia de las supuestas leyes económicas del socialismo[39], que como habíamos visto resultaban ya para la época ampliamente superadas. Y puntualizando, la ilusión del guerrillero argentino por consolidar un modelo fuera de lo establecido en la planificación estatal, sobre todo cuando menciona: “El lugar respectivo de las categorías del estímulo no puede, por tanto, estar determinado arbitrariamente, en nombre de tal o cual visión moral (…)”[40]. Sin comprender, que el juicio ético del Che es sólo un momento en la vasta crítica al sistema económico soviético. Esto Marcelo Fernández Font lo entiende, cuando comenta:   

Aunque mantengo el criterio de que, en las condiciones de Cuba, el Sistema de Cálculo Económico es el que más se aviene a nuestra realidad, hay que aceptar que desde el punto de vista conceptual el Sistema Presupuestario propugnado por el Che, es más progresista, se acerca más al porvenir, a lo que debe ser la sociedad futura. Y no es que el Che fuera un idealista, alejado de la realidad (…)[41]

Por su parte Ernest Mandel, analiza al “sistema presupuestario de financiamiento” y lo desmenuza, al decir:

Ernesto Che Guevara ha respondido que en la época de transición del capitalismo al socialismo, las categorías mercantiles superviven en la medida en que el desarrollo insuficiente de las fuerzas productivas no permite aún satisfacer todas las necesidades fundamentales de los productores, pero que esta supervivencia no implica que sea la ley del valor quien regle la producción.[42]

A pesar de esto, como lo dijimos al principio del apartado. La discusión la perdió el Che, Cuba después del debate eventualmente caminó a la planificación y abandonó las críticas que desde el seno de la transición se le habían hecho al programa económico proveniente de la Unión Soviética.

Conclusión

  • Últimas reflexiones económicas

El Che Guevara, continúo con su labor internacionalista que lo llevó por Tanzania y Praga, hasta adentrarse al Congo[43] y eventualmente: Bolivia[44]. Pero se conservan datos y notas de 1965 y 1966 que nos muestran al parecer, los problemas en torno a la economía que rondaron sus últimas investigaciones.

En conjunto con las lecturas que previamente realizó de Louis Althusser en 1964[45], se puede rastrear una síntesis biográfica de Marx y Engels[46] que pretendía ser parte de un proyecto más vasto. La cual se ha publicado de manera independiente y retrata con precisión, lo que significaba la figura de el autor de El Capital para el guerrillero argentino, quien en ningún momento la pensó bajo un esquema monolítico, sino que siempre apeló al humanismo que regía su sentido. 

Lamentablemente, solo se conserva el Plan Tentativo[47] de dicho proyecto, que comenzaba con la síntesis y que probablemente se pensó como un libro que contrarrestara a los manuales económicos que tanto aborrecía el Che, provenientes de la Unión Soviética. Estas notas junto con la carta que le envía a Fidel Castro[48], donde plasma sus últimas preocupaciones en torno a los sistemas sociales, previa a la campaña del Congo. Nos muestran el último movimiento que desencadenó el debate de 1963 y 1964, mismo que anunciaba ya los males que terminarían por consumir a los países socialistas del Este y eventualmente también a Cuba.

BIBLIOGRAFÌA

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Karl Marx, El Capital. Tomo 1, Vol. 2: El proceso de producción del capital, México, Siglo XXI, 2013.

F.V. Konstantinov, Fundamentos de la filosofía marxista, Academia de Ciencias de la U.R.S.S, Instituto de filosofía, México, Grijalbo, 1976.

[1] Juan Andrés López Piña  (CDMX, 1989) Estudió la licenciatura y la maestría en filosofía en la Universidad de LaSalle, donde ganó la Medalla Febres Cordero a la excelencia académica. Es miembro de: Ladinokomunita y colabora en: Apuntes de Rabona y Revista Purgante. Ha publicado en Estados Unidos, España, Venezuela e Israel. Tiene 3 libros de poesía y recientemente publicó en Argentina su poemario: “Pequeño Diccionario Sefardí”, en ladino y español.

[2] Véase: «Nota a la Edición» en: Ernesto Che Guevara, Apuntes filosóficos, México, Ocean Sur, 2012. Pág. 2.

[3] Véase: Ernesto Che Guevara, Notas de viaje. Diario en Motocicleta, México, Ocean Press/Ocean Sur, 2007.

[4] Cfr. Cuaderno III (páginas 354-522), en los Anexos referentes a los Cuadernos filosóficos de: Ernesto Che Guevara, Apuntes filosóficos, México, Ocean Sur, 2012. Pág. 364.

