2012: El décimo aniversario de un año interesante
Carlos Humberto Contreras Tentzohua
El 2012 fue uno de esos años que marcaron un antes y un después en México, pues antes de éste se consideraba que había cosas que se iban a quedar sin cambiar, y que quienes quisieran un cambio eran en el mejor de los casos unos ilusos, pero hoy después de 10 años esa clase de aseveraciones se han quedado sin sustento. Personajes fueron y vinieron en la historia de México en ese momento, algunos se repusieron y hoy juegan parte importante de la política mexicana, mientras otros se apagaron y hoy sólo dan patadas de ahogado. Haremos un breve repaso de lo que sucedió en ese año, y lo compararemos con lo que sucede hoy.
Para empezar, el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, durante el 2012 tuvo que remar a contracorriente del régimen neoliberal así como de las clases dominantes de este país, pues todos daban por hecho que Enrique Peña Nieto vencería fácilmente en las elecciones. La realidad fue que nuevamente se quedó en segundo lugar, esta vez debido a Monex, al sistema de acarreados tan propio del PRI, así como al hecho de que mexicanos de mediana edad en verdad creían que las cosas irían mejor con el PRI. Desde ese momento AMLO tomó la acertada decisión de abandonar al PRD, para así separarse de los Chuchos, y fundar a Morena como partido político. El bloque histórico que dominaba a México, pero muchos izquierdistas extremistas también, daban por hecho que AMLO estaba acabado, que el PRI tenía asegurado el gobierno de México por varios sexenios, y que no habría rival para el neoliberalismo. Pero la realidad fue otra, pues AMLO salió adelante, se repuso de las derrotas, y hoy el proyecto nacional-popular que él representa va viento en popa.
Las clases dominantes y los medios de comunicación aseguraban que EPN vencería con facilidad en el 2012, y que en su gobierno se “salvaría a México”. Quienes se oponían a él eran testigos de la arrogancia de los priistas que presumían con orgullo que apoyaron a EPN, o que su derrota del 2000 no fue un adiós, sino un hasta luego. La realidad fue que el regreso del PRI a los Pinos fue un desastre para México, pues además de las masacres en Michoacán o en Jalisco, se dio la entrega de los hidrocarburos para el extranjero, lo que fue un golpe mortal para la supervivencia de México como un Estado-Nación Soberano. Por si no fuera poco sucedería la tragedia de los estudiantes de Ayotzinapa, y a partir de ese momento el PRI y EPN ya no se repusieron, cayeron en el total descredito. Hoy el PRI es un partido dividido, que sigue perdiendo militancia, en el que ya muy pocos creen. De la infatuación del 2012 no les queda nada, la prueba de eso es que EPN tiene que vivir ocultando su identidad incluso en el extranjero, y quienes lo apoyaron por lo general agachan la mirada, y hasta se les ve de capa caída.
Otro fenómeno importante del 2012 fue el #Yosoy132, movimiento social que si bien surgió de una universidad de élite (Universidad Iberoamericana), la realidad es que se volvió un movimiento popular, en el que estudiantes y personas de todas las edades manifestaron su descontento en contra del PRI y de EPN, pues su victoria significaría un retroceso a las peores épocas de represión de dicho partido político, aunado a que el neoliberalismo continuaría. El movimiento fue un fuerte apoyo a AMLO, y sirvió en gran medida para contrarrestar a EPN y el descarado apoyo de los medios masivos de comunicación. El #Yosoy132 fue derrotado pues EPN venció, pero en los meses siguientes las manifestaciones continuarían así como las estrategias a futuro. Quienes participaron en dicho movimiento jamás volvieron a confiar en el PRI, en el PAN, en los medios masivos de comunicación, así como en las élites del país, por lo cual se puede decir que el #Yosoy132 perdió la batalla en el 2012, pero ganó la guerra en el 2018, aunque claro, no se puede cantar victoria todavía, eso sólo el tiempo lo dirá.
Lo curioso es que a pesar de ser “fresa”, bien portado, posmoderno, o incluso poco coherente, el #Yosoy132 se ganó el odio de muchos reaccionarios a lo largo y ancho del país, quienes llegaron a provocar e incluso a agredir a quienes simpatizaban con dicho movimiento. Particularmente recuerdo que en una marcha un priista le dijo a un compañero: ¡Van a perder, van a perder! O en otra ocasión un priista desde su coche nos gritó: ¡El PRI les ha dado todo, les ha dado todo! El #Yosoy132, así como después el movimiento por Ayotzinapa, fueron vilipendiados por las elites de México, y políticos reaccionarios tanto del PRI como del PAN pidieron prohibir las marchas así como las concentraciones. La prueba de que las cosas han cambiado es que hoy la derecha reaccionaria es la que protesta en las calles como nunca lo habían hecho, pero sin ser acosados o agredidos, ya no se oponen a las marchas, ¡hasta se solidarizan con las anarco-feministas a pesar de despreciarlas!
