Revista Amauta y la modernidad arcaica, sobre un reciente libro de Claudio Berrios.
Víctor Hugo Pacheco Chávez
2020 fue un año muy productivo para los estudios mariateguianos. Entre los varios trabajos que se publicaron quiero referirme al realizado por el filósofo chileno Claudio Berrios (2020) que nos entregó su trabajo Hacia una modernidad arcaica. Amauta, Mariátegui y la querella en torno al indigenismo. Me parece importante señalar que Claudio Berrios es un joven investigador de Valparaíso que junto a Gonzalo Jara y el equipo, dirigido por Osvaldo Fernández, del Centro de Estudios del Pensamiento Iberoamericano de Valparaíso, han trabajado desde hace algunos años en la reflexión del trabajo sobre la obra y trayectoria de José Carlos Mariátegui. Proyecto que ha encontrado al momento buena acogida en la editorial Inubicalistas.[1]
La obra que nos entrega Claudio Berrios viene a delinear nuevas vetas de reflexión no solo de la obra de José Carlos Mariátegui, sino también en lo que podemos denominar el campo de los estudios mariateguianos, que por supuesto no estamos hablando de un grupo, red, equipo ampliado, ni mucho menos unidad a partir de una unidad temática. Hacemos referencia a la larga tradición de reflexiones sobre la obra de José Carlos Mariátegui que se siguen renovando año con año. En este sentido, el trabajo abona a una veta de estos estudios que ha sido poco atendida, a saber, los estudios sobre las publicaciones periódicas, que impulsó José Caros Mariátegui, como un objeto de estudio en sí mismas.
La revista Amauta un objeto de estudio todavía por explorar
Es interesante notar que dentro de la cada vez más extensa bibliografía sobre la producción teórica de José Carlos Mariátegui poca atención se le ha dado a la revista Amauta. Con ello, no queremos decir que sea Amauta se una publicación poco atendida por los estudiosos mariateguianos, sino más bien que Amauta. Revista mensual de doctrina, arte, literatura y polémica (1926-1930), como espacio de reflexión propia y centro de socialidad política, es un asunto poco tratado. Para que se me entienda mejor, son pocos los trabajos, y sobre todo en relación a la producción de libros, que al momento se han dedicado a convertir a la revista un objeto de estudio, dejándola de tomar como una simple fuente histórica, de la cual os estudiosos mariateguianos se puedan auxiliar para definir el contexto histórico de José Carlos Mariátegui o corroborar alguno que otro dato que permita situar históricamente algún acontecimiento o polémica.
Si exploramos un poco los trabajos que se han publicado, tanto en Perú como en otras latitudes sobre la revista Amuata, como objeto de estudio, sorprende lo escaso de estos trabajos. A continuación, señalaré los libros que se han publicado en este sentido, pero vale la pena señalar que, aunque se pueden encontrar algunos artículos la bibliografía en este sentido no se incrementa demasiado.
El trabajo pionero y que abre toda una línea de investigación poco atendida es el trabajo que realizó Alberto Tauro, y que se presentó como el número 19 de la colección Obras Completas de José Carlos Mariátegui publicado por la Empresa editora Amauta en 1960, bajo el título de Amauta y su influencia. Este trabajo delinea en términos generales las temáticas y los autores que publicaron en Amauta, es un libro indispensable para la comprensión de los debates que se vertieron en la revista. Aunque también hay que señalar que a pesar de la gran utilidad que hay para los estudios mariateguianos el libro adolece de una mayor interpretación sobre los temas que organiza y los periodos de la misma.
A finales de la década de los setenta se escribieron 2[2] trabajos sobre la revista Amauta. El primero es el de Jorge Falcón titulado Amauta: Polémica y Acción de Mariátegui, de 1979. En este trabajo fundamentalmente se trata de argumentar que Mariátegui y por ende la revista Amuata, aunque tuvieron relación política e intelectual con Víctor Raúl Haya de la Torre, no puede decirse que fueron tanto militante como órgano propagandístico, respectivamente, del aprismo. Falcón se encarga de señalar las diferencias de Mariátegui con Haya de la Torre desde el regreso del primero al Perú y sobre todo destaca su énfasis en el objetivo de crear una revista socialista que sirviera al movimiento obrero peruano. El segundo texto es la tesis doctoral que realizó David Wise, en 1978, titulada Amauta (1926-1930): A critical Examination. Es un trabajo bien documentado sobre los colaboradores de la revista y el contexto en el que se generó. Básicamente el trabajo ronda alrededor de tres tópicos que están más relacionados con las reflexiones de Mariátegui que con el entendimiento general de la revista: el problema indígena y el problema de la tierra, Amauta como organizador del movimiento proletario y la escena artística de los años veinte, quizá por ello, una de las primeras críticas que se generaron a este trabajo fue que se enfocaba más a señalar las contradicciones de Mariátegui como precursor cultural (Walker, 1986). Sin embargo, hay que anotar que David Wise observa a la revista como un gran foro indigenista y a Mariátegui lo ubica como un marxista indigenista.
