El proyecto 2025 de Trump

Dra. Ana Alicia Solís y Dr. Max Ortega[1]
Entre 1950 y 1980, la hegemonía norteamericana se desarrolló dentro de un ciclo de expansión capitalista mundial con altas tasas de crecimiento económico, incrementos salariales, abundancia de empleo, bienestar y pactos sindicales, firmemente afianzados.
Revestida de legitimidad, la dominación imperial no encontró grandes desafíos. Su potencia militar avaló sus decisiones económicas y políticas y garantizó la estabilidad de los equilibrios internacionales.
Después de 1980, sin embargo, todo cambió. La contracción económica fue acompañada por sucesivos momentos de crisis y recesión que redujeron el crecimiento económico, abatieron los salarios, generaron desempleo, modificaron las estructuras políticas y sociales y dieron vida a nuevos conflictos.
La globalización neoliberal, impuesta por el poder estadounidense no resultó ser la mejor solución para los problemas del nuevo periodo histórico.
El déficit comercial de la economía estadounidense que había comenzado en los setenta aumentó hasta convertirse, entre 1994 y 2000, en un grave problema. Desde entonces, como escribió Emmanuel Todd, “El mundo, cada vez más claramente, produce para que los Estados Unidos consuman. En Estados Unidos no se establece equilibrio alguno entre importaciones e importaciones. La nación autónoma y superproductiva de la inmediata posguerra se ha convertido en el centro de un sistema y su vocación dentro del mismo es consumir más que producir”[2].
Desde la presidencia de Donald Reagan que comenzó en1981, hasta la administración Trump en 2016, y su segundo mandato, que se inició en 2025, los conservadores del partido republicano han echado mano del recorte de impuestos, la desregulación, el gasto militar, y otras medidas, para solventar los problemas económicos. La globalización neoliberal patrocinada por las administraciones demócratas de Clinton, Obama y Biden, por su parte, tampoco pudo evitar que la crisis norteamericana se ahondara, tanto en su dimensión nacional como internacional.
Resultados electorales de 2024
En 2024, Donald Trump y el Partido Republicano ganaron la presidencia de la República con 312 votos electorales (77,297,721 votos populares, 49.9%) contra 226 votos electorales de Kamala Harris del Partido Demócrata (75,000,338 votos populares, 48.4%); 27 gobernadores del Partido Republicano contra 23 del Partido Demócrata; 53 senadores del Partido Republicano contra 47 del Partido Demócrata; 220 diputados del Partido Republicano contra 215 del Partido Demócrata.
Los resultados electorales de 2024, respecto a los de 2022, variaron muy poco. El Partido Republicano que en 2022 tenía 49 senadores, obtuvo 4 senadores más en 2024. En la Cámara de Representantes, tenía 222 diputados, y obtuvieron 2020 en 2024, 2 diputados menos. El Partido Demócrata tenía en 2022, 51 senadores, y en 2024, obtuvo, 47 senadores, 4 senadores menos. En la Cámara de Representantes, el Partido Demócrata tenía en 2022, 213 diputados, y en 2024, obtuvo 215, 2 diputados más.
Con estos resultados, el Partido Republicano tomó el control de la Presidencia de la República, del Senado y de la Cámara de Representantes. Aunque, sí se observa con cuidado, la diferencia mayor está en los votos electorales, y la menor en el voto popular. La victoria electoral de Trump y del Partido Republicano no tiene las dimensiones de las que habló la propaganda conservadora. La diferencia del voto popular entre uno y otro candidato presidencial fue apenas del 1.5%. Lo que nos coloca frente a una Nación dividida. Partida en dos. Con profundos disensos ideológicos, sociales y políticos.
Bloque capitalista conservador
De 2016 a 2024, Trump organizó un amplio sistema de alianzas con personas, organizaciones de ultraderecha[3], Iglesias (Cinturón Bíblico del sur de EEUU), grupos económicos e instituciones culturales que se movilizaron como movimiento electoral (MAGA), como aparato cultural (Heritage Foundation) y como institución política (Partido Republicano).
Diversos sectores de la economía apoyaron la campaña electoral de Trump. Empresarios de la industria de alta tecnología, del sector financiero, de la industria petrolera, de la industria militar, de la industria automotriz, de las tiendas minoristas de autoconsumo, la industria hotelera y otros, que buscaban políticas favorables para la inteligencia artificial y las criptomonedas, beneficios corporativos, desregulaciones, recortes fiscales para los ricos y el aplastamiento de los trabajadores y sus sindicatos[4].
Frente a la coalición de las y los trabajadores, se conformó el bloque de los propietarios, decididos a proteger la riqueza acumulada durante las últimas cuatro décadas de neoliberalismo. Elon Musk, propietario de la automotriz Tesla, la empresa espacial Space X y la red social X (Twitter); Jeff Bezos, de Amazon y Blue Origin; Mark Zuckerberg, de Meta; Sundar Pichai, de Google; Larry Ellison, de Oracle; Miriam Adelson, heredera del imperio de casinos Las Vegas Sands; el magnate de los medios Rupert Murdoch; Brian Armstrong, de Coinbase; Peter Thiel y Alex Karp, ambos de Palantir; Tim Cook, de Apple; Sam Altman, de Open AI de Alphabet, matriz de Google[5]; Dara Khosrowshahi, director ejecutivo de Uber; Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI; William Ackman y John Paulson. de fondos de cobertura y de capital privado; Steve Schwarzman, de Blackstone (Wall Street), y otros más, hicieron donaciones de cientos de millones de dólares[6].
A todos ellos, alcanzada la victoria electoral se les distribuyeron espacios de poder político. Elon Musk, fue designado jefe del Departamento de Eficiencia del Gobierno ; Scott Bessent, jefe del Departamento del Tesoro; Chris Wrigth, secretario de Energía; Sean Duffy, secretario de Transporte; Howard Lutnick, secretario de Comercio; Doug Burgum, secretario del Interior; Linda MacMahon, supervisora del Departamento de Educación; Georgia Kelly Loeffler, jefa la Administración de Pequeñas empresas; Warren Stephens, embajador en el Reino Unido; Jared Isaacman, jefe de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio.
Así, el comando del gobierno norteamericano quedó en manos de un puñado de empresarios ricos, de derecha. Acabándose de completar la transición de la democracia liberal en crisis a la oligarquía autoritaria.
La debilidad del imperio.