[5] Cfr. “Libros consultados para el Cuaderno VI”, en los Anexos referentes a los Cuadernos filosóficos de: Ernesto Che Guevara, Apuntes filosóficos, México, Ocean Sur, 2012. Pág. 373.

[6] Cfr. “Libros consultados para el Cuaderno V”, en los Anexos referentes a los Cuadernos filosóficos de: Ernesto Che Guevara, Apuntes filosóficos, México, Ocean Sur, 2012. Pág. 369.

[7] Cfr. “Libros consultados para el Cuaderno I”, en los Anexos referentes a los Cuadernos filosóficos de: Ernesto Che Guevara, Apuntes filosóficos, México, Ocean Sur, 2012. Pág. 358.

[8] Ernesto Che Guevara, Pasajes de la Guerra Revolucionaria. Edición autorizada con correcciones por Che Guevara, Colombia, Ocean Sur, 2007. Pág. 144

[9] Véase: Parte II de: Ernesto Che Guevara, Pasajes de la Guerra Revolucionaria. Edición autorizada con correcciones por Che Guevara, Colombia, Ocean Sur, 2007.  

[10] Cfr. “1958: Noviembre” en: Ernesto Che Guevara, Diario de un combatiente, México, Ocean Sur, 2011. Pág. 237. 

[11] Karl Marx, El Capital. Tomo 1, Vol. 2: El proceso de producción del capital, Capítulo XIII: Maquinaria y Gran Industria, México, Siglo XXI, 2013. Pág. 451.

[12] Cfr. Ernesto Che Guevara, La Revolución Cubana: años fundacionales (1959-1961), China, Ocean Sur, 2013.

[13] No hay que olvidar, que en una primera etapa el Che Guevara ya había pasado por el INRA (Instituto Nacional de la Reforma Agraria) y por el cargo de presidente del Banco Nacional. Así que en el momento de la conformación de la JUCEPLAN (Junta Central de Planificación), no le son extrañas ya las discusiones de los problemas económicos.

[14] Véase: Ernesto Che Guevara, La Revolución Cubana: años fundacionales (1959-1961), China, Ocean Sur, 2013.

[15] Ídem. Pág. 8.

[16] Ídem. Pág. 23.

[17] F.V. Konstantinov, Fundamentos de la filosofía marxista, Academia de Ciencias de la U.R.S.S, Instituto de filosofía, México, Grijalbo, 1976. Pág. 400.

[18] Miembro correspondiente de la Academia de Ciencias de la U.R.S.S. Véase: F.V. Konstantinov, Fundamentos de la filosofía marxista, Academia de Ciencias de la U.R.S.S, Instituto de filosofía, México, Grijalbo, 1976.

[19] : F.V. Konstantinov, Fundamentos de la filosofía marxista, Academia de Ciencias de la U.R.S.S, Instituto de filosofía, México, Grijalbo, 1976. Pág. 400

[20] Cfr. “Relación de lecturas sobre temas filosóficos realizadas por Che durante su segundo viaje por América Latina (1953-1956)”, en: Ernesto Che Guevara, Apuntes filosóficos, México, Ocean Sur, 2012. Pág. 122.

[21] Véase: Ernesto Che Guevara, Otra vez, Colombia, Ocean Press/Ocean Sur, 2007.

[22]“Fragmento final de «Una revolución que comienza», publicado en O Cruzeiro, 16 de junio, 1ª y 16 de julio de 1959”. Incluido como: “La Ofensiva final: La Batalla de Santa Clara” en Ernesto Che Guevara, Pasajes de la Guerra Revolucionaria. Edición autorizada con correcciones por Che Guevara, Colombia, Ocean Sur, 2007.

[23] en Ernesto Che Guevara, Pasajes de la Guerra Revolucionaria. Edición autorizada con correcciones por Che Guevara, Colombia, Ocean Sur, 2007. Pág. 287.

[24] Cfr. Ernesto Che Guevara, Apuntes críticos a la Economía Política, USA, Ocean Press, 2006.

[25] Cfr. Ernesto Che Guevara, El Gran Debate. Sobre la economía en Cuba, USA, Ocean Press, 2006.

[26] Véase: “Cuaderno Filosófico México (1954-1956)”, en Ernesto Che Guevara, Apuntes filosóficos, México, Ocean Sur, 2012. Pág. 56. Donde anota en su diccionario, una definición de Economía Política que contrasta la definición racional de ciencia económica, con la necesidad de solventar los problemas de la sociedad.

[27] “Su servidumbre económica está a la vez mediada y encubierta por la renovación periódica de la venta de sí mismo, por el cambio de su patrón individual…” citado en Karl Marx, El Capital. Tomo 1, Vol. 2: El proceso de producción del capital, Capítulo XXI: Reproducción Simple, México, Siglo XXI, 2013. Pág. 451.

