Textos sin disciplina. Claves para una teoría crítica anticolonial [1]

  • Martínez Andrade, Luis. 2020. Textos sin disciplina. Claves para una teoría crítica anticolonial. Jalisco: Universidad de Guadalajara. Centro Universitario de los Lagos, 2020

Abdiel Rodríguez Reyes

De la nueva generación de jóvenes pensadores críticos, Luis Martínez Andrade descuella por su amplia y constante producción, tanto por la cantidad como por su heurística. Es mexicano, reside en Bruselas, es doctor en Sociología por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, hizo su tesis doctoral con Michael Löwy. Lo cual es una referencia para conocer el talante de nuestro autor. Trabaja diversos temas, entre los que cabe destacar: teoría crítica, ecología, giro decolonial, filosofía y teología de la liberación. Nuestro autor es bastante dinámico, presentó un libro de entrevistas con feministas del Sur y, en esta ocasión, uno de reseñas. No nos vamos a enfocar solamente en lo que dice nuestro autor sobre otros, sino en la estructura del libro y en la voz de este sobre ese mar de temas y de pensadores críticos.

Este libro está organizado en cuatro partes, antes de avanzar en ellas, quiero resaltar por lo menos un aspecto del título: Textos sin disciplina; así como el neoliberalismo disciplinó nuestros cuerpos, también lo hace con el conocimiento. En ese sentido, los textos aquí reunidos son indisciplinados. En Martínez Andrade vemos además de un pensador elegantemente culto, un interdisciplinario sin tanto ruido. En nuestro medio esto no es habitual, es más fácil estar cuadriculado en su disciplina. Aquí vemos un despliegue de temas de los cuales una sola disciplina no podría dar cuenta; por otro lado, es un investigador riguroso. Por eso, puede coquetear entre la Filosofía y la Sociología simultáneamente sin perder el rigor de las tradiciones.

Ahora sí podemos adentramos en la estructura del libro, a ver que nos dicen estas reseñas en estos tiempos de crisis civilizatoria. Como decíamos, este es un libro de reseñas y es un tanto difícil hacer una reseña de un libro de reseñas. En la primera parte, se plantean temas de política, clase social, feminismo y violencia divina; en la segunda, algunos elementos para una historia intelectual, precisamente de pensamiento crítico; en la tercera, algunos tópicos de ecología política y, por último; la cuestión religiosa y la utopía. Él mismo se planteó un conjunto de preguntas muy sugerentes para guiar la lectura, también suponen unos nodos de problematización, de crítica y revolución. Un asunto de vital importancia es abrir los horizontes cuando hablamos de lo decolonial, teniendo en cuenta que, esta no escapo de la moda, de los intereses crematísticos y de quienes la asumieron como una nueva religión.

Este libro nos abre el horizonte en la medida de reseñar trabajos poco conocidos en nuestro medio. Como nuestro autor no piensa solo en su lengua materna, se maneja de varios idiomas y eso hace más enriquecedor su caja de herramienta bibliográfica. Reseña un trabajo de Milton Santos (Por uma outra globalização. Do pensamento único à consciência universal), es palmario una crítica a la sociedad burguesa. Y, como alternativa, rescata siguiendo los argumentos de los teólogos de la liberación ⎯muy bien conocidos por Martínez Andrade⎯, la resistencia de los de abajo, quienes se constituyen en sujetos históricos de su propia liberación, son los mismos quienes aun sufriendo vejaciones, no han claudicado. 

Otro libro comentado es uno de Bolívar Echeverría (Vuelta de siglo), un marxista ecuatoriano-mexicano, gran conocedor y traductor de Walter Benjamin. Echeverría es uno de los grandes maestros del pensamiento crítico latinoamericano. Martínez Andrade trata al tratar ese libro, señaló la todavía vigente dependencia tanto teórica como material de la “dominación neocolonial” (Martínez Andrade, 2020 pág. 17); allí la importancia de la descolonización epistemológica. Todos los pensadores trabajados a lo largo de estas reseñas van en esa dirección. Echeverría está en contra del marxismo ortodoxo, aún hoy vigente bajo muy sutiles formas. Solo raspemos un poco y ya veremos incluso a nuestros propios maestros destilar su ortodoxia, alérgicos a la apertura y grietas abiertas, por ejemplo, al giro decolonial. Echeverría a diferencia de Enrique Dussel, planteó la posibilidad de múltiples modernidades e incluso una no capitalista, lo que, para el filósofo argentino-mexicano, no es posible.

