Cómo Palestina se conecta literalmente con todo. Uniendo los puntos

Elisa & Ray

@theconsciouscitizens

Traducción de Antonio Rocha

@Rocha_ntonio

Texto original: https://www.theconsciouscitizens.org/full-article-how-palestine-connects-to-literally-everything/

Publicado el 11 de mayo de 2025

Para muchos de los que apoyamos la causa Palestina, ésta no es una cuestión aislada, sino una representación de casi TODAS las problemáticas en una sola. En este artículo queremos exponer tales conexiones.

Estamos llegando a las etapas finales del genocidio de Israel en Gaza. Las máscaras han caído; no queda nada más por ocultar. Los ministros israelíes piden abiertamente la expulsión del pueblo palestino y la ocupación permanente de sus tierras mientras decenas de miles de tropas de reserva extras son convocadas por las Fuerzas de Ocupación Israelíes (IOF). Todo esto ocurre pocos días antes de la visita programada de Trump a Oriente Medio. Trump tiene planes propios y su paciencia con Netanyahu se está agotando.

Independientemente de los factores geopolíticos implicados, el pueblo palestino paga el precio. El plan de Israel es desplazar a cerca de 2 millones de personas hacia Rafah, a lo largo de la frontera sur de Gaza, y forzarlos a refugiarse en campos de concentración dirigidos por contratistas estadounidenses. Millones de personas de todo el mundo llevan 19 meses advirtiéndonos acerca de este momento, mientras algunos se preguntan por qué tanta atención a Palestina, especialmente cuando hay muchos problemas locales de los cuales ocuparse.

Nosotros, en lugar de considerarla como una cuestión aislada, vemos en Palestina la culminación de casi todos los problemas a los que nos enfrentamos hoy en día. Desde el imperialismo hasta el feminismo, pasando por la salud mental, etc. Por eso Palestina es tan importante para nosotros. En este artículo explicaremos, de la forma más clara y sencilla posible, de qué manera todas estas cuestiones están conectadas. Al hacerlo, esperamos poder fomentar una mayor comprensión entre nosotros y de nuestros problemas comunes, de modo que podamos tener conversaciones más productivas, hacer crecer nuestra solidaridad comunitaria y fortalecer nuestro poder colectivo global contra el 1% más rico.

Imperialismo

Palestina se vincula al imperialismo cuando nos damos cuenta de que Israel desempeña un rol fundamental en el intento de los Estados Unidos por apoderarse de los recursos naturales de la región de Medio Oriente y, de este modo, asegurarse el sostenimiento del poder global. Israel brinda al Imperio estadounidense una presencia pro-occidental en una región rica en petróleo, al tiempo que actúa como contrapeso a la influencia rusa. El expresidente Biden ha dicho célebremente que si Israel no existiera, «EEUU tendría que crearlo».

Como es habitual, uno de los motores clave del imperialismo es la extracción de recursos. La Palestina histórica, en particular, está perfectamente situada cerca del mayor yacimiento de gas del Mar Mediterráneo, el yacimiento de gas Leviatán, que contiene 22 billones de pies cúbicos de gas natural, los cuales proporcionarían a Occidente una crucial independencia energética respecto del gas ruso. La propia Gaza tiene un gran yacimiento de gas (1 billón de pies cúbicos), Gaza Marine, en su costa, pero la legislación israelí impide a los palestinos acceder a sus recursos costeros. Al mismo tiempo, según la legislación internacional, Israel no puede explotar recursos naturales dentro de los territorios ocupados. Como ocurre con tantas poblaciones indígenas, uno de los principales factores que impulsan la opresión es la avidez por sus recursos naturales, así como por el dominio geopolítico global.

Liberación negra

Palestina queda estrechamente vinculada a la lucha por la liberación negra cuando nos damos cuenta de hasta qué punto quienes oprimen tanto a las poblaciones negras como a los palestinos comparten herramientas, técnicas y formación. El movimiento negro por los derechos civiles y el movimiento palestino tienen una larga historia de solidaridad, con revolucionarios negros como Malcolm X y Angela Davis expresando con orgullo su apoyo a la libertad palestina. Gran parte de esa solidaridad se debe a la coincidencia de sus luchas, especialmente en lo que se refiere a la policía y las prisiones, dos cuestiones en las que tanto los negros como los palestinos tienen mucha experiencia.

