El centenario de Augusto Salazar Bondy

El centenario de Augusto Salazar Bondy: su centralidad en la filosofía de la liberación en diálogo con Enrique Dussel

 Abdiel Rodríguez Reyes

Profesor en la Universidad de Panamá e investigador en el SNI de la SENACYT

Este año se conmemorará el centenario de Augusto Salazar Bondy, en honor a esta fecha importante, los profesores Joel Rojas y Segundo Montoya, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, respectivamente, organizaron en la Biblioteca Municipal del Cusco, el Coloquio Internacional. Centenario de Augusto Salazar Bondy: filosofía, crítica y liberación, me correspondió dictar una de las conferencias. No quisiera continuar sin advertir mi profundo agradecimiento a los colegas por la generosa invitación a este evento. Este año también se conmemoró otro de igual envergadura: el centenario de Orlando Fals Borda, hicimos un ejercicio similar, de cruzar las reflexiones del sentipensar con la ética de la liberación, de allí salió el libro colectivo Orlando Fals Borda y Enrique Dussel. Sintonías y diálogos posibles, editado por Nicolás Herrera y Alfonso Torres Carrillo, publicado en Ciudad Autónoma de Buenos Aires por LaComuna Fondo Editorial. Justamente hoy, 5 de noviembre de 2025, el día de esta conferencia, se conmemoran dos años del fallecimiento de Enrique Dussel.

La centralidad de Salazar Bondy en la filosofía de la liberación

Uno de los puntos que quisiéramos tratar, es la relación de Salazar Bondy con la filosofía de la liberación. Sobre este punto coincidimos con Joel Rojas de entender a la filosofía de la liberación como un movimiento amplio en y desde nuestra América, expresándose políticamente y también filosóficamente en distintos puntos. En ese sentido general, podríamos mencionar como uno de sus exponentes en el Perú a Salazar Bondy y, en el caso panameño, al filósofo Ricaurte Soler. Ahora bien, la estatura intelectual de Salazar Bondy no depende de la filosofía de la liberación, pero si hablamos de esta, es imperativo resaltarlo a la luz de sus aportes y en diálogo con sus exponentes, entre los cuales, Dussel fue uno de sus máximos representantes.

En la autobiografía de Dussel, En búsqueda de sentido, menciona tres influencias para dar cuenta del origen de la filosofía de la liberación en el arco de tiempo de, 1969 a 1976, a saber: la teoría de la dependencia, la sociología de la liberación y la obra de Salazar Bondy ¿Existe una filosofía en nuestra América?, firmado en agosto de 1968 en Lima. Adriana Arpini en Filosofía, crítica y compromiso en Augusto Salazar Bondy, también remarcó, siguiendo a David Sobrevilla, el “papel protagónico en la gestación del movimiento de filosofía de la liberación”. También Joel Rojas presentó su tesis: Para una filosofía de la liberación en Augusto Salazar Bondy, en el 2019 y, al año siguiente, publicó Augusto Salazar Bondy, filósofo de la liberación peruana, personalmente le entregué este artículo a Dussel e insistió en la necesidad de publicarlo en la Revista Filosofía de la liberación. Descolonización y Transmodernidad.  Así fue y, se puede consultar en su primer número.

Nuestro supuesto es el siguiente: no existe ninguna contradicción entre la propuesta de Salazar Bondy con la de Dussel, a pesar de los matices, énfasis y las críticas que podríamos encontrar en trabajos meticulosos como los de Rojas a propósito de la concepción de la ciencia, entre otros aspectos. Eso no minimiza el énfasis de uno en la dominación y del otro en la liberación. Uno parte de la negatividad, pero el otro no fue ingenuo de abrazar una positividad en tanto posibilidad de un pensamiento propio y la liberación a la vuelta de la esquina sin considerar ese momento negativo. En ese sentido, Rojas remarcaría la decantación de Dussel por Salazar Bondy y no por Leopoldo Zea en la disputa mantenida a finales de los sesenta.

Uno de los aportes para la filosofía de la liberación de Salazar Bondy fue la “cultura de la dominación”, definida como:

Una cultura que, tomada en su conjunto, puede ser calificada de Cultura de la dominación, ofrece una serie de caracteres significativos y muy claramente perceptibles: tendencia imitativa, falta de rigor creativo, inautenticidad en sus productos, desintegración, desequilibrio y polarización de valores, entre otros. Este es el caso de la cultura latinoamericana tal como ella se presenta no solo en el pasado sino también en nuestros días.

Partía de la negatividad, reconociendo la posibilidad de voces liberadoras. Pero dadas las condiciones, estas voces serían más limitadas. Un proyecto liberador que no contemplase esta realidad tendería al extravió, por eso, para el pensador peruano, esta crítica negativa era el primer paso para esa praxis liberadora.  

El proyecto liberador de la transmodernidad

El proyecto liberador que se viene fraguando y los esfuerzos de la filosofía de la liberacion latinoamericana en sus multimples formas, e incluso contradicciones, debe suponer la superación del subdesarrollo y la dominación, lo cual requiere destruir la alienación mediante reformas estructurales económicas, políticas y educativas y, hacer de la filosofía una conciencia crítica y motor de cambio histórico.En ese sentido, subsumiendo los planteamiento de Salazar Bondy, quien llevó a la práctica sus ideas con la reforma educativa en el Perú. El proyecto liberador de la transmodernidad fue agarrando mayor materialidad con la lectura de Marx en la década de los ochenta, como su politización de apoyar a los gobiernos progresistas de nuestra América y, acompañar a la cuarta transformación en México. Ya no sólo se trataba de una enjundiosa reflexión filosófica, sino la puesta en práctica de un saber al servicio del pueblo. Lo que le faltaba a Dussel en los sesenta, estaba contenido en Salazar Bondy en su praxis, en su apoyo al gobierno de Juan Velasco Alvarado y su concepción del “socialismo humanista”, el filósofo de la liberación argentino lo desarrollará con la incorporación del arsenal de Marx a su proyecto liberador de la transmodernidad.

Este proyecto es una utopía distinta de la modernidad y la posmodernidad. Donde, como lo explicó Franz Hinkelammert, otro indispensable de esta reflexión colectiva, las corrientes económicas y políticas dominantes se oponen al pensamiento utópico de la centralidad de la vida en comunidad. Como es una propuesta ética, se basa en la reproducción y afirmación de la vida como principio material. Requiere un compromiso de esta misma naturaleza y político para su realización. Busca la descolonización del conocimiento y una emancipación más allá de la independencia formal. Propone una civilización alternativa arraigada en la afirmación de la vida en comunidad y metabólica relación con las demás especies, en contraposición al individualismo y destrucción del capitalismo.

En conclusión, destacamos la centralidad de la filosofía de Salazar Bondy dentro del de la filosofía de la liberación, particularmente en su relación e influencia sobre la obra de Dussel, aunque sus aportes no se limitan a ella. La obra de Bondy se presenta como un catalizador para la reflexión sobre la dominación cultural y la necesidad de una praxis transformadora concreta. Su enfoque crítico, centrado en la denuncia de las estructuras de opresión y la búsqueda de alternativas, influyó significativamente en el desarrollo del pensamiento de la filosofía de la liberación. Dussel continuó con la formulación de un proyecto liberador transmoderno para trascender los límites de la modernidad y construir una civilización basada en la comunidad y la afirmación de la vida. De esta manera, invitamos a revisitar la obra de Salazar Bondy como una fuente de inspiración para los desafíos del presente.