Claudia Sheinbaum podría alcanzar la votación más grande de la historia

Milton Gabriel Hernández García

La elección de 2024 será histórica no solo porque casi con toda seguridad, según lo que muestran los estudios demoscópicos, Claudia Sheinbaum será la primera mujer presidenta de nuestro país. Será histórica además porque todos los pronósticos indican que logrará la votación más alta de todos los tiempos.

Hagamos un breve ejercicio de memoria y regresemos, por ejemplo, a 1982. En aquel año, Miguel de la Madrid (PRI) resultó ganador con 16.7 millones de votos. Pablo Emilio Madero, abanderado del PAN, obtuvo 3.6 millones y Arnoldo Martínez Verdugo, el candidato de las izquierdas por el PSUM, apenas logró 821,993 sufragios.

En 1988, según las cifras oficiales en medio de aquella famosa “caída del sistema” electoral, Carlos Salinas de Gortari (PRI) ganó la elección con 9.6 millones de votos. Le siguió Cuauhtémoc Cárdenas, candidato de la izquierda por el Frente Democrático Nacional (FDN), con 5.9 millones y Manuel Clouthier del PAN, con 3.2 millones.

Resultados electorales 2000-2018.

En 1994, el PRI incrementó exponencialmente su votación, 8 millones más de sufragios que en la elección anterior. Los analistas lo atribuyen a varias causas, mismas que ahora no tenemos espacio para exponer. Su abanderado, Ernesto Zedillo, un candidato gris y falto de carisma obtuvo casi 17.2 millones de votos. Diego Fernández de Cevallos, del PAN, logró 9.1 millones y Cárdenas (PRD) obtuvo casi los mismos que en 1988: 5.8 millones.

Para el año 2,000, el PAN ganó las elecciones con los 15.9 millones de votos que obtuvo Vicente Fox. Francisco Labastida del PRI quedó con 13.5 y Cárdenas logró esta vez 6.2 millones. En 2006, independientemente de la polémica en torno a si hubo o no fraude, los resultados fueron muy cerrados: 15 millones de votos para Felipe Calderón (PAN), 14.7 millones para Andrés Manuel López Obrador (PRD) y 9.3 millones para Roberto Madrazo (PRI). Patricia Mercado (PASC) obtuvo 1.1 millones y Roberto Campa Cifrián (PANAL), apenas 400 mil sufragios.

En 2012 el PRI obtuvo una votación que le permitió superar incluso los números de Zedillo en 1994, pues Enrique Peña Nieto obtuvo 19.1 millones de votos, Andrés Manuel López Obrador (PRD) 15.8, Josefina Vázquez Mota del PAN, 12.7 y Gabriel Quadri (PANAL), 1.1 millones.

2018 es un año histórico en el devenir de las elecciones en México. El candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador (MORENA) llegó a la inédita cifra de 30.1 millones de votos. Muy por arriba de sus tres adversarios, pues Ricardo Anaya (PAN) logró 12.6 millones, José Antonio Meade (PRI), 9.2 y Jaime Rodríguez “El Bronco”, 2.9 millones.

Estamos en 2024 y el próximo 2 de junio se realizará la elección más grande de la historia por el número de cargos que están en disputa, entre ellos, la presidencia. Al hacer una revisión detallada de los estudios demoscópicos disponibles, de los escenarios y de las tendencias político-electorales a uno, dos y tres meses, existe información suficiente y datos claros que nos permiten asegurar que existe una alta probabilidad de que los números de la elección queden de la siguiente manera:

Claudia Sheinbaum (MORENA-PT-PVEM) oscilaría entre su peor escenario que va de 33.5 a 34 millones de votos probables, hasta un escenario muy favorable que le podría llevar a obtener una votación de alrededor de 38 millones. Algunos estudios de prospectiva electoral le llevan a una cifra poco probable pero no imposible de 41.5 millones de votos.

Xóchitl Gálvez (PRI-PAN-PRD) podría obtener en su mejor escenario, 22 millones de votos y en su peor perspectiva, 16 millones. Jorge Álvarez Máynez (MC) oscila entre un mínimo de 2.4 y un máximo de 4 millones.

A dos semanas de la elección, ningún estudio demoscópico serio que se está realizando en el país (incluso los que están haciéndose desde el extranjero), permite visualizar un cambio drástico en estos escenarios posibles. Lo que indican es que podrían moverse uno o dos números hacia arriba o hacia abajo las preferencias para cada candidatura. Pero nada, incluida la guerra sucia, que pudiera provocar un cambio drástico, una caída o una subida abrupta y exponencial en las tendencias.

Si así fuera, y estamos a quince días para validar o invalidar estos escenarios, Claudia Sheinbaum será la primera mujer en ser presidenta, habiendo obtenido un número de votos que absolutamente nadie, ningún candidato ha conseguido a lo largo de la historia de nuestro país.