Reseña de Panamá 1903-1931. Nación, conmemoración y lugares de memoria de Félix Chirú Barrios
- Félix Chirú Barrios. Panamá 1903-1931. Nación, conmemoración y lugares de memoria. Panamá, EUPAN, 2024.
Abdiel Rodríguez Reyes
Universidad de Panamá, SNI-Senacyt
Quisiera resaltar algunos tópicos interesantes de este libro del doctor Félix Chirú, cuyo título es Panamá 1903-1931. Nación, conmemoración y lugares de memoria, empezando, como se va formando un historiador profesional y, este libro es el producto de una formación sólida. Primero tengamos en cuenta que el doctor Chirú se formó en el posgrado en Historia de Costa Rica. Allí inició este libro, en el aquel entonces estudiante de posgrado va adquiriendo y reforzando los conocimientos sobre la “invención nacional” y “lugares de memoria”, conceptualizaciones fundamentales para su investigación en esta obra; en segundo lugar, tenemos el trabajo archivístico de fuentes de primera mano que realizó fundamentalmente en Panamá, pero también en el Instituto Iberoamericano de Berlín, dónde reforzó junto a su participación en un coloquio de historia política en Madrid (III Coloquio Internacional de Historia Política. Historia Cultural de la Política, siglo XIX y XX) sus supuestos conceptuales, es decir, luego de un largo periplo tenemos ya este producto final que es el libro.
Segundo aspecto para resaltar, en tanto el nivel profesional alcanzado por el doctor Chirú, es la grafía histórica o la forma de escribir profesionalmente historia, y esto es importante remarcarlo, el texto está escrito de forma rigurosa al mejor estilo de los grandes maestros de la historia en Panamá. Además, con un aparato crítico sólido con sus supuestos debidamente sustentados en fuentes de primera y literatura especializada. Con su respectiva interpretación de los hechos, ya que la historia no solamente es el cúmulo de datos, sino también una puesta en escena del pasado (y más aún una hermenéutica). Este libro que tenemos en las manos no solo hace un recuento de qué se celebró o qué se conmemoró, lo cual ya tienen un valor en sí mismo, sino que una élite eligió qué celebrar o conmemorar. Hace ambas cosas, pero al señalar el papel de la élite hace un aporte fundamental a nuestra historiografía.
Con respecto al marco teórico, como el mismo autor lo señaló es fundamentalmente de tres autores, el primero Benedict Anderson, quién era hermano de Perry Anderson y escribió un libro muy importante que se titula Comunidades imaginadas, el segundo Eric Hobsbawm, ambos se inscriben en lo que se conoce como el marxismo occidental y, tercero el historiador Pierre Nora, vinculado a la escuela de los anales. Esos son los referentes teóricos desde donde el doctor Chirú interpretará nuestra historia en los inicios de la República. Tanto el libro de Anderson como el de Hobsbawm fueron publicados en la década de los ochenta, sus textos inauguraron una nueva forma de ver nuestro pasado.
El libro que nos ocupa hoy está compuesto de cinco capítulos. El primero, Panamá, entre las independencias 1821-1903; segundo, Panamá y sus centenarios la creación de la memoria histórica nacional; tercero, ¡Panamá, tiene una fiesta¡ La Construcción del 3 de noviembre; cuarto, los símbolos de la nación: Vasco Núñez de Balboa en el panteón de héroes nacionales de Panamá; y, quinto, El estado mecenas: La creación del Museo Nacional y la historia de Panamá. El texto se acompaña de una rica bibliografía, de fuentes primarias, secundarias. En 256 páginas el doctor Chirú va describiéndonos como nuestra nación fue inventada por una élite política cultural. Las figuras emblemáticas, nuestras fiestas y cómo la celebramos no fueron al azar, sino diseñadas por esa élite con sus intereses.
Cuando se hace ciencia y, en este caso ciencia histórica, muchas veces es un trabajo como diría Bunge desagradable porque a veces se desmitifica, y eso es incómodo en algunos casos porque remueve nuestros propios cimientos, si bien el libro no es para desmitificar, si sacude alguno de nuestros mitos fundacionales o por lo menos como lector puedo decir, que a partir del estudio de las celebraciones algunos quedan en entredicho, aunque el autor evidentemente no se quiere meter en problemas, (Chirú como persona y como historiador es prudente). Esa posición lo lleva a presentar breve e indirectamente, las distintas versiones de nuestra historia, la leyenda dorada, sus críticos y allí resalta también una posición ecléctica.
La tesis central del libro es que entre 1903 y 1931 una “élite política cultural” es la que inventa las tradiciones y también la memoria colectiva y la identidad nacional que le da fundamento a nuestra nación, en el campo de la filosofía en la década de los 50 inicia un proceso de construir una filosofía nacional precisamente que sintetizara lo que esa élite política cultural a la que hace referencia el autor estaba planteando. Ahora bien, el concepto de identidad nacional siempre presupone un conjunto de problemas, como por ejemplo que se requiere un idioma, un solo territorio y unas mismas prácticas culturales, esto a su vez conlleva distintas formas de exclusión, porque Panamá es un país donde existen distintas culturas expresiones culturales. Así que elegir ciertas cosas para resaltar y otras no también implica exclusiones.
A nuestro juicio el libro que comentamos hoy adquiere una dimensión crítica que es la que a nuestro criterio es importante resaltar, porque señaló que es una élite política cultural la que está en el poder la que eligen qué es héroes resaltar, qué tipo de enseñanza de historia se exaltarán y así se va inventando, es decir, como invención en el sentido de Anderson, lo que hoy conocemos como nación panameña, la cual viene construyéndose precisamente en esas casi tres décadas estudiadas mayormente por Chirú, en la cual para exaltar una narrativa recurren al hispanismo y en nombre de éste a figuras como Vasco Núñez de Balboa, no en vano nuestra moneda se llama Balboa, en la Cinta Costera hay un monumento a este personaje histórico y forma parte de nuestro mito fundacional, precisamente es el fundador de la Universidad de Panamá, Octavio Méndez Pereira, con su novela Núñez Balboa, quien instauró ese mito de Anayansi y, a partir de allí, entonces, surge un mestizaje. Todo eso es una invención literaria que se tomó como un hecho histórico.
Como señalaba, el autor no se quiere meter en problemas, pero esta elite política cultural en el poder lo que realmente está haciendo es operar ideológicamente en base a sus intereses de clase en la cual su narrativa encaja con sus intereses, y vemos ese pasado como algo inalterable como algo objetivo, como algo natural pero realmente es una construcción ideológica. Urge discutir transdiciplinariamente los temas relacionados a la “invención de la nación”, junto a libros y autores como: Ana Elena Porras y su libro Cultura de la Interoceanidad, Filosofía de la nación romántica de Luis Pulido Ritter, Ensayos sobre nación, nacionalismo e historia de Olmedo Beluche, Geopsiquis de una nación de Ariadna García Rodríguez, Memorias e imaginarios de identidad y raza en Panamá siglo XIX y XX de Patricia Pizzurno. Entre otros.