También reseñó un libro de Stefan Gandler (Teoría crítica: imposible resignarse), quien escribió un libro sobre el marxismo en México y no incluyó a Dussel por considerarlo un teólogo; estos dislates no los veremos en Martínez Andrade, quien tiene una mirada más amplia que aquella de heredar rencillas de otros. Esa actitud en general, la cual debemos adoptar para seguir avanzando en la crítica, de lo contrario quedamos atrapados en pírricas discusiones. Como bien retoma nuestro autor de la obra colectiva coordinada por Gandler, “la Teoría crítica hoy debe ir más allá de una perspectiva euro-centrada” (Martínez Andrade, 2020 pág. 25). En ese punto estamos de acuerdo y, si bien esta teoría fue pensada en un contexto particular, hoy podemos hablar de su validez en nuestro medio cuando se trata de una crítica al orden vigente, pero su pertinencia es dada por la superación de cierta ideología eurocéntrica.

Como señalábamos al inicio, el tema de las clases sociales y las desigualdades (prefiero ponerlo en plural); es de conocimiento general, la desaparición de las clases sociales en muchos de los análisis de aquellos considerados críticos e, incluso, de algunos decoloniales. Sin entrar en ese desiderátum nuestro autor reseñó un libro de Carlos Julio Báez (Desigualad y clases sociales), muy atinado cuando vemos las desigualdades galopar y, es precisamente el análisis de clases el cual devela el mito de la imposibilitad de las transformaciones ⎯o, como diría el autor: “acciones sociales y las decisiones del poder político” (Martínez Andrade, 2020 pág. 30)⎯ para revertirlas. Las desigualdades no son un hecho natural, es histórico y, por lo tanto, se pueden cambiar. El orden vigente fetichiza la idea de su carácter invariable.

En la actualidad no podemos hacer pensamiento crítico sin la mirada de las feministas críticas, las cuales agrietan el muro del capitalismo; son estos movimientos junto a los indígenas y afros, los de mayor beligerancia teórica y práctica en el mundo. Con respecto a ese tema, se reseñó un libro editado por Ana Cecilia Dinerstein (Social Sciences for an Other Politics), nos advierte nuestro autor estar ante un trabajo que se tomó en serio las “fisuras”. En esta misma dirección de crítica, reseñó de Camille Boutron (Femmes en armes), quien pone en entredicho la pasividad de las mujeres para la toma de las armas. Martínez Andrade rescatando la figura de la “violencia divina” de Walter Benjamin, no condena la violencia cuando esta alcanza o restituye los derechos de los seres humanos, mientras que, la “violencia mítica” la criminaliza.

La segunda parte, de Historia intelectual es de nuestro mayor interés, ¿por qué? hace falta estudiar a nuestros pensadores, como diría Ricaurte Soler sus “formas ideologías”; es decir, en Panamá no tenemos una historia intelectual, por su puesto, hay algunos intentos que son eso: intentos. Como decíamos al principio, nuestro autor rescata una serie de pensadores no tan habituales y allí estriba la riqueza de este libro, como además el trato entre la erudición y heurística de Martínez Andrade. Así nos reseña un libro de Serge Deruette (Lire Jean Meslier: Curé athée révolutionnaire), sobre Jean Meslier. Quiero resaltar de esta parte del libro, la cuestión ecológica donde los animales también son importantes, más allá de cierto antropocentrismo moderno de sobreponer a los seres humanos, sobre otras especies y la naturaleza.

Sobre los movimientos socialistas, para conocer la experiencia japonesa, reseñó un texto de Kotoku Shusui (L’Impérialisme: le monstre du XX e siècle), quien hizo un diagnóstico del imperialismo, así vemos la veta estructural de la cuestión cuando coincide en varios aspectos con Vladimir Lenin. Luego analizó una biografía sobre Karl Marx de Francis Wheen (Karl Marx), quien, además de la aparición de la monumental obra de Gareth Stedman Jones, gozan del encumbramiento de los conocedores del gigante de Tréveris. Cabe resaltar algunos aspectos de esta reseña, resulta curioso la existencia de un extraño espécimen de llamados marxistas sin leer a Marx. Resalta las virtudes del ya joven Marx, quien a los tempranos 24 años tenía responsabilidades editoriales importantes, da cuenta no solo de sus altos vuelos teóricos, también de su fogosa militancia, por último, es importante “recuperar la figura histórica de Marx” (Martínez Andrade, 2020 pág. 57), del olvido promovido por los sectores más rabiosamente conservadores.

