Permanencia de Marcelo Ebrard en Morena y su Obsesión presidencial

Ana Alicia Solís de Alba y Max Ortega

Marcelo Ebrard es para Morena una figura relevante, al igual que lo fue Ricardo Monreal, cuando ocupó la presidencia de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) en el Senado. Analizar su significado electoral y político, los intereses que representa, las fuerzas que lo apoyan y el alcance de su proyecto político, puede ser de utilidad para entender el desarrollo del proceso electoral en curso. El historial político de Marcelo Ebrard es amplio y variado: comprende su desempeño como funcionario público, el de militante en cuatro partidos políticos (PRI, PCD, PRD, Morena) y el de representante popular.

Perfil político de Marcelo Ebrard

Como funcionario público fue secretario general del Departamento del Distrito Federal de 1992 a 1993 en la gestióndel entonces priista Manuel Camacho Solís; subsecretario de Relaciones Exteriores de 1993 a 1994 en el gobierno deCarlos Salinas de Gortari; de 2000 a 2002 consejero de Andrés Manuel López Obrador cuando éste fue jefe de gobierno del Distrito Federal; de 2002 al 2004, secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal (jefe de la policía capitalina); en 2005 ocupó el cargo de Secretario de Desarrollo Social del DF; de 2006 a 2012 fue jefe de gobierno por el PRD; del 2012 al 2014, presidente de la Red Global de Ciudades Seguras (Global Network of Safer Cities) de la ONU; y de 2018 a 2023, secretario de Relaciones Exteriores del gobierno obradorista.

Afiliaciones partidarias. Fue miembro del PRI durante 17 años (1978–1995) y ocupó el cargo de secretario general del PRI en el Distrito Federal de 1989 a 1992. De 1998 a 2000 fue secretario general del Partido de Centro Democrático.De 2000 a 2015 estuvo afiliado al PRD; dentro del cual creó en julio de 2013 un proyecto político denominado Movimiento Progresista, que más tarde, en febrero de 2014 se constituyó como asociación civil con el nombre de Movimiento Progresista. En 2014, su corriente contendió por la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, y perdió. El 27 de febrero de 2015 renunció al PRD. En 2016, fue promotor del voto latino a favor de Hilary Clinton, candidata presidencial del Partido Demócrata de EEUU; y al año siguiente, asesor de Antonio Villarraigosa, quien fuecandidato del ese partido en 2018, al gobierno de California. En 2022, renuente, se afilió a Morena para poder participar en el proceso de la sucesión presidencial de 2024, a pesar de que en el 2013 había dicho: “Nunca me iría a Morena”.

Cargos de representación política y de gobierno. De 1997 a 2000 fue diputado federal por el principio de representación proporcional, postulado por el Partido Verde Ecologista de México; de 1999 a 2000 fue candidato delPartido del Centro Democrático a jefe de gobierno del DF; de 2005 a 2006 fue candidato a jefe de gobierno del DF, por elPRD; en 2011, fue aspirante a candidato presidencial frente a López Obrador; en 2015, candidato de Movimiento Ciudadano a diputado federal plurinominal (pero quedó reducido a candidato a diputado suplente); y en 2023, fue aspirante aCoordinador de los Comités de Defensa de la 4T –designación previa a la de candidato presidencial para 2024– y perdió.

Ebrard el privatizador

La trayectoria política de Marcelo Ebrard se desarrolló hasta muy recientemente, a la sombra de dos reconocidospolíticos. Uno salinista y neoliberal (Manuel Camacho Solís); y otro, cardenista y antineoliberal en la modalidad progresista (Andrés Manuel López Obrador).

En 2023, Ebrard se asumió como continuador de la 4T e impulsor de su “plena etapa constructiva”. “El camino de México”, la llamó y presentó, resumidamente, como un conjunto de ventajas máximas y debilidades mínimas en el libro que publicó con el mismo título.

Sin embargo, antes de 2023, Ebrard promovió, con fuerza y mucha decisión, el modelo neoliberal. A manera deilustración, algunos datos de su gestión de gobierno en el entonces Departamento del Distrito Federal (2006-2012)