En 2000 en España se publicó la tesis doctoral de Luis Veres Cortés, titulada La narrativa indigenista de Amauta, un trabajo que en buena medida dialoga con mucho de lo expuesto en el presente libro de Claudio Berrios que hoy estamos comentando. Sin embargo, y aunque no es mi intensión hacer una comparación de ambos textos, podemos decir que hay grandes diferencias a pesar de que las líneas de reflexión sean tenues y difusas, pero que son necesarias para entender los objetivos de ambos trabajos. El texto de Veres, como se puede intuir a partir del título, trata de la narrativa, del discurso creado por los indigenistas, pero enmarcado en un estudio de la manera en la cual los motivos literarios nutren la literatura de la vanguardia indigenista de los años veinte. En este sentido, es un trabajo que explora más el aspecto de la relación entre literatura y política, mientras que el trabajo que nos convoca realiza un análisis político de los actores que participan de la revista Amauta mostrando la pluralidad de perspectivas políticas y su relación con los problemas de la modernización y la construcción de un proyecto nacional. De esta manera, mientras para Veres el asunto de marxismo es un añadido del debate indigenista de la época, para Claudio Berrios el marxismo es el horizonte de discusión política no solo de la revista sino también de José Carlos Mariátegui.
En la primera década del siglo XXI Fernanda Beigel (2006) nos ofreció dos trabajos extraordinarios que sitúan la importancia de la revista Amauta a nivel continental. Me centraré en el segundo de ellos, que fue el titulado La epopeya de una generación y una revista. Las redes editoriales de José Carlos Mariátegui. Este trabajo valioso en sí mismo permitió visualizar el proyecto editorial de Mariátegui más allá de la revista Amauta, y aunque torga una reflexión importante sobre dicha publicación periódica, nos da un panorama del trabajo editorial de Mariátegui desde 1918 con la creación de la revista Nueva época hasta la creación del periódico Labor de 1928. Como el titulo lo sugiere, de lo que se habla es de las acciones que llevó a cabo una generación, en términos de luchas y batallas heroicas, por mantener una visión y una drama que es el de las injusticias perpetradas a las clases subalternas de América Latina.
El trabajo de Beigel está más allá de su contribución a la reflexión de la revista en sí misma, ya que puso la discusión sobre las redes intelectuales que se confeccionaron alrededor de la revista. Reflexión que recientemente se concretó entre 2019-2020, con el trabajo de Bervely Adams y Natalia Majluf Redes de vanguardia: Amauta y América Latina, 1926-1930, catálogo de la exposición homónima presentada en el Museo Nacional Centro de Artes reina Sofía, España; Museo de Arte de Lima, Perú; Museo del Palacio Nacional de Bellas Artes, México; y el Blanton Museum of Art, Texas.
Hay que mencionar también aquí las tesis de grado, en Perú, de Roberto Padilla, México y su revolución en la Revista Amauta, en 2008, y recientemente en México, la que sustentó en 2020, Aranza Rodríguez Ramírez titulada Amauta y su artífice a través de una lucha política e ideológica. Ambos trabajos de formación académica exploran algunos aspectos de las temáticas tratadas en las páginas de la revista Amauta.
Cómo podemos observar, a través de este breve bosquejo, el trabajo de Claudio Berrios es de suyo importante para seguir reflexionando sobre la revista Amauta como objeto de estudio y espacio de sociabilidad política. Me gustaría señalar apenas algunos temas que me parecen sumamente relevantes en el trabajo de Claudio.
La necesidad de situar la querella del indigenismo desde las páginas de Amauta
Parece una obviedad decir a estas alturas que la revista Amauta fue un punto medular sobre las querellas del indigenismo en la segunda mitad de la década de 1920. Pero es bueno recordar cómo se han presentado en su momento tal polémica. Me parece muy significativo el gesto que realizó Luis Alberto Sánchez (1987) cuando la editorial Mosca Azul publicó el trabajo de coordinación de Manuel Aquézolo Castro titulado La polémica del indigenismo. Antes de pasar al gestó de Luis Alberto Sánchez, hay que decir que, si bien el título del libro no alude a una polémica únicamente entre dos personas, tanto la nota del compilador como la sugerente portada que tuvo el libro parecen dirigir la mirada a ello. Eso es interesante señalarlo porque lo que se presentó como un debate entre dos personalidades representativas del campo intelectual peruano, en realidad fue, cómo se puede apreciar en dicha compilación, un esfuerzo no solo de personalidades sino de colectivos, de agrupaciones y de proyectos editoriales colectivos.