Los departamentos de policía de Estados Unidos −y de otros países occidentales− envían a sus agentes a Israel para recibir formación, importando técnicas desarrolladas e implementadas en la ocupación (incluida la técnica de arrodillamiento que mataría a George Floyd en 2020, desencadenando el movimiento Black Lives Matter). Las corporaciones multinacionales occidentales, como Siemens y Motorola, también se benefician de los sistemas penitenciarios tanto en Estados Unidos como en Israel, proporcionando equipos, software y apoyo logístico con los cuales se enjaula a la población negra y palestina.

Migración

Palestina se convierte en una cuestión migratoria cuando nos damos cuenta de que la tecnología que militariza las fronteras de Palestina también militariza las fronteras de todo el mundo. Los agentes de migración, como los que ahora detienen personas en Estados Unidos, suelen recibir formación de las IOF en programas de intercambio de israelíes de extrema derecha, quienes proporcionan técnicas y conocimientos adquiridos durante la ocupación.

Elbit Systems es el mayor fabricante de armas de Israel ha desarrollado tecnología de vigilancia y de aviones no tripulados que se prueba primero en palestinos antes de exportarla a otros lugares. En Estados Unidos, Elbit Systems ha creado torres de vigilancia a lo largo de la frontera con México y de las reservas de nativos americanos. En Europa, los drones Elbit Hermes 900 vigilan el mar Mediterráneo para hacer cumplir las políticas contra la migración.

Libertad de expresión

Palestina deviene una cuestión de libertad de expresión cuando vemos cómo se silencia el discurso propalestino en Occidente. El Norte Global ha experimentado una creciente supresión del discurso propalestino, en internet pero también fuera de él. Meta, una de las mayores empresas de redes sociales del mundo, ha sido sorprendida censurando el discurso propalestino en sus plataformas y reclutando a antiguos miembros de las fuerzas de ocupación israelíes como parte de sus equipos de moderación de contenidos. Está bien documentado, asimismo, que Israel ataca intencionadamente a periodistas críticos con el régimen israelí. En la situación actual, el genocidio de Gaza es uno de los conflictos más mortíferos de la historia moderna para los periodistas.

Nuestra libertad de expresión también es atacada en formas menos perceptibles. Además de la tecnología militar, Israel ha desarrollado muchas herramientas de vigilancia digital para espiar a periodistas, activistas o cualquier otra persona. El infame NSO Group, una empresa israelí de software, vendió su programa, Pegasus, a gobiernos autoritarios de todo el mundo para ayudarles a rastrear a los disidentes y suprimir la libertad de expresión. Los ciudadanos se han dado cuenta de la existencia de Pegasus, y muchos países lo han prohibido. No obstante, la práctica continúa con el mismo software, sólo que con otros nombres (como Cobwebs o Cellebrite).

Crisis climática y ecocidio

Palestina se torna una cuestión ambiental cuando nos percatamos de que las emisiones de carbono de las campañas de bombardeos de Israel aceleran la crisis climática. Las emisiones de los primeros 120 días del genocidio superaron las emisiones anuales de 26 países juntos. Cada bomba que se lanza contribuye masivamente a nuestra ya de por sí acelerada crisis climática. Por supuesto, las bombas no se limitan sólo a Palestina. En su impunidad, Israel sigue llevando a cabo activamente campañas de bombardeos contra Siria, Líbano y Yemen que también contribuyen a la crisis que nos afecta a todos.

Aunado a esto, una parte fundamental de la ocupación israelí es el borrado de la historia palestina mediante la destrucción de tierras de cultivo históricas, arrancando olivos centenarios y plantando en su lugar pinos invasores. Esta práctica replica muchos proyectos coloniales en los que se destruye la flora y la fauna autóctonas para borrar a un pueblo y su conexión física con la tierra.

Derechos Humanos Internacionales

Palestina se vuelve una cuestión de derechos humanos a escala internacional cuando nos percatamos de que Israel exporta las técnicas y la tecnología, utilizadas primero sobre el pueblo palestino, a gobiernos autoritarios de todo el mundo (ya hemos hablado de cómo la tecnología desarrollada en Israel y probada en palestinos se vende a compradores de todo el mundo). Vale la pena señalar lo malvados que son realmente algunos de estos compradores. La tecnología militar israelí puede rastrearse en algunas de las peores atrocidades de la historia moderna. Cuando se trata de apoyar regímenes autoritarios o de facilitar genocidios, Israel no tiene ningún problema en suministrarlos. Rodrigo Duterte, el presidente filipino tristemente célebre por su violenta guerra contra las drogas, que incluyó ejecuciones extrajudiciales y escuadrones de la muerte, ha dicho que prefería comprar armas a Israel porque no tenían restricciones, a diferencia de otros países occidentales.

