Forjando 1964: Acumulación Capitalista y Lucha de Clases

Manifestación contra la dictadura en 1968 en Río de Janeiro. ARQUIVO NACIONAL/CORREIO DA MANHÃ

Gabriel Teles

Doctor en Sociología por la USP y Profesor del Instituto Federal de Goiás

En este año 2024 se conmemoran 60 años del golpe militar brasileño de 1964 que sumió al país en una de sus experiencias más dramáticas. Se vuelve fundamental el rescate memorial de este período sombrío de nuestra historia, no solo como un ejercicio de reconocimiento histórico, sino de comprensión más profunda de los procesos sociales que llevan a una clase dominante a optar por la gestión autoritaria capitalista. En este contexto, es determinante no solo recordar las consecuencias del golpe (represión, asesinatos políticos, tortura, persecución política, etc.), sino también las propias condiciones de posibilidad del golpe mismo. ¿Qué determinaciones, a la luz de los procesos sociales más amplios del capitalismo brasileño, llevaron a una dictadura militar? Es lo que pretendo desarrollar en estas breves consideraciones.

El período de la dictadura militar brasileña (1964-1985) significó una nueva reconversión de la forma estatal del país. Una de las fragilidades del capitalismo dependiente, como el brasileño, es su aparato estatal que oscila, efímeramente, entre regímenes dictatoriales y democráticos. Es suficiente examinar las experiencias dictatoriales en América Latina, donde muchos países pasaron gran parte del siglo XX bajo regímenes dictatoriales intercalados por breves períodos de democracia. La cuestión aquí, sin embargo, es analizar rápidamente las especificidades de la dictadura militar que se inició con el golpe de Estado de 1964.

Dos son los elementos fundamentales para el desencadenamiento del golpe militar de 64: las luchas de los trabajadores, en el escenario de crisis mundial del régimen de acumulación fordista, y la búsqueda del aumento de la tasa de extracción de plusvalía en el capitalismo dependiente brasileño, significando, por lo tanto, una mayor explotación. Es en la década de 60 que aparecen los primeros síntomas de la crisis del capitalismo oligopolista transnacional: los Estados Unidos, la mayor potencia económica, presenta déficits significativos en su balanza comercial a lo largo de toda la década de 50, además de la caída de la tasa de ganancia en los países europeos.

Como consecuencia de este proceso, además de otras acciones, fue necesaria una mayor explotación en los países de capitalismo subordinado, especialmente a través del drenaje de plusvalía por el capital transnacional. El período de los gobiernos desarrollistas populistas fue fundamental para la inserción integral del capital transnacional en el país, especialmente el gobierno de Juscelino Kubistchek, con la expansión de la infraestructura del país, significando la ya mencionada triple alianza en el capitalismo brasileño de la época.

Así, si hay un aumento de la explotación, hay una ampliación, igualmente, de la resistencia y de las luchas de los trabajadores y de los demás sectores de la sociedad. Hay, entonces, una guerra, especialmente en el movimiento obrero, por el nivel salarial, que oscilaba y perdía valor con la intensa inflación de aquel período histórico.

La oscilación salarial, así como la resistencia obrera y las luchas en el interior de la sociedad civil, interfieren directa o indirectamente en el capitalismo mundial. Uno de los fundamentos del capital transnacional es la transferencia de plusvalía de los países subordinados a los países imperialistas, significando, por lo tanto, una interdependencia. De ahí la participación fundamental de Estados Unidos en el golpe de 1964. Benevides (2006) evidencia que la participación estadounidense en la implementación del régimen dictatorial brasileño significó la necesidad de fortalecimiento de una política económica que favoreciera, aún más, la entrada y consolidación de las empresas multinacionales en Brasil.

En resumen, había un doble descontento: por un lado, el capital transnacional y el capital nacional insatisfechos con la caída de la tasa de explotación, profundizada con la crisis en el régimen de acumulación fordista; y, por otro lado, el movimiento obrero y otros sectores de la sociedad civil, que veían sus salarios y sus condiciones de vida empobrecidas cada año. Así, por razones opuestas o antagónicas, el descontento es generalizado, contribuyendo a un mayor recrudecimiento de los conflictos sociales.

La renovación del régimen dictatorial brasileño, en el contexto de 1964, tenía como determinación este proceso, logrando éxito en desgarrar la resistencia obrera y de la sociedad civil, además de expulsar a los gobiernos populistas que obstaculizaban, en la principal forma de regulación de la sociedad (Estado), medidas que posibilitaran un necesario aumento de la tasa de ganancia.

En este sentido, el golpe de 1964 emerge como una solución, tanto nacional como internacional, para el problema de la crisis de la acumulación de capital, creando condiciones para ello a partir de un generalizado proceso represivo. Es en estos moldes que surge el «milagro brasileño», marcado por una nueva configuración política y económica, tema para otro artículo.»

Lecturas recomendadas:

BENEVIDES, Sílvio César Oliveira. Na Contramão do Poder: juventude e movimento estudantil. São Paulo: Annablume, 2006.

MARIANO, Nilson. As garras do condor: como as ditaduras militares da Argentina, do Chile, do Uruguai, do Brasil, da Bolívia e do Paraguai se associaram para eliminar adversários políticos. Editora Vozes, 2003.

TRAGTENBERG, Maurício. Exploração do Trabalho I: Brasil. In: Administração, poder e ideologia. 3. ed. rev. São Paulo: Editora UNESP, 2005.

VALENTE, Rubens. Os fuzis e as flechas: História de sangue e resistência indígena na ditadura. São Paulo: Cia da Letras, 2017.

VALLE, Maria Ribeiro do. 1968: o diálogo é a violência – movimento estudantil e ditadura militar no Brasil. 2° ed. Campinas, SP: Editora da UNICAMP, 2018.

VIANA, Nildo. Acumulação capitalista e golpe de 64. Revista História e Luta de Classes, Rio de Janeiro, v.01, n. 01, p. 19-27, 2005.