Carta a un poeta sobre Vallejo. Merton a Eshleman

Nota y versión de Raúl Soto

Si el mundo académico estadounidense acoge a César Vallejo desde la década de 1940, la recepción se ampliará al público general gracias a Thomas Merton. El poeta y teólogo trapense ya tenía un grupo considerable de lectores cuando publica su traducción Four Poems of Cesar Vallejo (1960), en la revista neoyorquina Pax. Merton consideraba que la poesía producida en América Latina tenía mayor relevancia que la de su país adoptivo porque, como le escribe a Margaret Randall, «tiene algo que ver con la vida». La actitud de Merton hacia los poetas latinoamericanos es de admiración y respeto, sin ningún rasgo de etnocentrismo, lo que se refleja en sus traducciones. Uno de los poemas publicados en Pax es el LXXV de Trilce. Merton, en vez de mantener los números romanos, prefiere titularlo en castellano usando el primer verso del texto en prosa: «Estáis muertos». Su poemario Emblems of a Season of Fury (1963), tiene un formato original, heterodoxo, porque incluye traducciones de Vallejo, Ernesto Cardenal y Pablo Antonio Cuadra, entre otros. De esa manera Merton establece un diálogo armónico —una comunión, como le habría gustado decir al monje— entre sus propios textos y los de sus pares de Nuestra América: el otro, el desconocido e incomprendido por los lectores estadounidenses. Y esa parece ser la motivación ética de Merton al contrastar su propia poesía con la producida South of the Border —prefiero denominarlo Sur Global— para dejar escuchar su voz en el imperio. La nota biográfica de su libro sobre el poeta peruano valora su poesía como uno de «los logros creadores más auténticos de nuestro tiempo». Y será en una carta —escrita en junio de 1963— al joven poeta Clayton Eshleman donde Merton se explayará en su apreciación de Vallejo.

Thomas Merton

Carta a un poeta sobre Vallejo

Ha tomado cierto tiempo para recibir una carta como la tuya, entre las otras cartas de editores, locos, ofendidos; de los ricos con sus propuestas y de los fanáticos con sus acusaciones.

Solo he traducido media docena de poemas de Vallejo (me parece que todos estaban en Poemas humanos), cuatro serán incluidos en mi nuevo libro de este otoño,[1] así que ahora no estoy traduciendo ni haciendo nada al respecto. Me alegro saber que tú sí.[2] Me parece que si todos los poetas de Estados Unidos pudieran traducirlo ni siquiera empezarían a comprenderlo.

De alguna manera entendiendo lo que quieres decir acerca de Japón, y estás en lo cierto sobre las rocas y los bosques.[3] No mencionas la arena. Pero eso no excluye ningún lugar como el adecuado para leer y entender a Vallejo. Ello se debe, en mi opinión, a que es el poeta más universal, católico en ese sentido (el único sentido real) de esta época, el más católico y universal de todos los poetas modernos, el único poeta real desde (¿Quién? ¿Dante?) que no es parecido a Dante. Quizás Leopardi, a quien no leo frecuentemente, por supuesto que Quasimodo tiene algo de ello también.[4]

Entonces, lo que quiero decir es que Vallejo es completamente humano, lo contrario de nuestros poetas zombis, nuestras poetas niñas y nuestros verborreicos.[5] Realmente nunca he pensado todo lo que se debe empezar a decir sobre Vallejo, pero él es inmenso y extraordinario, un fenómeno grandioso, mucho más espléndido (en el sentido clásico) que Neruda, precisamente porque es en todo sentido más pobre.[6] No importa lo que hagan con Vallejo, nunca podrán encasillarlo. (Neruda se parapetó fácilmente sin dar ningún problema).

Por eso creo que una traducción de Vallejo no solo es una tarea agradable e interesante, sino tambien un proyecto de gran urgencia e importancia para la humanidad.

No obstante, me gustaría ver tus traducciones de Neruda.[7]

Si hablamos de cantidad no he leído todo y ni siquiera la mayoría de la excelente poesía latinoamericana. Hay demasiado. No creo que ninguno de los que conozco siquiera se acerque a la estatura de Vallejo, pero son buenos en aspectos menos profundos. Ninguno puede ser más directo, adentrarse tanto en el meollo de la cuestión y nunca quedarse ahí. Pero los latinoamericanos son mejores, en conjunto, que los norteamericanos.[8] No conozco a Cid Corman. Muchos de los otros, inclusive cuando demuestran sinceridad, dan la impresión de posar implícitamente y sobre todo en su sinceridad. Simplemente no tienen nada que decir, incluso cuando se indignan uno siente que su indignación (en el buen sentido, claro) todavía no ha superado la indignación consigo mismos y con el hecho de que aún no son apreciados por todos.

Vallejo es un gran poeta escatológico,[9] con un gran sentido del final y, a la vez, de los nuevos inicios (de los que no habla). Todos los otros corren en círculos reventando cohetes, gritando es un feriado nacional o una emergencia o algo parecido. O simplemente se regodean en una tina de palabras tontas.

No conozco a Hays, no he visto New Directions 15 y no estoy al tanto de los que se publica. No estoy bien informado y tú lo entenderás.[10]

[1] Emblems of a Season of Fury será publicado en diciembre de 1963 por New Directions. Esta misiva es de junio del mismo año y es la respuesta a la primera carta enviada por Eshleman a Merton.

[2] Eshleman empieza a publicar traducciones de Vallejo desde 1960. Su primer libro completo fue Human Poems, Grove Press, 1968.

[3] Eshleman trabajó como profesor de inglés en Japón de 1962 a 1964. Aquí el diálogo implícito indica que se encuentra traduciendo Poemas humanos.

[4] Merton no es literal al usar el término «católico», en el sentido actual que se refiere a dicha variante de la religión cristiana. A pesar de que enfatiza el sentido primigenio de «universal», “inclusivo», «total», no faltan críticos que resaltan solo la religiosidad cristiana de Vallejo.

[5] Estas afirmaciones guardan coherencia con la convicción de Merton que la poesía latinoamericana era más autentica y trascendente que la poesía estadounidense. En una carta dirigida a Stefan Baciu, Merton identifica la propensión de los poetas académicos de jugar con el lenguaje, usando trucos esotéricos y solamente califica a Robert Lowell de «poeta genuino».

[6] Yo lo leo en el sentido de austero, opuesto a grandilocuente.

[7] El año anterior Eshleman había publicado una selección de Residencia en la tierra.

[8] North Americans, en el original. Merton evitaba usar American, por considerarlo inexacto y peyorativo.

[9] En el sentido teológico del destino final del ser humano y toda la humanidad. No en el sentido establecido por André Coyné para referirnos a una poética del cuerpo relacionado con las excreciones.

[10] Merton tenía acceso limitado a libros debido a su vida monástica y muchas veces tuvo conflictos con el abad de la orden trapense a la que pertenecía. New Directions era una revista literaria publicada por la editorial del mismo nombre. El # 15 salió en diciembre de 1955, donde Hays publica el ensayo «The Passion of Cesar Vallejo» y 10 poemas del poeta peruano.