Las armas israelíes han apoyado genocidios en Guatemala, Serbia, Ruanda, Armenia, Sudán, Congo, etcétera. Regímenes militares de toda América Latina utilizaron armas o vehículos israelíes en sus Guerras Sucias anticomunistas. Israel también mantuvo estrechas relaciones con la Sudáfrica del apartheid, llegando incluso, en determinado momento, a ofrecerle la venta de armas nucleares. Incluso hoy en día, los drones y la tecnología de vigilancia israelíes también facilitan la ocupación de Cachemira por parte de India. La realidad es que cuando se trata de apoyar violaciones de los derechos humanos en todo el mundo, a menudo hay un denominador común: Israel.

Armas nucleares

Palestina se convierte en una cuestión de peligro nuclear cuando caemos en cuenta de que Israel es el único país con armas nucleares en Medio Oriente y ha mostrado una clara voluntad de utilizarlas. Hace tiempo que se sospecha que Israel posee un arsenal de entre 90 y más de 400 armas nucleares y que lleva mucho tiempo desarrollándolas, pero Israel se niega a confirmarlo o desmentirlo. Sin embargo, es revelador que Israel tenga una doctrina militar llamada la Opción Sansón, que aboga por el uso de armas nucleares contra cualquier país que haya invadido o amenace la existencia de Israel (lo que incluye la propia ocupación). Si pensamos en los posibles desencadenantes de una guerra nuclear, Israel es sin duda uno de ellos.

Seguridad Social (en los Estados Unidos)

Palestina se relaciona con los recortes en la seguridad social en los Estados Unidos (como la vivienda, las artes, la salud, la mejora de las infraestructuras, etc.) cuando nos damos cuenta de que esos recortes son necesarios para apoyar un complejo militar-industrial en constante expansión. Contratistas militares como Boeing, Lockheed Martin, Palantir, Anduril y muchos otros se benefician directamente de los conflictos en curso, como la ocupación de Palestina, proporcionando tanto las armas para la lucha como las soluciones para el «día después». Ellos, y los políticos a los que presionan, se ven incentivados a prolongar los conflictos en todo el mundo para llenarse los bolsillos. El problema es que estas compras se financian con el dinero de los contribuyentes, y el gasto militar desmesurado resta fondos a otras iniciativas. Según un informe del Institute of Policy Studies, en 2022 los estadounidenses pagaron una media de 108 dólares en impuestos a los contratistas del Pentágono, y sólo 270 dólares para la educación.

Derechos de la comunidad LGBTQ+

La causa Palestina se vincula con la de los derechos de la comunidad LGBTQ+ cuando uno recuerda que aún existen palestinos queer dentro de Gaza y Cisjordania que también merecen nuestra solidaridad. Una táctica sionista habitual para dividir el apoyo a Palestina es recordar que la homofobia sigue existiendo en la sociedad palestina. Eso es cierto, pero también lo es en muchas sociedades de todo el mundo, incluida la occidental, y eso no las hace merecedoras de la ocupación y el genocidio. Históricamente, la expansión de los derechos civiles sigue a un cierto nivel de seguridad económica. Por ejemplo, en Estados Unidos, la cuestión del matrimonio homosexual no se convirtió en un tema dominante hasta finales de la década de 1960, después de que más ciudadanos estadounidenses pudieran obtener seguridad económica tras la Segunda Guerra Mundial. Esto tiene sentido porque es difícil abogar por más derechos civiles cuando llueven bombas del cielo o no hay comida sobre la mesa. Esta breve entrevista con el Dr. Sa’ed Atshan, palestino queer, profundiza en este tema: https://www.them.us/story/lgbtq-solidarity-palestine-saed-atshan?ref=theconsciouscitizens.org

Feminismo

Palestina se convierte en una cuestión feminista cuando nos percatamos de que las mujeres palestinas son sometidas regularmente a abusos sexuales a manos de las IOF. Según un condenatorio informe de la ONU, «formas específicas de violencia sexual y de género −como el desnudamiento público forzado, el acoso sexual, incluidas las amenazas de violación, así como las agresiones sexuales− forman parte de los procedimientos operativos estándar de las Fuerzas de Seguridad Israelíes hacia los palestinos.»

Las mujeres palestinas también mueren regularmente por complicaciones relacionadas con el embarazo y el parto debido a que las autoridades israelíes les niegan el acceso a una atención adecuada, «actos que equivalen al crimen de lesa humanidad de exterminio.»