Para facilitar los procesos de privatización, Marcelo Ebrard hizo aprobar en la Ley de Desarrollo Urbano de 2010, obras no previstas en los planes de desarrollo delegacionales. Allanado legalmente el camino, comenzaron los megaproyectos. En Azcapotzalco se promovió la desincorporación del Deportivo Azcapotzalco y la Alameda Norte en beneficio de los privados Zigna Live y Grupo Avalanz; a este último grupo le otorgó también los terrenos del ex-rastro Ferrería para construir la Arena de la Ciudad de México, con capacidad para 22 mil personas, 125 suites de lujo y 5 mil cajones de estacionamiento. Los terrenos entregados mediante “un sistema de actuación por cooperación” tenían una superficie de 81 mil metros cuadrados. En este esquema de “cooperación” los privados invertirían 3 mil 300 millones de pesos, el gobierno les regalaría el terreno y las ganancias generadas quedarían en manos de esos afortunados privados. El mismo mecanismode privatización lo utilizó en el Rosario. Bajo el control de los privados quedaron otros espacios públicos. En ellos, los empresarios abrirían negocios bancarios, restaurantes, un supermercado, un hospital, un hotel de negocios, cines y un paradero “de clase mundial”. En el Cetram Rosario, invertirían, junto con el gobierno del Distrito Federal, laDesarrolladora Mexicana de Infraestructura Social (Dimi), la Impulsora para el Desarrollo y el Empleo en América Latina(de Carlos Slim Helú) y el grupo Conservación y Mantenimiento Urbano. El Distrito Federal aportó el espacio, y Dimi, la inversión, la administración y, en general, la operación del proyecto. La concesión se entregó por 30 años. Otro proyectoarrebujado en el “sistema de actuación por cooperación” fue el proyecto de la universidad CNCI (1.2 hectáreas de terreno) en las inmediaciones de la Unidad Habitacional el Rosario. Todos estos procesos de privatización afectaron gravemente a los pueblos originarios de Azcapotzalco: Santa Bárbara, San Andrés, Santa Catarina, San Martín Xochinahuac, Nueva España, San Pablo Xalpa, y otros.

Para beneficiar a las grandes inmobiliarias fomentó la construcción de rascacielos y viviendas de lujo en Reforma,Insurgentes, Palmas, Santa Fe y Polanco. Para construir plazas comerciales autorizó la demolición de 14 inmuebles catalogados por el INAH como monumentos históricos.

Otras privatizaciones marcelistas, fueron la Supervía Poniente y la Línea 12 del Metro en Tláhuac, que implicó eldespojo de 100 hectáreas de tierra agrícola de los ejidatarios de San Francisco Tlaltenco; el servicio de grúas; los parquímetros y el Metrobús; la entrega de terrenos públicos ubicados en la zona de recarga de los acuíferos del Ajusco, al proyecto llamado Biometrópolis; en Tlalpan, impulsó también la Ciudad de la Ciencia, para favorecer la instalación de laboratorios extranjeros transnacionales sobre los terrenos de una reserva natural. Se privatizaron igualmente algunos parques públicos como el de Santa Fe y el de Reforma Social.

Para facilitar el desarrollo de estos proyectos y callar y someter a los opositores a los mismos, Marcelo Ebrard utilizó una y otra vez, la represión policiaca.

Buscó favorecer la intervención del sector privado en el suministro y privatización del agua, enviando a la AsambleaLegislativa el 24 de febrero de 2011, una iniciativa de ley para descentralizar el Sistema de Aguas de la Ciudad de México.

Se planteó en la iniciativa promover la participación del sector privado en la construcción y operación de lainfraestructura hidráulica de la ciudad y que el SACM pudiera suministrar agua en bloque a personas físicas y morales, públicas y privadas, para consumo propio o para su venta, previa firma del contrato, el cual sería autorizado por la junta de gobierno de dicho órgano (Artículo sexto, fracción cuatro). La propuesta eliminaba además la facultad de la Asamblea Legislativa para fijar las tarifas por el cobro del suministro del agua, y se lo confería a la junta de gobierno delSACM, quien las revisaría y actualizaría, según se acordara en un programa especial

La dirigencia del PRD en el DF, encabezada por Manuel Oropeza, integrante de la corriente bejaranista, Izquierda Democrática Nacional (IDN), se opuso a la privatización del agua y la ALDF acabó rechazando la iniciativa en que esta seplasmaba.

Ebrard y la candidatura presidencial de Morena

Argumentando “irregularidades” en el levantamiento de las encuestas, Marcelo Ebrard desconoció el resultado que estas arrojaban y exigió que el proceso de selección se anulara y repitiera. Con tal propósito impugnó ante la CNHJ y el TEPJF. Utilizó, para obtener una respuesta favorable a su petición, diversos mecanismos de presión y chantaje. Formó la asociación civil “El camino de México”; promovió la creación de un bloque de diputados federales marcelistas y monrealistas que usaron la discusión y el momento parlamentario para modificar el Presupuesto de Egresos de laFederación 2024 y la Ley de Ingresos 2024; y aliados a los diputados del Frente Amplio por México trataron de introducir, a partir del desastre natural en Acapulco, distorsiones a este presupuesto para coaccionar a Morena y amenazar con la ruptura, si no resolvía a favor de Marcelo Ebrard su demanda interpuesta. Enojados por no haber logrado su cometido, ladiputada marcelista y ex–reportera de TV Azteca, Selene Ávila Flores, denunció a Morena, de “traición” al pueblo deAcapulco, durante el pleno de la Cámara de Diputados, y exclamó “Déjenme sin cargo, pero no sin dignidad (…) son una vergüenza de bancada”.