Al paso de los años, los problemas de la economía norteamericana crecieron y su debilidad aumentó. Los datos de 2024 sobre PIB, deuda, déficit comercial y gasto militar, así lo dejan ver. El crecimiento del PIB fue de 2,8%[7]. La deuda nacional fue de 36 billones de dólares[8] con un pago anual de intereses superior al billón de dólares. El déficit comercial aumento a $918.4 mil millones de dólares[9]. Los mayores déficits comerciales se registraron con China ($-295.4 mil millones), la UE ($-235.6 mil millones), México ($-171.8 mil millones) y Vietnam ($-123.5 mil millones)[10]. Su gasto militar también siguió creciendo. Entre 2014 y 2023, EEUU incrementó su gasto militar, en un 1.272%[11]. En este último año, EEUU fue líder de gasto en el sector bélico, pues tuvo una inversión militar a nivel global de 916 mil millones de dólares[12], el 37.5% del total mundial que alcanzó los 2.3 billones de dólares. Esta inversión en gasto militar representó el 37% de su PIB[13].
Las repercusiones de la situación económica en la vida política no tardaron en manifestarse como crisis del sistema político, crisis de gobierno, crisis del sistema electoral y de partidos, y crisis del modelo estadounidense de “democracia”. Esta crisis política global, afincada en la economía y sus derivaciones internas (pobreza y desigualdad social creciente), tuvo su correlato externo en la creación de nuevos bloques económicos ( BRICs y UE) y equilibrios geopolíticos.
Esta articulación de crisis económica y crisis política se plasmó inicialmente en los acontecimientos del 6 de enero de 2021 en el Capitolio, cuando milicias de extrema derecha (posfascista) asaltaron el Capitolio con la intención de impedir el traspaso de la presidencia del republicano Donald Trump al demócrata Joe Biden.
Tras 18 meses de investigación un comité de la Cámara de Representantes entregó al Departamento de Justicia, un listado de cargos en contra del expresidente Donald Trump, por su participación en el asalto al Capitolio, y en el que incluían, entre otras acusaciones, las de obstrucción de las funciones del Congreso, incitación a la insurrección, conspiración para defraudar a Estados Unidos y declaración de falsedades. Pero no pasó nada. Donald Trump siguió recaudando fondos, sumando aliados, ganando voluntades, estableciendo compromisos y fortaleciendo con todo ello a su movimiento MAGA (Make America Great Again), ganar las elecciones y reelegirse, en un segundo periodo.
Proyecto 2025
Para superar estas dificultades, se generaron en la clase dirigente, dos grandes agendas electorales: la de Kamala Harris[14] y la de Donald Trump[15]. La primera fue derrotada electoralmente por la segunda, un factor determinante, fue la oferta de programa de gobierno de la “Agenda 47”, con sus veinte puntos programáticos, elaborada a partir del Proyecto 2025, texto redactado por la Fundación Heritage en colaboración con otras fundaciones. Este Proyecto era, es, potencialmente, todo un proyecto conservador de reforma del gobierno y la sociedad.
El 13 de noviembre de 2024, Kevin D. Roberts, presidente de The Heritage Foundation, analizó la victoria de Donald Trump, e hizo la reflexión que sigue: “Y a diferencia de 2016, Trump ahora cuenta con un equipo de profesionales sólidos, probados y con la filosofía de ‘Estados Unidos primero’, listos para ejecutar sus planes desde el primer día. Ya lo hemos observado en sus nombramientos hasta ahora. Trump asumirá el cargo en enero con una agenda de transformación, un amplio mandato nacional y el personal para llevarlo a cabo. Estados Unidos no ha visto nada parecido en más de una generación”[16]. La “agenda de transformación” en cuestión era el Proyecto 2025, elaborado por la fundación por él presidida.
Lo dicho no era solo retórica. Apenas hecha la toma de protesta, aparecieron las ordenes ejecutivas, que produjeron en la opinión pública confusión e incertidumbre agravada una y otra, por quienes solo veían en estas decisiones de Trump, locura repentina o simple despliegue de estrategias mediáticas. La verdad, sin embargo, era más sencilla, el presidente Donald Trump estaba aplicando las medidas más inmediatas, que según el Proyecto 2025, debían llevarse a cabo en los primeros 180 días de gobierno.
Proyecto y políticas
En el Proyecto 2025. Un mandato para el liderazgo. La promesa conservadora[17], estaban contenidos los temas más relevantes sobre la política, la economía y la sociedad norteamericana, y las recomendaciones que sobre los mismos proponía la Fundación Heritage, y que el gobierno Trump hizo suyos para este segundo mandato.
Política. Reducción del tamaño y el poder del gobierno federal. Reducir las regulaciones federales. Transferir más poder a los estados. Depuración de los funcionarios públicos de carrera (“Estado profundo”). Despidos masivos en agencias clave como el FBI, el Departamento de Justicia y el Departamento de Estado. Reducción del poder de las agencias federales independientes (Reserva Federal y Agencia de Protección Ambiental). Aumento del número de puestos designados políticamente en agencias federales, organismos reguladores y el poder judicial. Y eliminación del Departamento de Educación, con transferencia de la responsabilidad de las escuelas públicas a las autoridades estatales y locales.
El propósito de la reestructuración de las agencias federales es modificar, de fondo, el equilibrio de poder entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. De manera tal, que “Al transferir más control sobre las agencias federales al poder ejecutivo, el presidente ganaría una cantidad sustancial de influencia sobre las operaciones diarias del gobierno, lo que podría limitar la capacidad del Congreso y el poder judicial para actuar como controles efectivos sobre el poder ejecutivo”[18].
Centralizado el gobierno, no habría nadie capaz oponerse a la voluntad presidencial, es decir, a Donald Trump, quien además cuenta con la mayoría de, gobernadores, senadores, Representantes, y una porción importante de jueces[19].
En materia de seguridad nacional se aboga por un ejército más fuerte, y un retorno al principio de “Estados Unidos primero”, que priorice los intereses de Estados Unidos por encima de las organizaciones internacionales o naciones extranjeras[20].
Economía. Asegurar, las fronteras de Estados Unidos y reformar el sistema de inmigración. “El Proyecto 2025 exige controles de inmigración estrictos, incluida la finalización de un muro fronterizo, deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados y la eliminación de políticas como la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia. Busca retirar también fondos a las ciudades santuario y redirigir recursos federales hacia la vigilancia fronteriza”[21].
Para favorecer la política de reindustrialización, que está en el centro de la estrategia económica, se “tiene como objetivo promover la independencia energética haciendo retroceder las iniciativas sobre el cambio climático y aumentando la producción de combustibles fósiles. El proyecto aboga por el desmantelamiento de las regulaciones ambientales que han restringido la producción de energía. argumentando que tales medidas son innecesarias y perjudiciales para la economía”[22]. Se promoverá la ampliación de la perforación en tierras federales, la flexibilización de las restricciones al fracking y la reducción de las barreras regulatorias a la construcción de oleoductos y otras infraestructuras.
Considerados los compromisos climáticos internacionales como una amenaza a la soberanía estadounidense y un obstáculo para el crecimiento económico, EEUU se retirará del Acuerdo Climático de París.
