El odio a Álvarez-Buylla

CE, Intervención y Coyuntura 

Revisar las redes sociales del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Técnicas es una proeza para el sentido común. En el FB, espacio donde conviven un sinfín de “grupos de becarios” o de quienes presumen su adscripción “SNI”, es particularmente vergonzoso, no solo por la reiteración de obviedades sino por la inundación de fake news. Por su parte cada publicación oficial recibe una andanada de reacciones “me divierte” y un sinfín de comentarios burlones, ridiculizantes y agresivos. Y no, no son bots. Ingresar a los perfiles implica observar a gente que ha realizado –o dice haberlo hecho– estudios o que tiene algún tipo de expertise.

Y es que, la Cuarta Transformación ha supuesto para un sector de la llamada “comunidad científica” (ambos nombres quedan demasiado grandes para las mónadas de viajeros en la red que pasan a dejar “me divierte”) es ridículo el hecho de que se pretenda realizar una práctica científica distinta. Es inverosímil que se consideren otros saberes más allá de los que privan en laboratorios. Resulta insoportable, además, de que se coloque atención en la alimentación, en la agricultura y en la reproducción de la vida. Para la comunidad del “me divierte”, la ciencia es cosa de trasnacionales, de dinero, de supuestos sabios.

Ni duda cabe que la directora durante esta primera etapa de la 4T se ganó la enemistad de un sector importante, que no es el de la “comunidad científica del me divierte” en redes sociales, sino de la gran elite, tema que exploraremos en otra columna. Ahora, pensar que enfrentada a grupos muy específicos de poder se extiende a personajes fuera de las áreas de poder, dice mucho de cómo se ve ese núcleo. Y es que, con sinceridad, a ellos nada les pasó ni les afectó, toda vez que se abrieron más espacios, se generaron nuevos programas, el SNI se amplió, se flexibilizaron rubros y se permitió un mayor peso a la incidencia. Invirtiendo los términos de esa hegemonía de la devastación intelectual neoliberal, es válido preguntarte ¿Habrá sido ese el error? Al parecer, un grupo prefiere aun el encierro, la atomización y el seguir creyéndose separados de la sociedad.