El registro de los precandidatos presidenciales fue utilizado también para lo mismo. Ebrard sugirió en variosmomentos que podría ser candidato presidencial de MC, si no le daban la razón.

Los apremios de Ebrard, sin embargo, no tuvieron el resultad esperado. Entre el 10 de septiembre y el 13 de noviembre la CNHJ y el TEPJ dictaminaron a favor de Morena; Claudia Sheinbaum recorrió el país, unificando,organizando y movilizando a la estructura partidaria y sus aliados; designó a los integrantes de su equipo de trabajo; nombró a los responsables de las circunscripciones; se hizo, mediante encuestas, la selección de los precandidatos a las candidaturas de los gobiernos estatales y la Jefatura de Gobierno de la CDMX; se iniciaron las precampañas morenistas; y se registró en Movimiento Ciudadano, el 12 de noviembre, su principal precandidato presidencial, Samuel Alejandro García Sepúlveda.

En este contexto, dos meses después, la incertidumbre llegó a su fin. Disminuido y con escasa credibilidad política, Marcelo Ebrard anunció el 13 de noviembre, que se quedaba en Morena luego de posponer en más de dos ocasiones dichoanuncio. Enfatizó que la Comisión Nacional de Honor y Justicia (CNHJ) sí había confirmado su denuncia de“irregularidades” y que serían sancionadas, pero omitió que no había elementos para atender su petición de reponer lasencuestas con las que se había definido a la ganadora de la coordinación nacional de defensa de la transformación. Enefecto, la CNHJ admitió que: “1.- Las pruebas presentadas deben ser tomadas en consideración. Si bien no hay elementos para repetir el proceso de selección para la Coordinación Nacional de los Comités de Defensa de la 4T, en el que resultó triunfadora la compañera Claudia Sheinbaum Pardo, la queja no puede ni debe soslayarse. 2.- Se presenta evidencia de algunas prácticas indebidas cometidas por militantes y que son contrarias a nuestros principios y a las normasestatutarias, por lo que esta Comisión, en el marco de normatividad, iniciará los procesos de sanción correspondiente”. Eso, añadió Ebrard constituía, por sí mismo un “nuevo entendimiento” con Claudia Sheinbaum.

Explicó que había tomado esa decisión, la de quedarse en Morena, luego de las conversaciones tenidas en dosocasiones con Sheinbaum, y que ella le garantizara, dijo, que se sancionarían las prácticas indebidas en el proceso interno yque se le reconocería a él y a su grupo como segunda fuerza dentro del partido guinda. “Si somos la segunda fuerza en Morena, debemos ser tratados como tales”, reclamó. El sobreentendido era que se autorizaría la reelección de los diputados y senadores que lo apoyaron, y que a sus simpatizantes y equipo, que quisieran competir por algún cargo se lesdaría también la oportunidad. Y algo más: “A ver, lo que he pedido es lo siguiente. Que estemos representados en las elecciones, que no estuvimos; que estemos en la Comisión de Elecciones”. “Ya hubo un entendimiento con ella, no diría que un pacto”, sentenció.

Descartó, por último, que fuera a ocupar una curul en el Senado, como se había ofrecido en junio pasado, para lapersona que quedara en segundo lugar de la encuesta y aclaró que tampoco se había hablado de cargo alguno para él dentro del equipo de Sheinbaum. Sus aspiraciones presidenciales seguirían, pasado el proceso electoral de 2024. “ElCamino de México va a seguir adelante (…) Yo siempre tendré en mente llegar a la candidatura a la Presidencia porque yo puedo hacer una diferencia, pero hoy las circunstancias no son favorables para eso, pero no voy a desistir de ese objetivo”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró la decisión de Marcelo Ebrard de mantenerse en Morena. “Lofelicito, le mando un abrazo. Estoy contento”. Días antes había dicho sobre la posible salida de Ebrard, que “Quien no tiene ideales, quien no piensa en el pueblo, quien no piensa en la nación es un politiquero, un arribista, un grillo; no puede llamarse político”.