Para frenar la inflación se reducirá drásticamente el gasto público recortando el financiamiento de educación, vivienda, protección ambiental y servicios sociales. Al mismo tiempo que se reducirán los impuestos y el endeudamiento gubernamental.
Los programas de prestaciones sociales como el Seguro Social y Medicare serán reconvertidos. En el primer caso se aumentará la edad de jubilación y se modificará la fórmula de beneficios para reducir los pagos a las personas con mayores ingresos. Para Medicare se aplicarán soluciones basadas en el mercado (medicina privada y vales)
Sociedad. Eliminación del Departamento de Educación y prohibición para que en las escuelas públicas se discutan la teoría crítica de la raza y las cuestiones de “género” (identidad de género, fluidez de género y derechos de las personas transgénero), regresando a la autonomía local educativa, para que los estados, las comunidades y los padres decidan qué es lo mejor para sus escuelas, sin las trabas de regulaciones federales o mandatos curriculares. Reteniendo los fondos federales de las escuelas que no se sometan a la censura académica.
Reversión de los programas de equidad, inclusión y diversidad, orientados a las minorías raciales, las mujeres y la comunidad LGBTQ+.
En materia de atención médica y derechos reproductivos el objetivo es limitar el acceso al aborto mediante el apoyo a prohibiciones y restricciones a nivel estatal y, al mismo dificultar el acceso a medicamentos utilizados en abortos.
Consideraciones finales
1. Desde la presidencia de Ronald Reagan que comenzó en 1981 y hasta el segundo mandato de Donald Trump que acaba de iniciarse este año, la fracción republicana de la burguesía estadounidense se empeñó en elaborar, frente a los demócratas, un proyecto propio de Estado y sociedad. Como parte de este esfuerzo, logró arribar al proyecto 2025, cuyas primeras bases se sentaron en el Mandato de Liderazgo, publicado en 1980. La responsabilidad de este trabajo cultural, entonces y hoy, recayó en la Fundación Heritage, un potente aparato conservador de producción intelectual.
2. Producción, deuda, déficit comercial y gasto militar son, desde hace mucho tempo problemas estadounidenses no resueltos. La creciente debilidad norteamericana, agravada por la estabilización y el resurgimiento de Rusia, la competencia de China, el avance de los BRICS y el estancamiento de la Unión Europea, marcan el declive imperial de Estados Unidos.
3. El control político de la Presidencia, la mayoría de los gobernadores, el Senado, la Cámara de Representantes y parte importante del Poder Judicial, en manos de Trump y el Partido Republicano está basado en un consenso muy limitado que puede resultar poco duradero.
Las primeras acciones de la administración Trump sufrieron reveses judiciales. Un juez federal determinó que su gobierno no había cumplido con su orden de descongelar el gasto federal y le ordenó desembolsar el dinero; otro bloqueó su orden ejecutiva destinada a negar la ciudadanía estadunidense por nacimiento, y un tercero suspendió el plazo para que renuncien “voluntariamente” los funcionarios del gobierno.
4. Los integrantes del gobierno de Trump, compuesto por los más ricos, no fue elegido por los ciudadanos, sino designados por sus altas contribuciones al financiamiento de su campaña electoral. Personajes como Elon Mosk, corroboran la profundidad de la crisis de la democracia y el sistema político norteamericano, y el triunfo del principio oligárquico.
5. Trump insiste, una vez más, en ver a México de manera equivocada. Es su “socio económico”, en virtud del T – MEC, pero le da un trato de súbdito. Los migrantes mexicanos que trabajan en los campos y en las ciudades de EEUU fueron los primeros en sufrir la persecución a todas horas y en todas partes, en los centros de trabajo, en sus domicilios particulares, en las iglesias o en las escuelas. Las deportaciones fueron acompañadas por la amenaza de negar la ciudadanía estadounidense por nacimiento a miles de descendientes de familias mexicanas.
6. La amenaza militar de EEUU. Se militarizó, la frontera; sin ningún tipo de consulta con el gobierno mexicano, aviones espías realizaron vuelos durante 10 días a fines de enero y principios de febrero para “vigilar” a los cárteles mexicanos; y se aprobó al final, la designación de los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, con todas las implicaciones de dicha conceptualización.
7. Los aranceles como mecanismos de coerción económica. El primero de enero impuso a México, unilateralmente, aranceles del 25 por ciento. Dos días después acordó con la Presidenta de la República Claudia Sheinbaum, pausar la imposición del 25% de aranceles a las exportaciones mexicanas a EEUU en tanto las mesas de trabajo de ambas partes, en materia de seguridad, migración y comercio. Faltando a su palabra, el presidente Donald Trump firmó intempestivamente, el 10 de febrero, los decretos para elevar los aranceles a las importaciones de acero y aluminio a 25 por ciento, cancelando exenciones y cuotas libres de impuestos para los principales proveedores, entre ellos México, Canadá y Brasil.
Más todavía, el 18 de febrero anunció que los aranceles para los automóviles importados de México serían de 25 por ciento o más y que aumentarían sustancialmente en el transcurso de un año.
8. En materia política y comercial, Estados Unidos ha dejado de ser un factor de estabilidad y certidumbre. Su proteccionismo económico y sus decisiones unilaterales son una amenaza para la certeza y confianza que necesariamente deben existir en las relaciones comerciales entre naciones soberanas.
La próxima revisión del T-MEC, será difícil para México. Se impone el análisis de otras opciones comerciales.
[1] Dra. en Ciencias Sociales y Dr. en Ciencia Política
[2] Emmanuel Todd, Después del imperio. Ensayo sobre la descomposición del sistema norteamericano, segunda edición, Ediciones Akal, España, 2012, pp. 60 y 61.
[3] Organizada en las milicias ”patrióticas” –los Proud Boys, los Oat Keepers y los Three Percenters– . Esta derecha racista, ultranacionalista, militarista, y en preparación, desde hace algunos años, para la “guerra civil venidera”, apareció públicamente en 2021 y acompañó a Trump a lo largo de 2024.
[4] “El giro fascista de Elon Musk no es en absoluto desconcertante. Todo tiene que ver con el trabajo.