Antes del 2012 sucedió el 2011, año en el que la guerra de Calderón alcanzó un grado catastrófico de barbarie así como de destrucción. Tras el asesinato de su hijo a manos de narcotraficantes, Javier Sicilia decidió lanzar un movimiento social para protestar contra las victimas de esa guerra. La justicia que buscaba hizo que muchas personas se solidarizaran con él y su movimiento, parecía que iba a conseguir algo, pero entonces le comenzó a dar besos a Felipe Calderón así como a otros personajes de la reacción, por lo cual el aprecio que se ganó se convirtió en desprecio así como en burlas. En el 2012 llamó a boicotear las elecciones, lo que le valió miles de críticas, por lo cual dio marcha atrás; luego intentó besar a AMLO y éste lo despreció para así marcar sus líneas rojas. Desde entonces Javier Sicilia vive de la victimización así como de la tragedia de su hijo, pocas personas lo siguen, salvo los Le Baron, quienes se oponen a todos los proyectos de AMLO al igual que Sicilia. A finales del 2021 Sicilia comparó a AMLO con Hitler, e incluso aseguró que éste último tenía más talento que el primero, lo que le valió toda clase de insultos así como de críticas, de hecho hasta lo balconearon, pues resultó que uno de sus mentores había sido un ferviente seguidor del nazismo. Sicilia cayó muy pronto en la irrelevancia, hoy sólo llama la atención cuando insulta o critica a AMLO, lo cual nos habla de lo bajo que ha caído.
Otro personaje que ha caído muy bajo es el subcomandante Marcos (Galeano),así como el EZLN quien en el 2012 volvió a asegurar que todos los candidatos eran unos bribones, y que la única esperanza era la resistencia desde abajo como la de los campamentos del EZLN, además como de costumbre para él el peor de todos era AMLO, pues no era una izquierda autentica. Ya en el 2006 quedó claro que esa estrategia de atacar a AMLO le fue contraproducente al EZLN, pero no aprendieron su lección. En el 2018 intentaron candidatear a Marichuy, pero no lo consiguieron, para la mayoría de las personas se habían vuelto irrelevantes desde el 2001, e incluso en el 2006 se ganaron el desprecio de muchos, y de eso jamás se recuperaron. Se oponen a todos los proyectos de AMLO, pero son pocos quienes se les unen. De hecho a finales de 2021 Germán, líder histórico de las FLN (el antecedente del EZLN) acusó a Marcos de ser un acosador sexual, así como de haber trastocado todo el proyecto de las FLN, con lo que el aura de Marcos no sólo se desvanece más, sino que hasta se oscurece, al igual que todo el neozapatismo y sus seguidores.
Muchas personas creen que nada ha cambiado, pero eso no es verdad. Por lo general antes del 2018, y sobre todo en años tan convulsos como el 2012 con el #Yo soy 132, o en el 2014 con el Movimiento por Ayotzinapa, por lo general quienes se oponían al gobierno en esos entonces invocaban el artículo 39º de la constitución:
Artículo 39.- La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.
Con ell llamaban a derrocar al gobierno para cambiar el estado de cosas. Los intelectuales “liberales”, “democráticos”, que hoy ya no tienen miedo de mostrar que son reaccionarios, acusaban a quienes invocaban dicho artículo de ser terroristas, de atentar contra la nación, de querer destruir la “paz”. ¡Hoy es la reacción la que invoca tal artículo! ¡Y sin miedo a represalias! Junto a esos intelectuales que demostraron ya su lado reaccionario, podemos ubicar también a la revista Proceso, que publicó una histórica portada el 2 de julio, en la que el logo de Televisa aparecía con la banda presidencial, criticando con eso la manera en la que el PRI se había apoderado de la presidencia de México. Hoy en cambio Proceso ya se volvió una revista conservadora y anti- AMLO, poco queda de ese espacio critico en donde se trataba de encontrar información veraz.
En diez años las cosas han cambiado bastante, en algunos se dio un giro de 180º, en otros personajes que eran el centro de atención quedaron opacados, otros en cambio sacaron a relucir su verdadera esencia. Los cambios se dan de forma lenta, y muchas veces no como se hubieran querido, pero ocurren. Sin saberlo las semillas del 2012 están dando sus frutos ahora. En los siguientes diez años veremos qué es lo que les ocurre.