Complacida, Claudia Sheinbaum, también se alegró. “Me da gusto que Marcelo Ebrard y su equipo hayan decididoquedarse en Morena. En la construcción de la unidad siempre hay que poner por encima de todo los principios, las causas y los anhelos del pueblo de México. En nuestro movimiento necesitamos de todas y todos los que quieren seguirconstruyendo un México justo, libre y democrático”. Pero sobre el dicho marcelista de “la segunda fuerza”, aclaró, un díadespués, que en Morena no existían por Estatutos, ni las fuerzas ni las tribus. «Somos un solo movimiento, un solo partidoque representa el anhelo del pueblo de México. Eso no se nos debe olvidar», advirtió.

La rememoración de Sheinbaum era pertinente como advertencia y como aclaración, porque al esgrimir la idea de la “segunda fuerza”, Marcelo Ebrard había tratado de legalizar su proyecto político, y entronizar la idea de las facciones y lascuotas de poder, mediante una maniobra conceptual en la que se confundían las encuestas (simples estudios de opinión pública) con votos ciudadanos, y las meras opiniones de población abierta con expresiones de voluntad política (sufragios).

Era evidente, sin embargo, que el resultado de una encuesta no convierte automáticamente a nadie, en una fuerzapolítica. Y menos en el caso de Marcelo Ebrard, quien no tiene una base social propia. No tiene un proyecto de nación, carece de una militancia morenista propia y de una influencia electoral-territorial. No cuenta con una masa de electores movilizables. Nunca la ha tenido. Su influencia esta arriba, en los cuerpos de elite y en las estructuras de gobierno donde se toman las decisiones. Su liderazgo en el pueblo o en la clase media es nulo o muy limitado. Todo sumado desmiente su afirmación de ser “la segunda fuerza en Morena”.

Marcelo Ebrad y su vocación presidencial

En 2012, Ebrard aspiró a la candidatura presidencial. Compitió contra López Obrador, pero no ganó la encuesta. Ebrard había lanzado la idea de la encuesta durante una entrevista con CNN, el 7 de marzo de 2011: “Si sacaras ahorita una encuesta —retó el entonces jefe de Gobierno capitalino—, tengo mayor porcentaje que Andrés Manuel”. La encuestase levantó a principios de noviembre de 2011 por las empresas Covarrubias y Nodo para resolver quién de los dos sería el abanderado. AMLO resultó candidato, a cambio Ebrard pudo mantener el control de la ciudad y nombrar a su sucesor en el gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera. Pasado el proceso electoral de 2012, Ebrard se preparó para ser el candidatopresidencial del PRD y de un amplio abanico de fuerzas. Como primer paso intentó tomar el mando del PRD en 2013, pero fracasó. Al año siguiente buscó ser diputado federal por el PRD o por MC, pero tampoco lo consiguió. Renuente a participar en Morena, decidió refugiarse en los organismos internacionales y en la política norteamericana, dados los señalamientos que lo hacían responsable de las fallas de la Línea 12 del Metro. En 2023, por último, buscó nuevamente sercandidato presidencial, pero los resultados de las encuestas lo colocaron en segundo lugar. En 2030, según él mismo ha dicho, volverá a intentar ser el candidato presidencial por Morena. Del 2023 a esa fecha, Ebrard tiene pensado acumularfuerzas para alcanzar su objetivo. Presiones, negociaciones, acuerdos, alianzas, conquista de posiciones, desempeño decargos políticos para sus seguidores y para él mismo, responderán a ese único propósito. El despliegue de su proyecto político “El camino de México”, en este marco, será la creación deliberada de otro partido usando como plataforma sus posiciones dentro de Morena.

La justificación de esta obsesión política presidenciaiista ha sido expuesta con claridad por Marcelo Ebrard: “Yo siempre voy a estar pensando en competir por la Presidencia de la República”. “Me he preparado 42 años, me tendré quepreparar otros cinco para contender por la presidencia”.

Para 2030, Marcelo Ebrard tendrá 47 años de carrera política. Pero la duda cabe:

¿eso basta para ser o querer ser presidente de la República? Él piensa que sí.

A manera de conclusión

Ebrard nunca ha sido un político de izquierda. Como todo político pragmático sabe adaptarse a los cambiospolíticos. Está convencido de que la política es solo asunto de los políticos y que quien quiere los fines debe querer los medios. El fin para él es la conquista del poder político. Los partidos, ideologías o parlamento, son, en su caso, simples medios para alcanzar el fin. Puede ser neoliberal o progresista, según el momento político y el papel que ocupe en unasituación dada dentro de una determinada estructura de la toma de decisiones.

Durante más de cuarenta años ha sido camachista u obradorista; neoliberal o progresista; priista, centrodemocrático, perredista y morenista. Esa es la experiencia y la cultura política que normativamente determinan sus acciones. Así es como es, y no como otros y él mismo se imaginan. Entre la imagen creada y la verdadera hay unabismo.