Sin duda alguna, no sólo Luis Alberto Sánchez se adjudicó una polémica que excedió tanto a él como a José Carlos Mariátegui, sino que además trató de poner una perspectiva en la cual dicha querella fue algo originado en un campo político muy específico, veamos:
Tal polémica empieza y concluye en Mundial. No había llegado la sangre al río. Pero José Carlos, co-propietario y director de Amauta (a cuya fundación contribuí como muchos otros) creyó necesario dejar constancia del debate en su propia revista y escribió “Polémica Finita”. Yo pensé que era un error sacar del debate de su campo (Mundial) y llevarlo a un mensuario de control unipersonal. De allí mi malhumorada contrarréplica “Más sobre lo mismo”: corría abril de 1927. (Sánchez, 1976: 10)
¿Que podemos sacar de esta afirmación? Lo primero es que para Luis Alberto Sánchez la referencia a la revista Mundial no es casual, sino que deja ver que el campo primigenio de discusión sobre el indigenismo provino, no de la revista Amauta, no de la izquierda peruana de los años veinte, sino que la polémica tuvo sus inicios y su final en el mismo campo de la esfera estatal. Esto lo digo, porque recordemos que Mundial fue una publicación que siempre pugnó por el favor a las políticas de Augusto B. Leguía. Y si bien es cierto, que hubo un indigenismo estatalista, una discusión desde la esfera estatal que impulsó incluso los Congresos indigenistas, eso no implica ver que el tema del indigenismo fue un asunto anterior al leguismo y que su pertinencia provino de la actuación de los grupos y las comunidades indígenas que se sublevaron desde los primeros años del siglo XX y que, para 1915, ya eran mirados como conflictos que estaban cimbrando desde la sierra, especialmente sureña, a todo Perú.
La revista Amauta fue más que un proyecto unipersonal, aunque a veces la seducción de la figura de José Carlos Mariátegui nos haga verla así, fue un gran laboratorio de discusión en el que intervinieron personalidades, grupos y agrupaciones indígenas e indigenistas. Amauta fue una tarea colectiva (Fernández, 2010) que indudablemente organizó e impulsó José Carlos Mariátegui, pero que lo excedía en sus debates y en el tratamiento de algunos temas en los cuales su director pudo intervenir. Aquí reside otro de los logros del libro de Claudio Berrios: nos habla de los indigenismos en plural para mostrar el mosaico de proyectos políticos que había en torno a un tema tan medular como es el de la construcción de la nación peruana. La querella del indigenismo es en este libro una querella política prioritariamente, sin negar su dimensión estética o artística.
¿Modernidad arcaica?
Lo primero que llama la atención es que aquí no vamos a encontrar una narrativa de una modernidad singular, pero tampoco una adjetivación de la modernidad como múltiple, periférica, orientalista, latinoamericana, sino que se habla de la modernidad como una modernidad arcaica. A mi parecer el libro trae a debate dos visiones sobre el tema de la recuperación del fondo histórico-social peruano. Una, directamente señalada por el autor, que es el libro de La utopía arcaica de Mario Vargas Llosa, pero también la noción de “utopía andina” de Alberto Flores Galindo en su libro Buscando un inca: identidad y utopía en los andes. Me parece importante señalar estos dos autores pues de lo que se trata no es solo de debatir la cuestión del problema de la modernidad política y los efectos y debates sobre la construcción del Estado, la democracia y la nación en las páginas de la revista Amauta, sino que también permite una reflexión más general sobre el sentido de la crítica a lugar de la modernidad dentro del proyecto mariateguiano.
La discusión de Claudio Berrios sobre la noción de arcaísmo sitúa a su propuesta en la acera de enfrente con respecto a esas visiones de entender por arcaísmo esa mirada sobre lo indígena como particularismo y lo no moderno, como un lastre que hay que dejar atrás. Para Berrios el arcaísmo, aunque falta una mayor definición, se puede ir situando como una condición de recuperación del fondo histórico-social latinoamericano, ya no solo andino, aunque principalmente a lude a unas prácticas y formas de ser del sujeto indígena en la zona andina. Pero también implica ver dicho fondo histórico social como algo que no permanece cosificado en el pasado, acaso como un elemento actuante y legitimo en nuestro presente. De ahí que yo sienta que detrás de estas preocupaciones de Claudio Berrios pueda existir cierta compaginación con la noción de utopía andina de Alberto Flores Galindo:
Las definiciones solo quedan completas al final. Por eso deberían de figurar siempre en las conclusiones y no en las primeras páginas. La utopía andina no es únicamente un esfuerzo por entender el pasado o por ofrecer una alternativa al presente. Es también un intento de vislumbrar el futuro. Tiene esas tres dimensiones. En su discurso importa tanto lo que ha sucedido como lo que va a suceder. Anuncia que algún día el tiempo de los mistis llegará a su fin y se iniciará una nueva edad. (Flores, 1986: 84)
En este sentido tanto la utopía andina como la modernidad arcaica tienen algo de modernas, pues no se trataría de renunciar a las posibilidades de la liberación social, sino que se enfocan en apostar por los elementos liberadores que se pueden encontrar aún en la modernidad, pero orientados y pasados por una profunda reflexión sobre las prácticas y relaciones indígenas que aun actúan de manera viva sobre la realidad latinoamericana. Y uno de esos aspectos liberadores, el autor lo encuentra en la apuesta por la recuperación del legado marxista.