Todo empezó cuando los trabajadores de Tesla intentaron sindicarse en 2017. Musk se opuso ferozmente al intento de sindicalización, y ganó. Hoy, Tesla es el único fabricante de automóviles no sindicalizado en Estados Unidos ( sinpermiso, 12 de enero de 2025, Grace Blakeley, “El giro fascista de Elon Musk”). El ascenso del movimiento de los trabajadores Se generalizó, por otra parte, desde 2022. Después de décadas de disminución de la afiliación sindical se iniciaron varios procesos de formación de sindicatos en empresas como Amazon, Starbucks, la matriz de Google, Alphabet, y el minorista de actividades al aire libre REI (sinpermiso, 17 de septiembre de 2022, Elizabeth Oglesby, “Las recientes victorias sindicales en Amazon y Starbucks recuerdan a un periodo anterior de sindicalismo: cómo los migrantes centroamericanos expandieron el movimiento obrero”). Estallaron huelgas importantes de la industria automotriz, de hoteles en California, de enfermeras del sector privado en Minnesota, de guionistas, en Starbucks, de enfermeras en hospitales neoyorquinos y de los trabajadores de Boeing, entre otras. Un hecho, sin duda relevante es que estas movilizaciones fueron apoyadas por Biden, Kamala Harris, Bernie Sanders y Alexandria Ocasio Cortez, miembros todos ellos del Partido Demócrata (LaPolíticaOnline, 3 de mayo de 2022, “Harris recibirá a los líderes sindicales de Amazon y Starbucks en la Casa Blanca “).
[5] La Jornada, 3 de febrero de 2025, Carlos Fazio, “EU: plutocracia sin máscaras”.
[6] El total de donaciones a la campaña electoral de Donald Trump, sumaron un total de 737 millones de dólares (El Financiero, 6 de diciembre de 2025, Bill Allison, “Favor con favor se paga: Trump da puestos clave a millonarios que donaron a su campaña”. En EEUU, a diferencia de México, el financiamiento de las campañas electorales es privado. La Ley Federal de Campañas Electorales de 1971 permite que una persona u organización política aporte dinero a la campaña de un candidato, tanto en las elecciones primarias como en las elecciones generales.
[7] CaixaBankResearch, 31 de enero de 2025, Isabel Lara White, “El PIB de EE. UU. Creció un 2,8% en 2024 impulsado por la demanda interna”. El crecimiento del PIB de la economía China fue en 2024, del 5% (CaixaBankResearch, 17 de enero de 2025, Luis Pinheiro de Matos, “La economía china crece un 5% en 2024, superando expectativas”.
[8] expansión, 19 de abril de 2024, “La deuda de Estados Unidos en 2024 crece y así afecta a México y al mundo”.
[9] Trading Economics, “Estados Unidos – Balanza comercial”, https://es.tradingeconomics.com/united-states/balance-of-trade.
[10] Trading Economics, “Estados Unidos – Balanza comercial”, https://es.tradingeconomics.com/united-states/balance-of-trade
[11] “Los 15 países que más incrementaron su gasto militar entre 2014 y 2023”, https://es.statista.com/estadisticas/1419543/paises-con-mayor-aumento-de-su-gasto-militar/
[12] “Los 15 países con el gasto militar más alto en todo el mundo en 2023 en miles de millones de dólares”, https://es.statista.com/estadisticas/635107/paises-con-el-gasto-militar-mas-alto/
[13] “Ranking de países con mayor porcentaje de su producto interior bruto (PIB) invertido en gasto militar en 2023”, https://es.statista.com/estadisticas/1420463/paises-con-mayor-porcentaje-de-su-pib-destinado-a-gasto-militar/
[14] Las propuestas electorales de Kamala Harris se pueden ver en Milenio, 26 de octubre de 2024, “¿Qué promete Kamala Harris si gana las elecciones presidenciales de EU? “; y en CNN, 4 de noviembre de 2024, Tami Luhby y Way Mullery, “Las propuestas de Kamala Harris para la presidencia de EE.UU.: economía, salud, inmigración, aborto y más “. En materia de migración, en particular, proponía una reforma que ofreciera un “camino a la ciudadanía” para los indocumentados que ya vivían en Estados Unidos. Respecto al comercio, rechazaba los aranceles generalizados, limitando su aplicación solo para algunas importaciones chinas, como loe vehículos eléctricos.
[15] Durante la temporada de elecciones primarias, de diciembre de 2022 a diciembre de 2023, Donald Trump difundió su “Agenda 47”, con sus propuestas de campaña. Sobre inmigración, Trump dijo que prohibiría que los inmigrantes indocumentados recibieran cualquier beneficio, terminar con la ciudadanía por nacimiento para los hijos de inmigrantes indocumentados, reinstaurar una “prohibición de viajes” desde ciertos países, pausar las admisiones de refugiados, ordenar una “investigación extrema de los ciudadanos extranjeros”, bloquear las subvenciones federales a las ciudades santuario, terminar con la práctica de “atrapar y liberar” a los migrantes mientras esperan audiencias de inmigración, cerrar la frontera sur a los solicitantes de asilo y suspender los programas de visas, incluida la lotería de visas y las visas familiares. Para la política económica, propuso recortar impuestos y reducir regulaciones federales, además de proponer aranceles básicos sobre productos extranjeros con la esperanza de estimular la manufactura estadounidense, que aumentarán para los países que tienen “prácticas comerciales desleales” (Forbes México, julio 18 de 2024, “¿Qué es Agenda47? Lo que hay que saber sobre la agenda política de Trump si es elegido”).
[16] The Heritage Foundation, 6 de diciembre de 2024, Kevin D. Roberts, “La luz temprana del amanecer”, https://www-heritage-org.translate.goog/conservatism/commentary/dawns-early-light?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=tc
[17] Este Proyecto “Fue elaborado por la organización Heritage Foundation con el concurso de 100 fundaciones igualmente conservadoras y ultraconservadoras, y es la hoja de ruta que Trump tomará de base para expandir su poder e imponer su credo” (La Jornada,10 de febrero de 2025, Arturo Balderas Rodríguez, “Eficiencia, productividad y mezquindad”).
[18] Kai Rylan, Proyecto 2025, USA, 2024, p. 124,
[19] En su primer mandato (2016 – 2021), Trump nombró a tres jueces de la Corte Suprema y más de 200 jueces federales conservadores.
[20] En la apertura de negociaciones con Rusia para terminar la guerra en Ucrania, Trump hizo caso omiso de la OTAN, de la Unión Europea y del mismo Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, a quien llamó “dictador sin elecciones”. “Estados Unidos primero”, antes que los intereses de sus aliados de la posguerra y la permanencia de las agotadas realidades geopolíticas.
[21] idem, p.5. La reforma del sistema de inmigración se tradujo en la práctica, en persecuciones, redadas, deportaciones y militarización de la frontera. Y junto con el tema del fentanilo y los aranceles, en mecanismos de presión sobre la manufactura en México, el petróleo en Canadá, y la revisión adelantada del T-MEC,
[22] idem., p.6. Es en el espacio de esta política petrolera de EEUU, que cobran sentido las declaraciones de Trump, en cuanto a las anexiones de Canadá y Groenlandia, y el cambio de política con Venezuela. Estos dos países y la isla bajo el control danés tienen abundancia de petróleo, además de otras riquezas y ventajas comerciales y militares.