Discapacidad y Salud mental

Palestina se vuelve una cuestión de discapacidad y salud mental cuando nos damos cuenta de que los palestinos navegan por uno de los sistemas médicos más represivos del mundo. Israel controla por completo el sistema sanitario palestino, lo cual representa otra forma en que la ocupación controla los cuerpos palestinos. Los hospitales de Gaza y Cisjordania carecen intencionadamente de suministros y equipos avanzados. Cualquier paciente palestino que busque atención avanzada debe sortear un represivo proceso: solicitar permiso para cruzar las fronteras y viajar a otros hospitales. Sin embargo, la gran mayoría de estas solicitudes son denegadas, por lo que muchos palestinos nunca reciben la atención que necesitan.

Esto es especialmente evidente en la crisis de amputados dentro de Gaza. Actualmente, Gaza tiene la mayor población de niños amputados del mundo y un promedio de 10 niños pierden un miembro cada día. Incluso las extremidades que podrían salvarse a menudo se ven obligadas a amputarse por falta de suministros. Todos ellos son futuros pacientes sometidos a un sistema sanitario represivo. En 2020, al menos el 53% de los niños de Gaza padecían síndrome de estrés postraumático sin tratar, una cifra que no ha hecho más que aumentar drásticamente desde el genocidio. En general, los niños de Gaza tienen una predisposición mucho mayor a la ansiedad, la depresión, el síndrome de estrés postraumático y otros efectos sobre la salud mental derivados de los constantes bombardeos y la pérdida de vidas.

Educación

Palestina se convierte en una cuestión acerca de la educación cuando nos damos cuenta de que los programas escolares de todo el mundo se están modificando para adaptarlos a la narrativa israelí. Una faceta clave de la narrativa sionista es que la oposición a Israel (es decir, el antisionismo) equivale al antisemitismo y esto se está consagrando en la legislación de los Estados Unidos. Este país ha aprobado una ley que redefine el antisemitismo como la crítica a Israel, un cambio que afecta a toda la educación financiada con fondos públicos del país.

Además, la pérdida de conocimientos potenciales es masiva. Las campañas de bombardeo de Israel han destruido algunos de los hitos más antiguos de la Tierra, que constituyen miles de años de historia humana. Antes del genocidio, los palestinos de Gaza tenían una esfera vibrante de educación superior y aún hoy los palestinos son una de las poblaciones mejor educadas del planeta. Ahora, todas las universidades de Gaza han sido destruidas.

Libertad religiosa

Palestina deviene una cuestión de libertad religiosa cuando nos percatamos de que Israel no trata por igual a todos los practicantes religiosos. A pesar de pretender ser una democracia laica, Israel, gobernado por la derecha religiosa ultraconservadora, clasifica a sus ciudadanos en grupos etnorreligiosos y muestra una clara preferencia por unos grupos frente a otros. Los matrimonios mixtos entre grupos etnorreligiosos no están permitidos y los practicantes cristianos y musulmanes son regularmente escupidos, maltratados o expulsados de los lugares sagrados.

Antisemitismo

Palestina se convierte en una cuestión de antisemitismo cuando nos damos cuenta de que la asociación del judaísmo con los crímenes de guerra de Israel es un peligro para el pueblo judío de todo el mundo. Al confundir el sionismo con el judaísmo, Israel utiliza la religión como justificación y tapadera de sus crímenes. Pero al hacerlo pone en peligro a todos los judíos, puesto que asocia a todo un grupo religioso con crímenes de guerra y genocidio, lo que hace más por avivar el antisemitismo en todo el mundo que cualquier discurso propalestino. El hecho es que tanto judíos como palestinos son pueblos semitas, pero se crea intencionadamente una falsa división entre ellos para crear oposición entre dos grupos que habían convivido pacíficamente durante miles de años antes de la creación de Israel en 1948.

¿Por qué es importante ver estas conexiones?

Este artículo no pretende decir que Palestina sea la cuestión más importante; todo el mundo merece la liberación y la libertad y no tiene sentido competir sobre quién sufre más. Sin embargo, Palestina es única porque representa la confluencia de muchas cosas que están mal en nuestra sociedad actual, sólo que tales vínculos se ocultan intencionadamente. Una táctica clave de la clase dominante es lo que se conoce como «divide y vencerás»: crear divisiones entre grupos para que no puedan unirse contra un enemigo común al que superamos ampliamente en número. La clase dominante coloca estas barreras entre nosotros, enfrentando a los movimientos sociales como si la libertad fuera un juego de suma cero. Esto nos mantiene luchando entre nosotros, aislados en burbujas, en lugar de unirnos como una única clase obrera global. Cuando vemos estas conexiones internacionales, nos damos cuenta de cómo las clases dominantes de todo el mundo trabajan juntas. Para sobrevivir, nosotros también tenemos que hacerlo.