Fotos de Yllich Escamilla @yllich_es
Escribió Albert O. Hirschman que el uso de la voz “es una acción política por excelencia”. Si bien el afamado economista pensaba en las formas de la protesta social, que se modulaban desde el murmullo hasta el estruendoso grito, bien podemos usar esa noción sonora para asediar la situación que se configura alrededor de MORENA y la elección de 2021.
De cara al proceso de designación de candidatos y candidatas para las próximas elecciones, lanzamos esta iniciativa que pretende recabar voces, francas y decididas, que se han alzado y prefiguran una transformación del conjunto de la representación política.
No se trata de la voz del tradicional “político profesional”, que enquistado en un aparato escala posiciones a partir del uso sigiloso de la voz. Se trata, por el contrario, de mujeres y hombres que han forjado su voz en el territorio, hablando con sus vecinos, dialogando en los mercados, agitando en las plazas públicas. Nueva generación que aprendió del presidente que el gobierno comienza por ese vínculo que permite la palabra con el pueblo. La voz, en su encarnación en el territorio y no sólo en el altavoz mediático, es importante para delinear los límites, las posibilidades, las estrategias, así como el complejo anudamiento entre pasado, presente y aspiración de futuro, campo que sigue siendo una batalla.
Hirschman acompañó el concepto de voz con el de salida y lealtad, en su memorable trabajo. Quizá como en pocas ocasiones, podemos observar en estado práctico esa concepción, como sucede ahora en Morena. Si el partido da expresión a múltiples voces podrá fortalecer la lealtad (es decir, la identificación positiva y proactiva). Si, por el contrario, acalla las voces o las ignora, ante los descontentos, puede alentar la salida (no son pocas las pre-candidaturas cuestionadas por diversos motivos). En dado caso, el estatuto de la voz es siempre el elemento clave para propiciar cualquiera de los escenarios. En el destino inmediato de Morena, quizá más que la propia elección, es el espacio donde se juega la posibilidad de un fortalecimiento de la Cuarta Transformación.
En este dossier mostramos una polifonía, que es parcial por el espacio, no por algún tipo de sectarismo o preferencia. Cuando imaginamos su existencia, nos interesó observar la concepción de la política transformada que tenían quienes aspiran, desde sus espacios, a contribuir a la 4T. Es, quizá, ese el punto central del dossier: que la palabra sirva para reinventar la imaginación política. En Intervención y Coyuntura asumimos que la política nunca puede ser un monólogo, siempre es un diálogo polifónico.