¡Que no te haga bobo Jacobo! El Carnal de las Estrellas ante el espejo de la corrupción

Jaime Magdaleno
No sé ustedes pero yo pienso que fue por demás absurdo colocar al inicio de «PRI: Crónica del fin» la letra y la música de «Gimme tha power», de Molotov, pues uno no deja de pensar, inmediatamente, que una serie producida por Televisa (disfrazada en N+) debería de tener como música de fondo lo mismo «¡Que no te haga bobo Jacobo!», en alusión al tótem de la desinformación de Televisa, Jacobo Zabludovsky, que «El Carnal de las Estrellas», que da cuenta del acoso y el abuso sexual promovido y/o tolerado al interior de la empresa, personificado en sujetos como Luis de Llano Macedo.
Ahora que lo pienso el absurdo es consustancial al hecho de que Televisa pretenda señalar la corrupción sistémica del PRI, cuando la empresa participó en el organigrama cuasidelincuencial del partido, al grado de asumirse como «soldado del PRI» (Emilio Azcárraga Milmo, dixit). Diferentes analistas, medios y comunicadores, al hacer la crítica de «PRI: Crónica del fin», han insistido en la simbiosis corrupta establecida entre el Estado, el Partido y Televisa, por lo que el afán de la empresa por desligarse de la deriva autoritaria y corrupta del Estado y su Partido ha sido estéril e incluso supondría un chiste, de no ser porque esa simbiosis arrojó una cantidad indeterminada de muertos, vía la represión o vía la pauperización de amplios sectores de la población.
Así pues, el grito «Dame, dame, dame, dame todo el power/ para que te demos en la madre» también se ha aplicado, en más de un momento, en contra de la televisora, que ha agraviado a la sociedad de todas las formas y en todos los tonos posibles, siempre a partir de la complicidad silenciosa o la tergiversación facciosa. En ese sentido, cada generación, casi podría decirse que cada mexicano, tiene sus cuentas pendientes con Televisa. Desde el mutismo ante las masacres perpetradas por el Estado en los años sesenta y setenta (Tlatelolco, Halconazo, Guerra Sucia) hasta la desinformación en torno a los fraudes electorales de 1988 y 2006, pasando por la estigmatización de los movimientos político-sociales de diferente cuño, lo mismo del zapatismo de los noventa que de las luchas estudiantiles de 1986 o 1999. Televisa debe saber que el historial negro que se carga es abismal, y la mancha que trae embarrada tan espesa que no podrá eliminarla «ni con el agua de todos los océanos» (como diría el clásico); mucho menos a través de una serie en donde la corrupción del PRI tiene su reflejo en la de la propia Televisa.
La podredumbre de la empresa es tal que abarca prácticamente todo su espectro de contenidos, desde los deportivos (no olvidemos que el heredero del emporio, Emilio Azcárraga Jean, está acusado de presuntos sobornos a ejecutivos de la FIFA, con el fin de obtener derechos de transmisión)[1] hasta el de espectáculos, según nos hemos enterado por el escándalo del «Catálogo de Televisa» (de acuerdo con el cual se concedería tiempo televisivo a cambio de servicios sexuales)[2]. Precisamente, siguiendo la línea del acoso y el abuso sexual en Televisa, Molotov compuso «El Carnal de las Estrellas» cuyo protagonista sería Luis de Llano Macedo («si encuentras a un tipo de nombre de Llano/ que quiere magullarte y echarte la mano/ que no quiera echártela atrás/ no te dejes porque ‘aún hay más'»). Para aclarar dudas, Olallo Rubio en su documental «Gimme The Power» le preguntó directamente a Luis de Llano: «¿Tú eres el Carnal de las Estrellas?», y de Llano, sin apurarse a negarlo, apenas esconde una sonrisa mientras se mueve nerviosamente, y responde: «Pues mira, eso dicen, porque creo que la frase decía ‘De Llano la sopea’, o no sé qué cosa». Más adelante, el propio De Llano describe una situación de acoso que resuelve con una frase lapidaria y una mirada fulminante:
Yo tengo un pequeño ejercicio que hago cuando llega una chava guapa a mi oficina pidiéndome chamba. Lo he hecho varias veces. Y a veces sí, tenía hasta seis o siete esperando. Entonces, a la siguiente le digo:
—Bueno, tú quieres ser estrella. Tú quieres triunfar. Estás guapa. En tus fotos te ves bien. Tienes buen look. Pues párate. Da una vuelta. Siéntate.