El proyecto 2025 de Trump
Dra. Ana Alicia Solís y Dr. Max Ortega[1]
Entre 1950 y 1980, la hegemonía norteamericana se desarrolló dentro de un ciclo de expansión capitalista mundial con altas tasas de crecimiento económico, incrementos salariales, abundancia de empleo, bienestar y pactos sindicales, firmemente afianzados.
Revestida de legitimidad, la dominación imperial no encontró grandes desafíos. Su potencia militar avaló sus decisiones económicas y políticas y garantizó la estabilidad de los equilibrios internacionales.
Después de 1980, sin embargo, todo cambió. La contracción económica fue acompañada por sucesivos momentos de crisis y recesión que redujeron el crecimiento económico, abatieron los salarios, generaron desempleo, modificaron las estructuras políticas y sociales y dieron vida a nuevos conflictos.
La globalización neoliberal, impuesta por el poder estadounidense no resultó ser la mejor solución para los problemas del nuevo periodo histórico.
El déficit comercial de la economía estadounidense que había comenzado en los setenta aumentó hasta convertirse, entre 1994 y 2000, en un grave problema. Desde entonces, como escribió Emmanuel Todd, “El mundo, cada vez más claramente, produce para que los Estados Unidos consuman. En Estados Unidos no se establece equilibrio alguno entre importaciones e importaciones. La nación autónoma y superproductiva de la inmediata posguerra se ha convertido en el centro de un sistema y su vocación dentro del mismo es consumir más que producir”[2].
Desde la presidencia de Donald Reagan que comenzó en1981, hasta la administración Trump en 2016, y su segundo mandato, que se inició en 2025, los conservadores del partido republicano han echado mano del recorte de impuestos, la desregulación, el gasto militar, y otras medidas, para solventar los problemas económicos. La globalización neoliberal patrocinada por las administraciones demócratas de Clinton, Obama y Biden, por su parte, tampoco pudo evitar que la crisis norteamericana se ahondara, tanto en su dimensión nacional como internacional.
Resultados electorales de 2024
En 2024, Donald Trump y el Partido Republicano ganaron la presidencia de la República con 312 votos electorales (77,297,721 votos populares, 49.9%) contra 226 votos electorales de Kamala Harris del Partido Demócrata (75,000,338 votos populares, 48.4%); 27 gobernadores del Partido Republicano contra 23 del Partido Demócrata; 53 senadores del Partido Republicano contra 47 del Partido Demócrata; 220 diputados del Partido Republicano contra 215 del Partido Demócrata.
Los resultados electorales de 2024, respecto a los de 2022, variaron muy poco. El Partido Republicano que en 2022 tenía 49 senadores, obtuvo 4 senadores más en 2024. En la Cámara de Representantes, tenía 222 diputados, y obtuvieron 2020 en 2024, 2 diputados menos. El Partido Demócrata tenía en 2022, 51 senadores, y en 2024, obtuvo, 47 senadores, 4 senadores menos. En la Cámara de Representantes, el Partido Demócrata tenía en 2022, 213 diputados, y en 2024, obtuvo 215, 2 diputados más.
Con estos resultados, el Partido Republicano tomó el control de la Presidencia de la República, del Senado y de la Cámara de Representantes. Aunque, sí se observa con cuidado, la diferencia mayor está en los votos electorales, y la menor en el voto popular. La victoria electoral de Trump y del Partido Republicano no tiene las dimensiones de las que habló la propaganda conservadora. La diferencia del voto popular entre uno y otro candidato presidencial fue apenas del 1.5%. Lo que nos coloca frente a una Nación dividida. Partida en dos. Con profundos disensos ideológicos, sociales y políticos.
Bloque capitalista conservador
De 2016 a 2024, Trump organizó un amplio sistema de alianzas con personas, organizaciones de ultraderecha[3], Iglesias (Cinturón Bíblico del sur de EEUU), grupos económicos e instituciones culturales que se movilizaron como movimiento electoral (MAGA), como aparato cultural (Heritage Foundation) y como institución política (Partido Republicano).
Diversos sectores de la economía apoyaron la campaña electoral de Trump. Empresarios de la industria de alta tecnología, del sector financiero, de la industria petrolera, de la industria militar, de la industria automotriz, de las tiendas minoristas de autoconsumo, la industria hotelera y otros, que buscaban políticas favorables para la inteligencia artificial y las criptomonedas, beneficios corporativos, desregulaciones, recortes fiscales para los ricos y el aplastamiento de los trabajadores y sus sindicatos[4].
Frente a la coalición de las y los trabajadores, se conformó el bloque de los propietarios, decididos a proteger la riqueza acumulada durante las últimas cuatro décadas de neoliberalismo. Elon Musk, propietario de la automotriz Tesla, la empresa espacial Space X y la red social X (Twitter); Jeff Bezos, de Amazon y Blue Origin; Mark Zuckerberg, de Meta; Sundar Pichai, de Google; Larry Ellison, de Oracle; Miriam Adelson, heredera del imperio de casinos Las Vegas Sands; el magnate de los medios Rupert Murdoch; Brian Armstrong, de Coinbase; Peter Thiel y Alex Karp, ambos de Palantir; Tim Cook, de Apple; Sam Altman, de Open AI de Alphabet, matriz de Google[5]; Dara Khosrowshahi, director ejecutivo de Uber; Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI; William Ackman y John Paulson. de fondos de cobertura y de capital privado; Steve Schwarzman, de Blackstone (Wall Street), y otros más, hicieron donaciones de cientos de millones de dólares[6].
A todos ellos, alcanzada la victoria electoral se les distribuyeron espacios de poder político. Elon Musk, fue designado jefe del Departamento de Eficiencia del Gobierno ; Scott Bessent, jefe del Departamento del Tesoro; Chris Wrigth, secretario de Energía; Sean Duffy, secretario de Transporte; Howard Lutnick, secretario de Comercio; Doug Burgum, secretario del Interior; Linda MacMahon, supervisora del Departamento de Educación; Georgia Kelly Loeffler, jefa la Administración de Pequeñas empresas; Warren Stephens, embajador en el Reino Unido; Jared Isaacman, jefe de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio.
Así, el comando del gobierno norteamericano quedó en manos de un puñado de empresarios ricos, de derecha. Acabándose de completar la transición de la democracia liberal en crisis a la oligarquía autoritaria.
La debilidad del imperio.
