Bases de la riqueza en una economía de libre mercado en la actualidad

Enrique Vera Estrada

Se ha discutido mucho sobre las causas por las cuales los países industrializados pudieron aumentar su nivel de producción de riqueza bajo la forma de bienes y servicios. Hay coincidencias en que la formación de capital humano, con competencias cada vez mayores para realizar trabajos o tareas más complejas para producir bienes de mayor valor agregado es una de ellas. A ello, se añade la formación de capital físico o inversión fija bruta bajo la forma de grandes obras de infraestructura. Otro factor que explicaría ese crecimiento sería el espíritu empresarial y de constante innovación, con lo cual se posibilitaría la producción masiva a mejores y con una mayor calidad. En la teoría económica se establece que el desarrollo o bienestar económico se mide por la capacidad de producir más y mejores mercancías y servicios con el paso del tiempo.

Dicha teoría también establece que los países que han sido altamente proteccionistas no han tenido un despegue económico, con lo cual han permitido la existencia de muchas empresas ineficientes que, ante la fata de competencia, no han tenido ese ánimo de innovar y de producir a precios cada vez más bajos. Hayek en su momento estableció que, como consecuencia de un avance continuo en la innovación y la productividad, el nivel de precios en las economías llegaría a niveles muy reducidos, lo que permitiría que la oferta de dinero se mantuviera rígida, y el mismo dinero existente sería suficiente para comprar cada vez más productos y servicios, dado que serían cada vez más baratos. De esta forma, la inflación sería derrotada con base a la productividad y la competencia económica. Con el mismo salario nominal el trabajador tendría un creciente poder adquisitivo con el paso de los años.

Sin embargo, los hechos no respaldan esta hipótesis y se puede ver que hasta la fecha la inflación no ha cedido, ya que hay factores como los choques de oferta de las materias primas que han neutralizado esos avances de la productividad. Lo que se ahorra por costos laborales se neutraliza porque se gasta mucho más en las compras los insumos industriales. A ello hay que agregar la tendencia histórica de la concentración de la producción en los mercados, ya que ésta es llevada a cabo en casi todos los países por unas cuantas empresas. El consumidor está a merced de las empresas y no las empresas quienes están a merced y servicio del consumidor.

Ahora la riqueza no se da por la producción real de bienes y servicios. El trabajador y consumidor no amasan una mayor cantidad de dinero, por una mayor producción de riqueza en la forma de bienes y servicios, que se traduciría en salarios crecientes. No. En los países industrializados como los Estados Unidos las personas buscan tener un mayor patrimonio y, por tanto, un mejor nivel de vida especulando, sabiendo manejar el crédito y el dinero y deduciendo impuestos. En dicho país lo normal es recurrir a una deuda inteligente. Es decir, consumir, invertir e incluso especular con un dinero que no se tiene. Muchas empresas de gran envergadura, con frecuencia inician y se financian con un dinero que no poseen. Una gran cantidad de inversionistas exitosos empiezan su carrera con un capital muy reducido, el cual lo ponen a trabajar y al poco tiempo amasan grandes fortunas. Y, desde luego, millones de consumidores recurren a la figura del crédito para llevar un nivel de vida y de consumo que no era posible con los recursos o dinero que inicialmente poseían.

Es interesante ver que durante varias décadas el consumidor estadounidense haya podido mantener un nivel de vida excéntrico y sumamente lujoso con el dinero de los ahorros de millones de personas de los países emergentes, colocados en los fondos de pensiones. De igual forma los Estados Unidos han colocado gigantescas cantidades de deuda en los mercados internacionales para mantener un nivel actividad económica mínimo. Con esto se puede ver que diversas economías han subvencionado en cierta forma el consumo de más de 300 millones de estadounidenses.

En conclusión, la riqueza actual no se sustenta solamente en el trabajo productivo, sino en las oportunidades de hacer crecer el patrimonio que poseen.