El regreso a clases presenciales: escenarios, política y discursos

Abraham Martínez González

Para hablar de lo que se está planteando con respecto de la educación en estos momentos en México, partimos primero de la idea a manera de propuesta que hiciera el Dr. Enrique Dussel (2019) en una conferencia que ofreció con respecto a su visión sobre el devenir que él anticipaba para la 4T. Decía Dussel que era esencial que la 4T mantuviera en todo momento una autocrítica, “una crítica interna”, le llamó. Urgió a una constante del diálogo y el cuestionamiento al interior del movimiento para favorecer su movilidad y vida, de otra forma podría detenerse y condenarse al estancamiento, a “corromperse muy pronto”, dijo.

En ese sentido, analizaremos la situación que se presenta en este momento con respecto al ámbito educativo y los discursos que de ahí se desprenden desde una perspectiva psicoanalítica, discursos que nos ofrecen al menos dos escenarios que parecen estar en conflicto respecto al inminente regreso a las clases presenciales que se ha anunciado por parte de las autoridades en los últimos días. Por un lado, el discurso institucional que “apuesta” por el regreso a clases presenciales donde se hace hincapié en la importancia que tiene la escuela como espacio para la educación y la salud física y mental de los alumn@s, la escuela incluso como “segundo hogar”. Apuesta que amerita desde una postura institucional el discurso casi irreflexible de que “no hay nada que lo impida”, esto con la finalidad de atender presencialmente a niñ@s y adolescentes que durante la pandemia han mantenido un trabajo educativo a distancia. Irreflexible tal vez, pero también válido en tanto lo que se argumenta y lo que se pone en juego.

El otro escenario se trata de una situación en extremo real, la violencia y el abandono que han sufrido niñ@s y adolescentes en sus hogares, donde además se puede afirmar que el nivel académico en muchos casos ha sido pobre, pero donde lo principal definitivamente como se ha denunciado a nivel global por la UNESCO (2020), y diferentes instancias de gobierno sigue siendo la violencia generalizada al interior de las familias[1] que tuvieron que verse forzadas con la pandemia a mantener mayor tiempo la cercanía entre sus integrantes.

Respecto al primer escenario, donde el discurso suele ser así, instituido, repetido, tal como Foucault (1970) señalara en relación a los órdenes que guardan los discursos, es decir, el discurso que se posiciona para ordenar algo ideológico y que va más allá del simple hecho de indicar algo. En este sentido vale la pena recuperar los siguientes enunciados que como veremos guardan cierta unidad de discurso: “llueva o truene”, “es necesario”, “hay que arriesgarse”. Discursos pronunciados por el presidente de México y que tienen un hilo en común desde nuestra perspectiva, son tajantes, contundentes, como si no dejaran espacio para las dudas. Vale la pena recuperar la idea planteada a manera de propuesta por parte de Enrique Dussel (2019) sobre la necesidad de que dentro de la misma 4T no faltara nunca la capacidad de cuestionarse y sobre todo, la flexibilidad de ser autocríticos, y que nos parece en este momento, al respecto de lo educativo y el discurso que ahí se produce sumamente necesario.

Pero regresemos al discurso, la intención también parece clara en el mismo, es más, resulta viable, nos referimos al aspecto “socio-emocional” que tanto se ha incluido en la educación como en el cuidado de niñ@s y  adolescentes. Ese es el tema al que apuntan los discursos arriba referidos. La contundencia y la poca flexibilidad en lo dicho, señalan el cuidado del aspecto socio-emocional, de ahí la importancia por el inminente regreso a clases de forma presencial aún en el contexto y el momento en que nos encontramos actualmente en la pandemia en el país.

Lo no-dicho en el discurso y a manera de interpretación es lo siguiente: es necesario que se regrese a las escuelas para cuidar el aspecto socio-emocional de niñ@s y adolescentes, es un hecho que la pandemia ha trastocado la salud de ell@s. Visto de esta forma resulta efectivo lo enunciado, incluso válido, pero lo que nos resulta preocupante más allá del mencionado contexto y momento en que nos ubicamos es que el discurso suena imperativo, irreflexible. De ahí que existan diferentes sectores de la población que se han manifestado en contra de dichas disposiciones oficiales, sobre todo por parte de maestr@s quienes al final de cuentas son los que mejor conocen las condiciones y posibilidades de las escuelas y l@s alumn@s, a quienes por cierto, no tenemos información de que se les haya preguntado por parte de las autoridades educativas su postura frente a la disposición oficial del regreso a clases de manera presencial.

Hay una manifestación importante de “resistencia” por parte de docentes frente a lo que se avecina, y creemos que con justa razón, donde además hay que sumar esa falta de diálogo con ell@s. Resistencia que como definiera Freud (1914, 1926), sería similar a una noción de defensa para el sujeto frente a su acontecer, en este caso frente al acontecimiento que representa la pandemia, la resistencia en tanto contingencia frente a lo traumático que fue, es y sobre todo puede ser en el campo imaginario del sujeto.

Esta es la otra cara de lo no-dicho en el discurso oficial o institucional, lo que no dice el docente como sujeto a su propia resistencia frente al acontecimiento. Lo no-dicho representado en las manifestaciones de resistencia por parte de los docentes a regresar a clases presenciales porque realmente existe miedo. Si a esto le agregamos que el regreso se está planteando en un momento coyuntural de enfermedad como es el que estamos atravesando, no es difícil entender la posición de los que se resisten.