Sobre José Carlos Mariátegui reseña un libro de Mike Gonzáles (In the Red Corner. The Marxism of José Carlos Mariategui), para nuestro autor, el amauta es de los más originales marxistas de nuestra Abya Yala y, haciendo gala de su erudición hace notar de esta reseña el soslayamiento de Gonzáles de autores jóvenes como Segundo Montoya, entre otros y otras, fundamentales para comprender los derroteros teóricos de Mariátegui hoy. Sobre un personaje del siglo pasado, también hará una reseña sobre Josip Broz Tito, del libro de Joze Pirjevec (Tito: Une vie). Como la teoría anticolonial se alimentan de experiencias históricas de esta naturaleza, entonces la figura de Tito es importante, quien, a pesar de sus contradicciones internas, tuvo una “dimensión anticolonial”; como en Panamá con el General Omar Torrijos, de aquel viejo proceso político descolonizador solo quedan ruinas sobre ruinas. Para terminar con esta parte, la figura es Michael Löwy, es muy curioso ver los paralelismos de este pensador y su discípulo. A propósito, reseñó un libro de Fabio Mascaro Querido (Michael Löwy: marxismo y crítica de la modernidad), Löwy tiene sus méritos para ser uno de los pensadores más importantes no solo de nuestra Abya Yala, también tiene su nombre ganado en Europa, sus estudios sobre Lukács y Benjamin son bien ponderados en las mejores universidades del mundo. En otra ocasión nos ocuparemos de la trayectoria de Löwy y Martínez Andrade para así comprender la diáspora de pensadores críticos latinoamericanos en Europa.

En la tercera parte de América Latina, se resalta los problemas suscitados en este territorio. Es precisamente aquí donde acontecen las luchas y la praxis de las más avanzadas del mundo, como también el lugar de las contradicciones de la modernidad capitalista. En ese sentido, nuestro autor resalta el libro de João Alfredo Telles (Direito ambiental, luta social e ecosocialismo), el derecho ambiental como motor de lucha de los oprimidos; lo cual en nuestros territorios es una lucha por la vida, en la que, constantemente se está en riesgo y activistas han perdido la suya por el derecho a un ambiente sano. De Oscar Useche (Ciudadanías en resistencia), reseñó un texto sobre las ciudadanías en resistencia, rescatando una “teoría de la potencia” y, es que, los cambios vienen de la potencia de abajo y no de la potestad de arriba. También comentó un libro de un periodista español ampliamente conocido en Panamá, Paco Gómez Nadal (Indios, negros y otros indeseables), fue columnista en La Prensa, desde allí hizo críticas a los distintos gobiernos derechistas en Panamá, hasta que, Ricardo Martinelli, en aquel entonces presidente de Panamá, lo expulsó del país. En el libro reseñado por nuestro autor, se hace un análisis del racismo, desvelando así, las estructuras de poder basadas en una ideológica jerarquización racial. 

En esa misma dirección, de Beatriz Uríaz Horcasitas (Historias secretas del racismo en México), examinó un libro sobre el racismo, quien, según nuestro autor, hace no solo una revisión de archivos importantes sobre la temática, también se apoyó aparato teórico robusto para tratarlo, criticando al “racismo de Estado” (Martínez Andrade, 2020 pág. 79). En el siglo pasado tanto México como Panamá no escaparon de ese intento de limpieza étnica. De Silvia Rivera Cusicanqui (Violencias (re) encubiertas), reseñó un libro para pensar y “repensar otros paradigmas de sociabilidad” (Martínez Andrade, 2020 pág. 81), a esa es la empresa que, precisamente nos invita Cusicanqui. Ella critica apoyándose en el “colonialismo interno” los procesos de mestizajes como proceso forzado de homogenización y el concepto tibio de “ciudadano” reproducido principalmente por las capas medias. Para nuestro autor, Cusicansqui establece “vasos comunicantes” (Martínez Andrade, 2020 pág. 84) entre indígenas y feministas, lo cual es fundamental para las luchas de resistencia. En esa misma línea, reseñó un texto de Pedro Garzón López (Ciudadanía indígena: Del Multiculturalismo a la colonialidad del poder), quien analizó el tema del multiculturalismo, este concepto, según él trae consigo “confusiones conceptuales”; dicho concepto también fue criticado por Dussel a finales de los noventa en su Ética de la liberación. La importancia de este estudio estriba, según nuestro autor, en tomarse en serio la “opción decolonial” (como diría Walter Mignolo). Cabe resaltar un aspecto tratado por Martínez Andrade cuando profundiza sobre el concepto de “comunalidad” y se asocia al Buen Vivir, nuestro autor resalta una veta importante: estos conceptos no están dados, es decir, su enunciación no resuelve nada, como tampoco volver a un pasado idílico indígena, es “en la lucha, abajo y a la izquierda” (Martínez Andrade, 2020 pág. 91), la ruptura con las lógicas destructivas de la modernidad capitalista. Muchas veces se le atribuye al giro decolonial injustamente una idealización de lo indígena por lo indígena, se reivindica en la medida que esas experiencias históricas de los pueblos aurorales afirmen la vida en su conjunto. 