Al paso de los años, los problemas de la economía norteamericana crecieron y su debilidad aumentó. Los datos de 2024 sobre PIB, deuda, déficit comercial y gasto militar, así lo dejan ver. El crecimiento del PIB fue de 2,8%[7]. La deuda nacional fue de 36 billones de dólares[8] con un pago anual de intereses superior al billón de dólares. El déficit comercial aumento a $918.4 mil millones de dólares[9]. Los mayores déficits comerciales se registraron con China ($-295.4 mil millones), la UE ($-235.6 mil millones), México ($-171.8 mil millones) y Vietnam ($-123.5 mil millones)[10]. Su gasto militar también siguió creciendo. Entre 2014 y 2023, EEUU incrementó su gasto militar, en un 1.272%[11]. En este último año, EEUU fue líder de gasto en el sector bélico, pues tuvo una inversión militar a nivel global de 916 mil millones de dólares[12], el 37.5% del total mundial que alcanzó los 2.3 billones de dólares. Esta inversión en gasto militar representó el 37% de su PIB[13].
Las repercusiones de la situación económica en la vida política no tardaron en manifestarse como crisis del sistema político, crisis de gobierno, crisis del sistema electoral y de partidos, y crisis del modelo estadounidense de “democracia”. Esta crisis política global, afincada en la economía y sus derivaciones internas (pobreza y desigualdad social creciente), tuvo su correlato externo en la creación de nuevos bloques económicos ( BRICs y UE) y equilibrios geopolíticos.
Esta articulación de crisis económica y crisis política se plasmó inicialmente en los acontecimientos del 6 de enero de 2021 en el Capitolio, cuando milicias de extrema derecha (posfascista) asaltaron el Capitolio con la intención de impedir el traspaso de la presidencia del republicano Donald Trump al demócrata Joe Biden.
Tras 18 meses de investigación un comité de la Cámara de Representantes entregó al Departamento de Justicia, un listado de cargos en contra del expresidente Donald Trump, por su participación en el asalto al Capitolio, y en el que incluían, entre otras acusaciones, las de obstrucción de las funciones del Congreso, incitación a la insurrección, conspiración para defraudar a Estados Unidos y declaración de falsedades. Pero no pasó nada. Donald Trump siguió recaudando fondos, sumando aliados, ganando voluntades, estableciendo compromisos y fortaleciendo con todo ello a su movimiento MAGA (Make America Great Again), ganar las elecciones y reelegirse, en un segundo periodo.
Proyecto 2025
Para superar estas dificultades, se generaron en la clase dirigente, dos grandes agendas electorales: la de Kamala Harris[14] y la de Donald Trump[15]. La primera fue derrotada electoralmente por la segunda, un factor determinante, fue la oferta de programa de gobierno de la “Agenda 47”, con sus veinte puntos programáticos, elaborada a partir del Proyecto 2025, texto redactado por la Fundación Heritage en colaboración con otras fundaciones. Este Proyecto era, es, potencialmente, todo un proyecto conservador de reforma del gobierno y la sociedad.
El 13 de noviembre de 2024, Kevin D. Roberts, presidente de The Heritage Foundation, analizó la victoria de Donald Trump, e hizo la reflexión que sigue: “Y a diferencia de 2016, Trump ahora cuenta con un equipo de profesionales sólidos, probados y con la filosofía de ‘Estados Unidos primero’, listos para ejecutar sus planes desde el primer día. Ya lo hemos observado en sus nombramientos hasta ahora. Trump asumirá el cargo en enero con una agenda de transformación, un amplio mandato nacional y el personal para llevarlo a cabo. Estados Unidos no ha visto nada parecido en más de una generación”[16]. La “agenda de transformación” en cuestión era el Proyecto 2025, elaborado por la fundación por él presidida.
Lo dicho no era solo retórica. Apenas hecha la toma de protesta, aparecieron las ordenes ejecutivas, que produjeron en la opinión pública confusión e incertidumbre agravada una y otra, por quienes solo veían en estas decisiones de Trump, locura repentina o simple despliegue de estrategias mediáticas. La verdad, sin embargo, era más sencilla, el presidente Donald Trump estaba aplicando las medidas más inmediatas, que según el Proyecto 2025, debían llevarse a cabo en los primeros 180 días de gobierno.
Proyecto y políticas
En el Proyecto 2025. Un mandato para el liderazgo. La promesa conservadora[17], estaban contenidos los temas más relevantes sobre la política, la economía y la sociedad norteamericana, y las recomendaciones que sobre los mismos proponía la Fundación Heritage, y que el gobierno Trump hizo suyos para este segundo mandato.
Política. Reducción del tamaño y el poder del gobierno federal. Reducir las regulaciones federales. Transferir más poder a los estados. Depuración de los funcionarios públicos de carrera (“Estado profundo”). Despidos masivos en agencias clave como el FBI, el Departamento de Justicia y el Departamento de Estado. Reducción del poder de las agencias federales independientes (Reserva Federal y Agencia de Protección Ambiental). Aumento del número de puestos designados políticamente en agencias federales, organismos reguladores y el poder judicial. Y eliminación del Departamento de Educación, con transferencia de la responsabilidad de las escuelas públicas a las autoridades estatales y locales.
El propósito de la reestructuración de las agencias federales es modificar, de fondo, el equilibrio de poder entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. De manera tal, que “Al transferir más control sobre las agencias federales al poder ejecutivo, el presidente ganaría una cantidad sustancial de influencia sobre las operaciones diarias del gobierno, lo que podría limitar la capacidad del Congreso y el poder judicial para actuar como controles efectivos sobre el poder ejecutivo”[18].
Centralizado el gobierno, no habría nadie capaz oponerse a la voluntad presidencial, es decir, a Donald Trump, quien además cuenta con la mayoría de, gobernadores, senadores, Representantes, y una porción importante de jueces[19].
En materia de seguridad nacional se aboga por un ejército más fuerte, y un retorno al principio de “Estados Unidos primero”, que priorice los intereses de Estados Unidos por encima de las organizaciones internacionales o naciones extranjeras[20].
Economía. Asegurar, las fronteras de Estados Unidos y reformar el sistema de inmigración. “El Proyecto 2025 exige controles de inmigración estrictos, incluida la finalización de un muro fronterizo, deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados y la eliminación de políticas como la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia. Busca retirar también fondos a las ciudades santuario y redirigir recursos federales hacia la vigilancia fronteriza”[21].
Para favorecer la política de reindustrialización, que está en el centro de la estrategia económica, se “tiene como objetivo promover la independencia energética haciendo retroceder las iniciativas sobre el cambio climático y aumentando la producción de combustibles fósiles. El proyecto aboga por el desmantelamiento de las regulaciones ambientales que han restringido la producción de energía. argumentando que tales medidas son innecesarias y perjudiciales para la economía”[22]. Se promoverá la ampliación de la perforación en tierras federales, la flexibilización de las restricciones al fracking y la reducción de las barreras regulatorias a la construcción de oleoductos y otras infraestructuras.
Considerados los compromisos climáticos internacionales como una amenaza a la soberanía estadounidense y un obstáculo para el crecimiento económico, EEUU se retirará del Acuerdo Climático de París.
