Cambiar la representación, cambiar el régimen. Sobre las plurinominales

CE, Intervención y Coyuntura

Después de la elección intermedia, el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que presentaría una reforma para eliminar a los 200 diputados plurinominales. Como suele suceder con los anuncios de este calado, múltiples voces instaladas en la inmediatez rápidamente lanzaron opiniones diversas. En Intervención y Coyuntura consideramos que se trata de una discusión fundamental y que, contrario a lo que piensan los adversarios reaccionarios (que reaccionan a la propuesta), hay campo para discutir un nuevo modelo de representación política y eso es positivo. Frente a los simpatizantes de la 4T que consideran negativamente la propuesta, apelamos a que es el momento para aprender de otras experiencias e imaginar formas diversas de la representación, que será siempre inconclusa, perfectible y nunca un tema cerrado.

El voto fragmentado. El pasado 6 de junio, en palabras de Gustavo Gordillo en su participación en La Jornada,[1]quedó claro algo: el país es un crisol, el votante es diverso y la fragmentación explica que, en la disputa de narrativas, todos los actores ganaran algo (algunos más que otros, claro). El país no es esa imagen ridícula de mayorías simples y votantes “pavlovianos”, como despectivamente se ha señalado por parte de la intelectualidad reaccionaria. El votante hace distinciones de los niveles y da su voto por diversas razones, y la elección pasada es un claro ejemplo. La idea de que sin la plurinominales habrá solamente homogeneidad, es, cuando menos, falsa.

Algunos elementos apuntamos aquí:

  1. El peso histórico. Ahora bien, la historia pesa. Las diputaciones plurinominales eran un ventilador para dar aire a un sistema autoritario. Y cumplieron bien su función en algún momento. Sin embargo, aferrarse a que esta es la única manera de exponer la diversidad de posturas que habitan en la sociedad resulta, francamente, improcedente. Que organizaciones de la izquierda –el PCM, el PRT, el PSUM, el PMT– hayan contribuido o se hayan beneficiado de ellas, no hace identidad con que hoy debamos de defenderlas a raja tabla.
  2. Una triste realidad. Pero, una vez pasados los grandes combates por la democracia electoral e instalado un sistema de partidos osificados, mercantilizados y hoy, además, interferido perversamente por el INE, las plurinominales son menos la expresión de la diversidad de la sociedad y más la lancha de salvación de los “políticos profesionales”. Las plurinominales son hoy menos una expresión de diversidad y más una continuidad de lógicas perversas del sistema de partidos, atrapado por una organización de dudosa cualidad pro-democrática (el INE que impone dirigencias o veta candidatos). Es muy claro que este punto es el que ataca el presidente.
  3. Una cuestión abierta. ¿Son las plurinominales la única posibilidad de representar la diversidad de la sociedad? Vendría bien revisar otras experiencias, en donde la representación puede ser sectorial, corporativa, de grupos, por género o que exprese la pluri nacionalidad. La idea de que solo a partir de la forma actual es posible una expresión de los múltiples grupos y aspiraciones de la sociedad es falsa.

En dado caso, el mensaje es claro. Esto no es un gobierno que llegó para sumarse a una lista. Se trata de un cambio de régimen. Y no puede haber cambio de régimen sino hay cambio en la representación, por más imperfecta que esta sea.

[1] La jornada, 12 de junio de 2021. https://www.jornada.com.mx/notas/2021/06/12/economia/noe-beltran-ciudadano-y-militante/