El rostro lingüístico del poder político. Reseña de Ternuritas de David Bak Geler

  • David Bak Geler. Ternuritas, el linchamiento lingüístico de AMLO. México, Editorial Chamuco, 2023.

Elvira Torre, Diego E.

Estamos acostumbrados a pasar por alto la relación que existe entre lenguaje y democracia. En realidad, las formas lingüísticas con las que se ejerce el poder político a menudo evidencian el desarrollo democrático o antidemocrático de una sociedad. La batalla por la democracia es también una lucha entre diferentes lenguajes. A partir de este punto de partida, Ternuritas de David Bak Geler lleva a cabo un análisis de la propuesta de comunicación lingüística del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y de las críticas que ha suscitado entre académicos, periodistas y comentadores (Bak Geler los bautiza como los “agentes del lenguaje único” y cita alrededor de 90 de ellos a lo largo del libro).

Ternuritas es el resultado de la recopilación hemerográfica de cientos de columnas de opinión escritas por estos “intelectuales” y “líderes de opinión” en México durante los últimos cinco años, así como del análisis puntual de las mañaneras que ha protagonizado Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República. Los pilares teóricos que sostienen el análisis son una amalgama de ideas derivadas Bourdieu, Judith Butler, Wittgenstein, Foucault, o Jean Paul Sartre. Sin embargo, a pesar de la dificultad que estas fuentes tan variadas y “cultas” podría suscitar para el lector, la obra de Bak Geler nunca pierde de vista su propósito: analizar la lucha política del México contemporáneo en un libro accesible para un amplio sector de la población. El autor, doctor en filosofía por la New School for Social Research, evade toda tentación de un lenguaje academicista y predica con el ejemplo la idea de que es posible integrar distintos lenguajes y cultivar la expresión franca, aunque sea tratándose de cuestiones complejas.

Es necesario realizar algunos deslindes sobre este libro, que de otra forma podría ser malinterpretado a falta de una lectura atenta. “Ternuritas” no se propone crear una propuesta teórica sobre las consecuencias del uso del lenguaje en las democracias contemporáneas. Tampoco se trata de una defensa moral de actores particulares, ni del linchamiento político de sus detractores. Por el contrario, la obra de Bak Geler disecciona las prácticas discursivas de las élites intelectuales en su rechazo ante las prácticas lingüísticas del presidente. El interés central de “Ternuritas” es el de esclarecer la lógica detrás de esta furibunda crítica y las técnicas de las que dispone. Se trata, de acuerdo a Bak Geler, de comprender un proceso de segregación lingüística —o despojo de las palabras— similar al proceso de despojo que ha generado la desigualdad económica y social en el país.

El proyecto «estable y duradero» de persecución lingüística por parte de intelectuales y líderes de opinión que se disecciona en “Ternuritas” revela no solo el desprecio a un individuo particular, sino el rechazo a la pluralidad de realidades de México: lingüísticas, culturales y económicas. Las estrategias que utilizan los denominados “agentes del lenguaje único”, tales como invalidar la racionalidad de las masas o decretarse los guardianes de la complejidadlingüística, sobrepasan la barrera de «golpeteo político» y evidencian una raíz mucho más fundamentalista y antidemocrática. Las críticas ante la innovación en el lenguaje de AMLO evidencian en realidad una profunda repulsión por la naturaleza pública y compartida del lenguaje.

Bak Geler exhibe las intenciones y estrategias de estos actores políticos a través de veinte capítulos (cada uno ilustrado por los caricaturistas Rapé y Hernández) que se centran cada uno en algún aspecto de este proyecto, como son Racionalidad, Pureza, Repugnancia, Símbolo, Colonialismo o Resignificación. Al mismo tiempo que torna su atención hacia los críticos, el libro le opone al “proyecto del lenguaje único” la renovación del lenguaje político que AMLO ha llevado a cabo a través de la creación de un vocabulario sorpresivo e inteligente que se dirige a una población que nunca había encontrado eco a sus usos lingüísticos en el espacio público. El uso de vocabularios ubicados como «fuera de lugar» por el discurso “correcto” involucra a un público que no era tomado en cuenta, y pone en duda la composición homogénea de los grupos que han ocupado tercamente los espacios de poder.

En uno de los ejemplos más ilustrativos del libro, el autor analiza la “invención” de términos por parte de algunos de los líderes de opinión y los compara con otros términos novedosos en los discursos de AMLO. En esta comparación se revela la gran diferencia entre los neologismos con que los académicos y comentócratas dan títulos llamativos a sus propios artículos o crean términos nuevos para clasificar el discurso del gobierno como inválido (“retropopulismo», “pejeñol”), y el uso de refranes, dichos populares y términos referentes a la realidad política utilizados por el presidente. De esta forma, se nos presenta la comparación entre la estéril creación de neologismos olvidables contra la utilización de términos útiles y vivos que trascienden el lenguaje único del poder y dan un lugar a las voces de la pluralidad en los espacios públicos.

Ternuritas nos conduce a una pregunta obligada: ¿cuál es el verdadero fondo del «proyecto lingüístico» antidemocrático y excluyente que el libro exhibe? Si bien se trata de actores individuales quienes realizan las críticas, el libro nos permite ver que la verdadera fuente de este proyecto se encuentra en la desigualdad sistemática de la repartición de bienes y el acceso a los espacios de influencia pública. El punto fundamental de esta obra, que sin dudas abre nuevos campos de discusión para la teoría y la reflexión práctica, es que el lenguaje en sí mismo es democrático: no depende de un arbitraje ni requiere de instituciones que ratifiquen los usos correctos. La verdadera esencia del lenguaje es su uso, y existen tantos usos correctos como formas de vida plurales se dediquen a construir rituales, objetos, valores y vidas distintas. El resistir a abrirse a las formas plurales del lenguaje es un reflejo de barreras estructurales, testamento de la desigualdad política y los arraigados principios antidemocráticos latentes en la “alta cultura”. Ternuritas es una llamada de atención hacia formas de exclusión a menudo no explícitas o evidentes, pero también una invitación a “hablar como hablamos”, dotando a la democracia de una verdadera voz plural.