También se reseñó un texto de Geoffrey Pleyers y Manuel Garza (México en movimientos), quienes analizan al México contemporáneo “en llamas”; este país goza de tener de lo más granado del pensamiento crítico como de las experiencias políticas anticapitalistas como el EZLN, más avanzadas del mundo, de tal forma, es una bocada de aire fresco para pensar las alternativas la experiencia mexicana en su conjunto. Entre las cuestiones llamativas de esta reseña, está la “cultura alter-activista” (Martínez Andrade, 2020 pág. 95), es el activismo individualizado pero solidario. A propósito de los tiempos mediatizados por las redes sociales. El texto en cuestión nos advierte sobre el eurocentrismo para pensar los problemas sociales de nuestros territorios e integra la visión local de los mismos con las lógicas estructurales en un contexto global.

Por último, está la parte Utopías y religión, aquí somete a lectura, cinco textos sobre el hecho religioso. El primero de John Lynch (Dios en el nuevo mundo: Una historia religiosa de América Latina), en el cual se menciona la función misionera de la iglesia, no solo en la colonia, periodo privilegiado para estudiar el papel de esta institución en nuestra Abya Yala, también en los tiempos contemporáneos. La iglesia si bien es una institución conservadora, no es un bloque monolítico, también tiene expresiones revolucionarias, es una contradicción, pero es a partir de estas que, la sociedad avanza. De Joel Delhom y Daniel Attala (Cuando los anarquistas citaban la Biblia), se analizó la relación entre anarquismo y cristianismo, en la equidistancia solemos ver a la institución eclesiástica como abstraída de las corrientes políticas revolucionarias, pero en el seno de esta, se yerguen ideas y acciones a contracorriente incluso de lo establecido. De Saul Alinsky (Tratado para radicales), quien se planteó la cuestión de las luchas contemporáneas, a la luz de figuras de la tradición judeocristiana, como Moisés y Pablo de Tarso y, apoyándose en el Evangelio, encontró claves para las luchas de los oprimidos. De Laurent Vidal (Ils ont rêvé d’un autre monde), quien enfatizó en la necesidad de la utopía para los proyectos políticos. Por último, Lucio Álvaro Marques (A glória do ateísmo), examinó la idea nietzscheana de “muerte de Dios”, quien sostiene, según nuestro autor, “la idea de que la modernidad filosófica europea permitió teóricamente la muerte de Dios”, la cual implica también la muerte del hombre, entendiéndose como especie. Apuesta por el “pluralismo religioso” en tiempos de fanatismo fútil. En última instancia, esta obra, según nuestro autor, nos invita a reflexionar sobre la “fragilidad” humana y la necesidad del “tiempo mesiánico”.

A modo de conclusión. Como decíamos, es un tanto difícil hacer una reseña de un libro de reseñas, nos interesaba sobre manera saber qué piensa nuestro autor, entre líneas, de lo que decía de otros. Para ser englobantes, todo decolonial es anticolonial, pero no todos los anticoloniales son decoloniales, ese un punto a favor de tener como subtítulo la cuestión de crítica anticolonial y no decolonial, lo último tomó algunos contornos definidos no necesariamente compartido por todo anticolonial. Por eso, nuestro autor puede moverse como pez en el agua entre lo anticolonial y decolonial. Como dice nuestro autor, “huelga” decir, estamos ante una obra fundamente para indisciplinarnos ante el orden vigente de la modernidad capitalista. El neoliberalismo disciplinó nuestros dóciles cuerpos y también quiere hacerlo con nuestro pensamiento, domesticándolo. Esa es otra razón más para indisciplinarnos como forma de resistencia. 

[1] Martínez Andrade, Luis. 2020. Textos sin disciplina. Claves para una teoría crítica anticolonial. Jalisco: Universidad de Guadalajara. Centro Universitario de los Lagos, 2020, p 124. Reseña en: Tla-melaua: revista de ciencias sociales. Año 2022, número 51.