Se empieza a poner nerviosa. Ya sabes, cambia la expresión. Le digo:
—Pues mira. Yo te voy a hacer rica y famosa, pero tengo una condición.
—¿Una condición?
—Pero no quiero que la comentes con nadie. Quiero que quede muy personal entre tú y yo. Y no quiero que te ofendas o lo tomes a mal, pero es muy importante, y voy a ser muy sincero y muy directo contigo.
Como que se empiezan a poner más nerviosas. Empiezan a cambiar la pierna, a cambiar de lugar.
—Entonces, te juro que te voy a hacer la estrella de las estrellas.
—Okey, ¿cuál es la condición?
—Cuando seas rica y famosa, no te quiero volver a ver en mi vida»[3].
Más allá de que la dinámica de acoso anteriormente descrita sea estrictamente personal, lo que importa resaltar es la condición de posibilidad generada por una empresa que permite que productores como Luis de Llano ¡o Sergio Andrade! repliquen un modus operandi que se traduce en violencia psicológica y abuso sexual sistemático, del cual nos enteramos años después, a través de demandas (como la que Sasha Sokol entabló en contra de Luis de Llano por daño moral, por violencia sexual y por violación a su vida privada)[4] o por dilatadas estancias en prisión (como los 10 años que estuvo preso Sergio Andrade; 3 años en Brasil y 7 en México, acusado de rapto, violación agravada y corrupción de menores)[5].
En el colmo del cinismo, Televisa, más allá de revisar su actuación en los casos de acoso y abuso que se han dado en el marco de su actividad profesional, ocupa escándalos como el de Sergio Andrade para producir «bio-series», tales como «Ellas soy yo», en la cual se recrean los castigos psicológicos y corporales, así como los abusos sexuales, a los que era sometido «El Clan Trevi-Andrade». Al contar con «6.3 millones de audiencia, con datos de IBOPE México»[6], Televisa se congratuló del alto rating, emitiendo un comunicado oficial en el que informó que «la bioserie superó a su competencia más cercana por más de 149%»[7].
Al reflexionar en lo anterior, en algún momento estuve tentado en reprochar a Molotov por haber cedido los derechos de su tema para ser utilizado en una serie de Televisa (disfrazada de N+). No obstante, «Gimme tha power» me llevó a «Que no te haga bobo Jacobo» y de ahí a «El Carnal de las Estrellas», por lo que pensé que la jugada de Molotov había sido maestra: han permitido la utilización de un tema que para nada se ajusta a la realidad corrupta y podrida de Televisa y, sin embargo, abre la puerta para que ingresen, estruendosa y acusadoramente, dos canciones que sí revelan la desvergüenza desinformativa y el perfil proxeneta de esa «Fábrica de Sueños» de nombre Televisa.
«Mejor ya no sigo/ me muero del asco/ como cuando miro/ al señor Velasco/ de solo pensarlo/ mi cuero se enchina/ me pone la piel como de una gallina».
[1] Cfr. Suález, Karina “Emilio Azcárraga deja la presidencia de Televisa en plena investigación por supuestos sobornos a la FIFA”. En: https://elpais.com/mexico/2024-10-24/emilio-azcarraga-deja-la-presidencia-de-televisa-en-plena-investigacion-por-supuestos-sobornos-a-la-fifa.html
[2] Véase: “El Catálogo de Televisa: Telenovelas, abuso y explotación detrás de cámaras”. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=SdnqQufEgMA&t=72s
[3] Visto en: “Gimme the Power: Una película de Olallo Rubio”, disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=dHnWUXGC2WQ&t=1576
[4] Cfr. Rosete, Erika. “El caso de Sasha Sokol en la Suprema Corte: ‘Las víctimas no sólo deben comprender que lo son, sino tomar conciencia del daño para revelar el abuso”. En: https://elpais.com/mexico/2025-06-30/el-caso-de-sasha-sokol-en-la-suprema-corte-las-victimas-no-solo-deben-comprender-que-lo-son-sino-tomar-conciencia-del-dano-para-revelar-el-abuso.html
[5] Véase. “Sergio Andrade: ¿Cuánto tiempo estuvo en la cárcel el exproductor de Gloria Trevi?” En:https://www.elfinanciero.com.mx/espectaculos/2023/09/06/cuanto-tiempo-estuvo-en-la-carcel-sergio-andrade/
[6] Cfr. Sun. “Gloria Trevi la reina del rating por ‘Ellas soy yo’”. En: https://www.informador.mx/entretenimiento/Gloria-Trevi-La-reina-del-raiting-por-Ellas-soy-yo-20230906-0059.html
[7] Ibid.