Para frenar la inflación se reducirá drásticamente el gasto público recortando el financiamiento de educación, vivienda, protección ambiental y servicios sociales. Al mismo tiempo que se reducirán los impuestos y el endeudamiento gubernamental.
Los programas de prestaciones sociales como el Seguro Social y Medicare serán reconvertidos. En el primer caso se aumentará la edad de jubilación y se modificará la fórmula de beneficios para reducir los pagos a las personas con mayores ingresos. Para Medicare se aplicarán soluciones basadas en el mercado (medicina privada y vales)
Sociedad. Eliminación del Departamento de Educación y prohibición para que en las escuelas públicas se discutan la teoría crítica de la raza y las cuestiones de “género” (identidad de género, fluidez de género y derechos de las personas transgénero), regresando a la autonomía local educativa, para que los estados, las comunidades y los padres decidan qué es lo mejor para sus escuelas, sin las trabas de regulaciones federales o mandatos curriculares. Reteniendo los fondos federales de las escuelas que no se sometan a la censura académica.
Reversión de los programas de equidad, inclusión y diversidad, orientados a las minorías raciales, las mujeres y la comunidad LGBTQ+.
En materia de atención médica y derechos reproductivos el objetivo es limitar el acceso al aborto mediante el apoyo a prohibiciones y restricciones a nivel estatal y, al mismo dificultar el acceso a medicamentos utilizados en abortos.
Consideraciones finales
1. Desde la presidencia de Ronald Reagan que comenzó en 1981 y hasta el segundo mandato de Donald Trump que acaba de iniciarse este año, la fracción republicana de la burguesía estadounidense se empeñó en elaborar, frente a los demócratas, un proyecto propio de Estado y sociedad. Como parte de este esfuerzo, logró arribar al proyecto 2025, cuyas primeras bases se sentaron en el Mandato de Liderazgo, publicado en 1980. La responsabilidad de este trabajo cultural, entonces y hoy, recayó en la Fundación Heritage, un potente aparato conservador de producción intelectual.
2. Producción, deuda, déficit comercial y gasto militar son, desde hace mucho tempo problemas estadounidenses no resueltos. La creciente debilidad norteamericana, agravada por la estabilización y el resurgimiento de Rusia, la competencia de China, el avance de los BRICS y el estancamiento de la Unión Europea, marcan el declive imperial de Estados Unidos.
2. El control político de la Presidencia, la mayoría de los gobernadores, el Senado, la Cámara de Representantes y parte importante del Poder Judicial, en manos de Trump y el Partido Republicano está basado en un consenso muy limitado que puede resultar poco duradero.
Las primeras acciones de la administración Trump sufrieron reveses judiciales. Un juez federal determinó que su gobierno no había cumplido con su orden de descongelar el gasto federal y le ordenó desembolsar el dinero; otro bloqueó su orden ejecutiva destinada a negar la ciudadanía estadunidense por nacimiento, y un tercero suspendió el plazo para que renuncien “voluntariamente” los funcionarios del gobierno.
4. Los integrantes del gobierno de Trump, compuesto por los más ricos, no fue elegido por los ciudadanos, sino designados por sus altas contribuciones al financiamiento de su campaña electoral. Personajes como Elon Mosk, corroboran la profundidad de la crisis de la democracia y el sistema político norteamericano, y el triunfo del principio oligárquico.
5. Trump insiste, una vez más, en ver a México de manera equivocada. Es su “socio económico”, en virtud del T – MEC, pero le da un trato de súbdito. Los migrantes mexicanos que trabajan en los campos y en las ciudades de EEUU fueron los primeros en sufrir la persecución a todas horas y en todas partes, en los centros de trabajo, en sus domicilios particulares, en las iglesias o en las escuelas. Las deportaciones fueron acompañadas por la amenaza de negar la ciudadanía estadounidense por nacimiento a miles de descendientes de familias mexicanas.
6. La amenaza militar de EEUU. Se militarizó, la frontera; sin ningún tipo de consulta con el gobierno mexicano, aviones espías realizaron vuelos durante 10 días a fines de enero y principios de febrero para “vigilar” a los cárteles mexicanos; y se aprobó al final, la designación de los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, con todas las implicaciones de dicha conceptualización.
7. Los aranceles como mecanismos de coerción económica. El primero de enero impuso a México, unilateralmente, aranceles del 25 por ciento. Dos días después acordó con la Presidenta de la República Claudia Sheinbaum, pausar la imposición del 25% de aranceles a las exportaciones mexicanas a EEUU en tanto las mesas de trabajo de ambas partes, en materia de seguridad, migración y comercio. Faltando a su palabra, el presidente Donald Trump firmó intempestivamente, el 10 de febrero, los decretos para elevar los aranceles a las importaciones de acero y aluminio a 25 por ciento, cancelando exenciones y cuotas libres de impuestos para los principales proveedores, entre ellos México, Canadá y Brasil.
Más todavía, el 18 de febrero anunció que los aranceles para los automóviles importados de México serían de 25 por ciento o más y que aumentarían sustancialmente en el transcurso de un año.
8. En materia política y comercial, Estados Unidos ha dejado de ser un factor de estabilidad y certidumbre. Su proteccionismo económico y sus decisiones unilaterales son una amenaza para la certeza y confianza que necesariamente deben existir en las relaciones comerciales entre naciones soberanas.
La próxima revisión del T-MEC, será difícil para México. Se impone el análisis de otras opciones comerciales.
[1] Dra. en Ciencias Sociales y Dr. en Ciencia Política
[2] Emmanuel Todd, Después del imperio. Ensayo sobre la descomposición del sistema norteamericano, segunda edición, Ediciones Akal, España, 2012, pp. 60 y 61.
[3] Organizada en las milicias ”patrióticas” –los Proud Boys, los Oat Keepers y los Three Percenters– . Esta derecha racista, ultranacionalista, militarista, y en preparación, desde hace algunos años, para la “guerra civil venidera”, apareció públicamente en 2021 y acompañó a Trump a lo largo de 2024.
[4] “El giro fascista de Elon Musk no es en absoluto desconcertante. Todo tiene que ver con el trabajo.