Pero además pensemos en lo anterior un tanto elevado exponencialmente respecto a un discurso sin tintes de flexibilidad, un discurso urgente, contundente, entonces el resultado es aún mayor en función de la presión, la incertidumbre y el desanimo. Pero no queda ahí, pues en últimos días viene el dirigente nacional del SNTE[2] a decir que el regreso a las clases presenciales para el personal docente es obligatorio –y aquí viene el verdadero discurso a criticar y analizar-, “porque para eso se nos da un salario…hay que salir a justificar el sueldo, las prestaciones que recibimos”. Entonces se hace evidente en el discurso la devaluación del trabajo por parte de los docentes durante el tiempo de pandemia, tema que ha sido ampliamente discutido. Esos docentes que trabajaron todo el día con sus alumnos, que buscaron las maneras de comunicarse y mantener el trabajo a distancia, las dificultades que esto trajo, es más, las horas extras cuando se mantuvo trabajo a altas horas de la noche, todo eso, en el discurso arriba expuesto queda discriminado diríamos.

Ese discurso tiene resonancia con otro que se expresó semanas atrás por parte de la secretaria de educación a nivel nacional, cuando dice: “se siguió cubriendo el salario y prestaciones del personal educativo”[3]. Discurso que de inmediato provocó fuertes críticas e incluso se hizo viral. Leemos nuevamente el mismo tipo de mensaje que podemos interpretar de la siguiente forma: ya es tiempo de regresar al verdadero trabajo y justificar el pago.

El discurso choca con la realidad, con el propio acontecimiento, donde a decir de Alain Badiou (2001), el acontecimiento referido como esa “radical discontinuidad”, se trata de un “antes y un después”, un corte que irrumpe en la línea discursiva. Lo hemos dicho en otro espacio (Martínez González, 2021), este acontecimiento va más allá de lo que históricamente se ha desarrollando como sociedad, y el problema nos parece radica en la reproducción de discursos que intentan negar lo que sucede, hacer como si no existiera, peor aún, ser contundentes e irreflexibles sin posibilidad de diálogo con aquellos que podrían decir algo importante en este momento.

El problema que descubrimos no es la buena intención, la “apuesta” en sí misma, son l@s niñ@s y adoelscetes quienes están en juego, eso se entiende por supuesto. Lo que resulta preocupante insistimos, es el discurso tajante, contundente frente a lo que bien puede ser una resistencia válida por parte del sector magisterial, al que de nuevo hay que decir, no estamos seguros de que se les haya consultado.

Habrá que esperar a los próximos días si el discurso se flexibiliza, pero también a la apertura para el diálogo con los que realmente estarán al frente de este regreso a clases presenciales, y no solamente con un sector institucional y medianamente representado como es el SNTE y su discurso discriminatorio.

 

Bibliografía

 

Badiou, Alain (2001). Conferencia sobre la sustracción, en: www.vivilibros.com, año 1, septiembre 2001.

Dussel, Enrique (2019). Dussel en Morelia: La 4T sorprendió con el concepto de “poder obedencial”…pero puede corromperse pronto. Publicado en: https://www.lavozdemichoacan.com.mx/morelia/dussel-en-morelia-la-4t-sorprendio-con-el-concepto-de-poder-obediencial-pero-puede-corromperse-pronto/

Foucault, Michel (1970). El orden del discurso. México: Austral. (Reimpresión 2020).

Freud, Sigmund (1914). Recordar, repetir y reelaborar. En “Obras Completas” Tomo XII. Buenos Aires: Amorrortu. (Reimpresión 2010).

Freud, Sigmund (1926). Inhibición, síntoma y angustia. En “Obras Completas” Tomo XX. Buenos Aires: Amorrortu. (Reimpresión 2010).

La Jornada (2021a). Es obligatorio para maestros el retorno a las escuelas: SNTE. Consultado en: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/08/14/politica/es-obligatorio-para-maestros-el-retorno-a-las-escuelas-snte/

La Jornada (2021b). Por necesidades formativas, el calendario de 200 días: SEP. Consultado en: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/06/26/politica/por-necesidades-formativas-el-calendario-de-200-dias-sep/

Martínez González, Abraham (2021). La educación en falta. Acontecimiento y discurso de la negación. Publicado en revista “El Sigma”, Argentina. Recuperado en: https://www.elsigma.com/educacion/la-educacion-en-falta-acontecimiento-y-discurso-de-la-negacion/14013

Observatorio Nacional Ciudadano (2020), El confinamiento como agravante de la violencia familiar. Consultado en: https://onc.org.mx/uploads/ViolenciaFamiliar.pdf

UNESCO (2020), La UNESCO, la UNICEF y la OMS publican directivas para garantizar la seguridad en las escuelas durante la pandemia de COVID-19. Recuperado en: https://es.unesco.org/news/unesco-unicef-y-oms-publican-directivas-garantizar-seguridad-escuelas-durante-pandemia-covid-19

 

 

 

 

[1] Solamente en México se estima que el aumento en la violencia incrementó en más de un 60% sobre todo en niñas y niños, según estimación del Observatorio Nacional Ciudadano (2020).

[2] Discurso del secretario general del SNTE, Alfonso Cepeda Salas (La Jornada, 2021a).

[3] Discurso de la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez (La Jornada, 2021b)