[28] Ernesto Che Guevara, La Revolución Cubana: años fundacionales (1959-1961), China, Ocean Sur, 2013. Pág. 25.

[29] Daniel Bensaïd, “Y después de Keynes qué?” en Karl Marx, Las crisis del capitalismo, Introducción de Daniel Bensaïd, España, Sequitur, 2009. Pág. 43.

[30] Cfr. Ernesto Che Guevara, El Gran Debate. Sobre la economía en Cuba, USA, Ocean Press, 2006.

[31] Marcelo Fernández Font en “Prólogo” a Ernesto Che Guevara, El Gran Debate. Sobre la economía en Cuba, Ocean Press, 2006. Pág. 12.

[32] Véase: Luis Báez y Pedro de la Hoz, Caravana de la Libertad, China, Ocean Press/Ocean Sur, 2014.  

[33] Marcelo Fernández Font en “Prólogo” a Ernesto Che Guevara, El Gran Debate. Sobre la economía en Cuba, USA, Ocean Press, 2006. Pág. 12.

[34] “Publicado en la revista Nuestra Industria Económica, febrero de 1964”, incluido en: Ernesto Che Guevara, El Gran Debate. Sobre la economía en Cuba, USA, Ocean Press, 2006. Pág. 69.  

[35] Ernesto Che Guevara, El Gran Debate. Sobre la economía en Cuba, USA, Ocean Press, 2006. Pág.79.

[36] Ernesto Che Guevara en la “Versión de Acta Inédita (2 de octubre de 1964)”, en Anexos: Selección de Actas de reuniones efectuadas en el Ministerio de Industrias, incluidas en: Ernesto Che Guevara, Apuntes críticos a la Economía Política, USA, Ocean Press, 2006. Pág. 326.

[37] [37] Ernesto Che Guevara en la “Versión de Acta Inédita (2 de octubre de 1964)”, en Anexos: Selección de Actas de reuniones efectuadas en el Ministerio de Industrias, incluidas en: Ernesto Che Guevara, Apuntes críticos a la Economía Política, USA, Ocean Press, 2006.. Pág. 349.

[38] Ernesto Che Guevara en la “Reunión Bimestral (5 de diciembre de 1964)”, en Anexos: Selección de Actas de reuniones efectuadas en el Ministerio de Industrias, incluidas en: Ernesto Che Guevara, Apuntes críticos a la Economía Política, USA, Ocean Press, 2006. Pág. 402.

[39] Veáse: “Formas y Métodos de la Planificación Socialista y nivel de desarrollo de las fuerzas productivas (Publicado en la revista Cuba Socialista, No. 32, abril de 1964)por Charles Bettelheim en: Ernesto Che Guevara, El Gran Debate. Sobre la economía en Cuba,USA, Ocean Press, 2006. Páginas 163-189.

[40] Ídem. Pág. 189.

[41] Marcelo Fernández Font en “Prólogo” a Ernesto Che Guevara, El Gran Debate. Sobre la economía en Cuba, USA, Ocean Press, 2006. Pág. 14.

[42] “El debate económico en Cuba durante el período 1963-1964 (Publicado en Partisans, París, No. 37, 1967)” por Ernest Mandel en: Ernesto Che Guevara, El Gran Debate. Sobre la economía en Cuba, USA, Ocean Press, 2006. Pág. 317.

[43] Véase: Ernesto Che Guevara, Pasajes de la Guerra Revolucionaria: Congo, México, Ocean Sur, 2009.

[44] Veáse: Ernesto Che Guevara, El Diario del Che en Bolivia Edición Autorizada, Colombia, Ocean Sur, 2007.

[45] Cfr. “Louis Althusser, Contradicción y superdeterminación (Notas para una investigación), Ediciones Venceremos, La Habana, 1964”, en: Ernesto Che Guevara, Apuntes filosóficos, México, Ocean Sur, 2012. Pág. 307.

[46] Véase: Ernesto Che Guevara, Una síntesis biográfica Marx y Engels, Colombia, Ocean Sur, 2007.

[47] El Plan Tentativo del libro y las notas al Manual de Economía Política de la Academia de Ciencias de la URSS, se encuentran en: Ernesto Che Guevara, Apuntes críticos a la Economía Política, USA, Ocean Press, 2006.

[48] Cfr. “A modo de prólogo: Algunas reflexiones sobre la transición socialista” de 1965, fragmento de la carta enviada por el Che a Fidel Castro. Incluida en: Ernesto Che Guevara, Apuntes críticos a la Economía Política, USA, Ocean Press, 2006.