Marxismo e indigenismo una tensión permanente
El libro no solo tematiza sobre los indigenismos, sino que tiene una clara orientación política por la pertinencia del marxismo en cuanto a recuperar estas discusiones como parte de su agenda política. Así, el marxismo no solo es un aspecto metodológico, epistemológico o un añadido a la discusión general del libro, sino que se trata de ver las posibilidades que el marxismo ha tenido para encarar los debates de América Latina, tanto en el tiempo de José Carlos Mariátegui, como en el nuestro. Así, no se trata de hacer a un lado uno de los dos aspectos que, tanto en la revista Amauta, como en general en la producción mariateguiana, pero tampoco de armonizarlos, sino de mostrarlos en su tensión. Una tensión productiva, hago una cita del libro y con eso concluyo este breve comentario a una obra que sin duda generara un debate y una reflexión importante:
Es por esto que en Mariátegui está presente una estrecha relación entre indigenismo y marxismo. Dos corrientes que el Amauta logra poner en tensión, llevándolas a un diálogo dialéctico, pero también instrumental. Esas dos corrientes no salen indemnes de este encuentro. El indigenismo de Mariátegui se fuga del binario que se disputaba a las comunidades indígenas entre un humanismo liberal y un occidentalismo extremo; al marxismo, como propuesta moderna, se le incorpora el indígena como sujeto histórico, haciéndolo partícipe de un movimiento de liberación humana. Esta “traductibilidad” en Mariátegui lo posiciona como creador, ya no de un marxismo en América Latina, sino de un verdadero marxismo latinoamericano. (Berrios, 2020: 204)
Referencias
Beigel, Fernanda (2006), La epopeya de una generación y una revista. Las redes editoriales de José Carlos Mariátegui en América Latina, Argentina, Biblos.
Berrios Cavieres, Claudio (2019), Hacia una modernidad arcaica. Amauta, Mariátegui y la querella en torno al indigenismo, Chile, Ediciones Inubicalistas.
Berrios, Claudio, y Jara, Gonzalo, comps. (2020), Contrapuntos latinoamericanos. Doce ensayos políticos-filosóficos para problematizar el continente, Chile, Ediciones Inubicalistas.
Falcon, Jorge (1979), Amauta: Polémica y acción de Mariátegui, Perú, Amauta.
Flores Galindo, Alberto (1986), Buscando un inca: identidad y utopía en los andes, Cuba, Casa de las Américas.
Fernández, Osvaldo (2010), Itinerario y trayectos heréticos de José Carlos Mariátegui, Chile, Quimantú.
Jara, Gonzalo (2020), Buceando en el abismo. Una lectura a Pueblo-Continente de Antenor Orrego, Chile, Ediciones Inubicalistas.
Rodríguez Ramírez, Aranza (2020), Amauta y su artífice a través de una lucha política, Tesis de Licenciatura, México, FCPyS-UNAM.
Sánchez, Luis Alberto (1987), “La polémica sobre el indigenismo”, en La polémica del indigenismo, Textos y documentos recopilados por Manuel Aquézolo Castro, segunda edición, Perú, Mosca Azul Editores.
Tauro, Alberto (1960), Amauta y su influencia, Perú, Empresa Editorial Amauta.
Veres Cortés, Luis (2000), La narrativa indigenista de Amauta, Tesis doctoral, España, Universidad de Valencia.
Walker, Charles (1986), “Bibliografía reciente sobre José Carlos Mariátegui”, Revista Andina, No. 1, julio.
Wise, David O. (1978), Amauta, 1926-1930: A critical examination, Tesis de doctorado, Estados Unidos, Universidad de Illinois.
[1] Esta editorial ha publicado de este mismo grupo el importante trabajo de Gonzalo Jara (2020) sobre Antenor Orrego y la compilación de Claudio Berrios y el mismo Gonzalo Jara (2020) marxismo latinoamericano.
[2] En realidad son tres pero no he podido tener acceso a la tesis de doctorado que realizó Beverly Bernardine Banning (1972).