Todo empezó cuando los trabajadores de Tesla intentaron sindicarse en 2017. Musk se opuso ferozmente al intento de sindicalización, y ganó. Hoy, Tesla es el único fabricante de automóviles no sindicalizado en Estados Unidos ( sinpermiso, 12 de enero de 2025, Grace Blakeley, “El giro fascista de Elon Musk”). El ascenso del movimiento de los trabajadores Se generalizó, por otra parte, desde 2022. Después de décadas de disminución de la afiliación sindical se iniciaron varios procesos de formación de sindicatos en empresas como Amazon, Starbucks, la matriz de Google, Alphabet, y el minorista de actividades al aire libre REI (sinpermiso, 17 de septiembre de 2022, Elizabeth Oglesby, “Las recientes victorias sindicales en Amazon y Starbucks recuerdan a un periodo anterior de sindicalismo: cómo los migrantes centroamericanos expandieron el movimiento obrero”). Estallaron huelgas importantes de la industria automotriz, de hoteles en California, de enfermeras del sector privado en Minnesota, de guionistas, en Starbucks, de enfermeras en hospitales neoyorquinos y de los trabajadores de Boeing, entre otras. Un hecho, sin duda relevante es que estas movilizaciones fueron apoyadas por Biden, Kamala Harris, Bernie Sanders y Alexandria Ocasio Cortez, miembros todos ellos del Partido Demócrata (LaPolíticaOnline, 3 de mayo de 2022, “Harris recibirá a los líderes sindicales de Amazon y Starbucks en la Casa Blanca “).
[5] La Jornada, 3 de febrero de 2025, Carlos Fazio, “EU: plutocracia sin máscaras”.
[6] El total de donaciones a la campaña electoral de Donald Trump, sumaron un total de 737 millones de dólares (El Financiero, 6 de diciembre de 2025, Bill Allison, “Favor con favor se paga: Trump da puestos clave a millonarios que donaron a su campaña”. En EEUU, a diferencia de México, el financiamiento de las campañas electorales es privado. La Ley Federal de Campañas Electorales de 1971 permite que una persona u organización política aporte dinero a la campaña de un candidato, tanto en las elecciones primarias como en las elecciones generales.
[7] CaixaBankResearch, 31 de enero de 2025, Isabel Lara White, “El PIB de EE. UU. Creció un 2,8% en 2024 impulsado por la demanda interna”. El crecimiento del PIB de la economía China fue en 2024, del 5% (CaixaBankResearch, 17 de enero de 2025, Luis Pinheiro de Matos, “La economía china crece un 5% en 2024, superando expectativas”.
[8] expansión, 19 de abril de 2024, “La deuda de Estados Unidos en 2024 crece y así afecta a México y al mundo”.
[9] Trading Economics, “Estados Unidos – Balanza comercial”, https://es.tradingeconomics.com/united-states/balance-of-trade.
[10] Trading Economics, “Estados Unidos – Balanza comercial”, https://es.tradingeconomics.com/united-states/balance-of-trade
[11] “Los 15 países que más incrementaron su gasto militar entre 2014 y 2023”, https://es.statista.com/estadisticas/1419543/paises-con-mayor-aumento-de-su-gasto-militar/
[12] “Los 15 países con el gasto militar más alto en todo el mundo en 2023 en miles de millones de dólares”, https://es.statista.com/estadisticas/635107/paises-con-el-gasto-militar-mas-alto/
[13] “Ranking de países con mayor porcentaje de su producto interior bruto (PIB) invertido en gasto militar en 2023”, https://es.statista.com/estadisticas/1420463/paises-con-mayor-porcentaje-de-su-pib-destinado-a-gasto-militar/
[14] Las propuestas electorales de Kamala Harris se pueden ver en Milenio, 26 de octubre de 2024, “¿Qué promete Kamala Harris si gana las elecciones presidenciales de EU? “; y en CNN, 4 de noviembre de 2024, Tami Luhby y Way Mullery, “Las propuestas de Kamala Harris para la presidencia de EE.UU.: economía, salud, inmigración, aborto y más “. En materia de migración, en particular, proponía una reforma que ofreciera un “camino a la ciudadanía” para los indocumentados que ya vivían en Estados Unidos. Respecto al comercio, rechazaba los aranceles generalizados, limitando su aplicación solo para algunas importaciones chinas, como loe vehículos eléctricos.
[15] Durante la temporada de elecciones primarias, de diciembre de 2022 a diciembre de 2023, Donald Trump difundió su “Agenda 47”, con sus propuestas de campaña. Sobre inmigración, Trump dijo que prohibiría que los inmigrantes indocumentados recibieran cualquier beneficio, terminar con la ciudadanía por nacimiento para los hijos de inmigrantes indocumentados, reinstaurar una “prohibición de viajes” desde ciertos países, pausar las admisiones de refugiados, ordenar una “investigación extrema de los ciudadanos extranjeros”, bloquear las subvenciones federales a las ciudades santuario, terminar con la práctica de “atrapar y liberar” a los migrantes mientras esperan audiencias de inmigración, cerrar la frontera sur a los solicitantes de asilo y suspender los programas de visas, incluida la lotería de visas y las visas familiares. Para la política económica, propuso recortar impuestos y reducir regulaciones federales, además de proponer aranceles básicos sobre productos extranjeros con la esperanza de estimular la manufactura estadounidense, que aumentarán para los países que tienen “prácticas comerciales desleales” (Forbes México, julio 18 de 2024, “¿Qué es Agenda47? Lo que hay que saber sobre la agenda política de Trump si es elegido”).
[16] The Heritage Foundation, 6 de diciembre de 2024, Kevin D. Roberts, “La luz temprana del amanecer”, https://www-heritage-org.translate.goog/conservatism/commentary/dawns-early-light?_x_tr_sl=en&_x_tr_tl=es&_x_tr_hl=es&_x_tr_pto=tc
[17] Este Proyecto “Fue elaborado por la organización Heritage Foundation con el concurso de 100 fundaciones igualmente conservadoras y ultraconservadoras, y es la hoja de ruta que Trump tomará de base para expandir su poder e imponer su credo” (La Jornada,10 de febrero de 2025, Arturo Balderas Rodríguez, “Eficiencia, productividad y mezquindad”).
[18] Kai Rylan, Proyecto 2025, USA, 2024, p. 124,
[19] En su primer mandato (2016 – 2021), Trump nombró a tres jueces de la Corte Suprema y más de 200 jueces federales conservadores.
[20] En la apertura de negociaciones con Rusia para terminar la guerra en Ucrania, Trump hizo caso omiso de la OTAN, de la Unión Europea y del mismo Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, a quien llamó “dictador sin elecciones”. “Estados Unidos primero”, antes que los intereses de sus aliados de la posguerra y la permanencia de las agotadas realidades geopolíticas.
[21] idem, p.5. La reforma del sistema de inmigración se tradujo en la práctica, en persecuciones, redadas, deportaciones y militarización de la frontera. Y junto con el tema del fentanilo y los aranceles, en mecanismos de presión sobre la manufactura en México, el petróleo en Canadá, y la revisión adelantada del T-MEC,
[22] idem., p.6. Es en el espacio de esta política petrolera de EEUU, que cobran sentido las declaraciones de Trump, en cuanto a las anexiones de Canadá y Groenlandia, y el cambio de política con Venezuela. Estos dos países y la isla bajo el control danés tienen abundancia de petróleo, además de otras riquezas y ventajas comerciales y militares.