Los “laberintos” neoliberales de la UNAM

Leonardo Meza Jara

Entre el 11 de abril y el 29 de junio del 2023, la UNAM organiza el foro: “La crítica en su laberinto: ¿qué hacer” (en: https://www.catedrainesamor.com/la-critica-en-su-laberinto). El objetivo de este evento se plantea de la siguiente forma:

Son tiempos de polarización, de estridencia, de inmediatez, de posverdad… Sólo mediante la articulación de distintos sectores sociales es que el pensamiento crítico puede reencauzar la vida democrática, la seguridad, el Estado de derecho y una pujante ciudadanía… Como nunca, la crítica se encuentra inmersa en un laberinto que en sus vericuetos la neutraliza. Esperamos que la indagación aguda y puntual, como la que puede ofrecer este Foro de discusión, sirva para pensar mejor el fenómeno y para enfrentar, así, los desafíos que se nos presentan hacia el final de este atropellado sexenio.

La organización de este foro por parte de la UNAM se plantea en la coyuntura preelectoral del 2024. Institucionalmente, la UNAM toma una postura hacia las elecciones del año entrante, y se coloca del lado opositor al lópezobradorismo. Hay formas de operar académicamente para promover el voto. Las universidades son fábricas de votos y escaleras por las que se trepa hacia los puestos públicos.  

Llama la atención el título del foro organizado por la máxima casa de estudios en México: “La crítica en su laberinto: ¿qué hacer.” Entre la intelectualidad mexicana, hay una obstinación por el símbolo del «laberinto».  El libro más vendido de Octavio Paz es: El laberinto de la soledad, que en sus múltiples impresiones llega al millón de ejemplares. Uno de los libros publicado por Claudio Lomnitz es: Salidas del laberinto: cultura e ideología en el espacio nacional de México (1992). El suplemento cultural del periódico Milenio que se publica cada sábado, lleva por título: “Laberinto”. Hay intelectuales de izquierda que también han optado por esta metáfora, tal es el caso de Armando Bartra, quien titula uno de sus libros: El capital en su laberinto. De la renta de la tierra a la renta de la vida (2006).

En el caso de Roger Bartra, hace uso de la metáfora de la «jaula» (La jaula de la melancolía, 1987). Los símbolos del «laberinto» y la «jaula» significan un encierro histórico, ideológico, político, económico, sociológico, antropológico, etc. De forma repetida, algunos intelectuales han interpretado una captura en torno a México. Pero detrás de este significado simbólico, hay contenidos míticos que resultan cuestionables.

La manera de titular las mesas organizadas por la UNAM (“La crítica en su laberinto: ¿Qué hacer?”) remite entonces a un encierro expresado de forma simbólica. Se pregunta entonces: ¿De qué están hechos los ladrillos del “laberinto” o la “jaula”, que pretenden explicar una condición de captura en torno a México? ¿Cuáles son las bases arquitectónicas o tecnológicas, a partir de las cuales son colocados los ladrillos de este encierro?

Lo primero que se observa, es que un “laberinto” o una “jaula” es una “arquitectura”, es una “tecnología”, que obviamente tiene la forma del encierro. En todo caso, tendríamos que hablar de las “arquitecturas” o las “tecnologías” del encierro que se han construido en torno a diversas interpretaciones sobre México.

Una de las cualidades de los “laberintos” o “jaulas” a las que ha sido sometida la interpretación de México, es que estos encierros están hechos de palabras, y por lo tanto, son encierros discursivos. Hay que tener claro, que todo encierro discursivo es en el fondo un encierro performativo. Discursivamente, una captura en un “laberinto” o una “jaula” se construye desde un presente que opera sobre un pasado interpretado o un futuro deseado.

Otra de las cualidades que se observa en el título de las mesas organizadas por la UNAM (“La crítica en su laberinto: ¿Qué hacer?”), es su contenido farmacológico. ¿En qué podrán consistir las disquisiciones de los ponentes de las mesas organizadas por la UNAM? En el planteamiento de diagnósticos y recetas, que se estarán decantando ideológica y políticamente hacia los terrenos de un neo-liberalismo remasterizado, después de su primer tropiezo en México. Lo sustantivo de los aportes de este foro tendrán la forma de una farmacología neoliberal, de implicaciones performativas. 

Lo que habría que decir a este respecto, es que la arquitectura más elaborada, la tecnología más compleja, bajo la cual hemos quedado encerrados los mexicanos en “laberintos” o “jaulas”, es la arquitectura o la tecnología del neo-liberalismo. Los encierros más sofisticados a los cuales hemos sido sometidos los mexicanos, son los encierros del neo-liberalismo.

En la mitología griega, el personaje de Dédalo, el constructor del laberinto de Creta donde fue encerrado el Minotauro por mandato del Rey Minos, era una especie de artesano-científico. La figura de Dédalo, es equiparable a la figura de los intelectuales-tecnócratas del neoliberalismo en el siglo XXI. En torno a las participaciones de los ponentes en el foro organizado por la UNAM, se plantea la pregunta: ¿Dónde están los “laberintos” sobre los cuales se estará hablando: en los discursos que serán pronunciados, que tendrán un contenido técnico-académico proclive al neo-liberalismo, o en alguna otra parte?

Los laberintos neoliberales están hechos de arquitecturas y tecnologías, que generalmente están soportadas por estructuras académicas del orden universitario. De hecho, los encierros del neoliberalismo que pueden tener la forma de un “laberinto” o una “jaula” son una tecnocracia, es decir, son un poder técnico que está elaborado a partir de discursos especializados y sofisticados sobremanera.

Detrás del foro organizado por la UNAM, se observa la puesta en marcha de una maquinaria político-académica, que tiene por objetivo la re-tecnificación del neoliberalismo mexicano del siglo XXI. El neo-liberalismo puede ser remasterizado de diferentes formas y desde distintos flancos.