Autoritarios y opacos, así han sido los primeros 100 días de gobierno en alcaldías de UNACDMX

Erick Vargas Noria

Las alertas de malos gobiernos se encendieron desde los primeros días cuando los alcaldes y alcaldesas del llamado “frente” junto con sus concejales comenzaron a tomar decisiones unilaterlaes al interior de los órganos colegiados. En el caso de la alcaldía La Magdalena Contreras, aliada de UNACDMX, fue aprobado un reglamento que es contrario a los principios de transparencia, rendición de cuentas y deliberación amplia y plural de los asuntos públicos. Dicho reglamento, lo denunciamos en su momento, no buscan el debate y la discusión como forma democrática para alcanzar acuerdos en beneficio de la población, sino que reflejan la imposición y el “mayoritero” en temas que son cruciales para las demarcaciones como lo son la aprobación anual del presupuesto o la revisón del programa de gobierno, entre muchos otros temas.

Por ello, la llegada de gobiernos emanados de expresiones políticas tan disímiles tanto en sus principios como en sus ideologías, que no en sus intereses, no puede dar como resultado, sino la incongruencia y la contradicción en muchas de sus acciones emprendidas. El tema no es menor, pues las administraciones locales son el espacio donde concurren y se materializan muchas de las necesidades del ciudadano como la atención del alumbrado público, reencarpetamiento de avenidas, mantenimiento de la red hidráulica, la construcción de obras, la ejecución de programas sociales, y en temas como salud, movilidad y seguridad la necesaria coordinación con dependencias de la Ciudad de México, por esta razón la acción/inacción de un mal gobierno la recienten mucho la población.  

En este sentido, si hiciéramos un balance de estos primeros 100 días, tendríamos que decirlo con claridad, los gobiernos identificados con “UNACDMX” prometieron mucho y al día de hoy no han cumplido en los temas más básicos ni han estado a la altura de las expectativas de la ciudadanía, dejando un tufo de opacidad en el manejo de los recursos. Ejemplo de ello es el destino del presupuesto participativo en donde son innumerables las quejas vecinales, mucha de ellas tienen que ver con atrasos en la ejecución de las obras, sobre costos en los insumos, cambios o modificaciones a los proyectos originales, hasta procedimientos poco claros y transparentes. Derivado de lo anteior, en noviembre del año pasado el Congreso de la Ciudad por conducto de su Comisión de Participación Ciudadana solicitó información detallada sobre el gasto y avance de los proyectos a los titulares de las alcaldías.

Ahora bien, en materia de seguridad, los capitalinos hemos visto con asombro los montajes que han realizado algunos alcaldes y alcaldesas quienes abordo de una patrulla se han hecho acompañar de caravanas de policías. Esto no solo resulta desproporcionado, sino que no ofrece ningún resultado concreto en la disminución de los delitos. La realidad que vive el ciudadano es muy distinta, pues la gran mayoría caminan las calles y avenidas sin este gran aparato que no ayuda a mejorar su tranquilidad, pero que a los alcaldes les sirve mucho para las fotos y los reflectores. Por ello debemos ser enfáticos, los avances en materia de seguridad son resultado de la estrategia que ha instrumentado el gobierno de la Ciudad de México en coordinación con el gobierno Federal. La visión integral que tiene la Jefa de Gobierno ha permitido que se reduzca en un 60% los delitos de alto impacto con respecto al año anterior y gracias a ello también ha mejorando la percepeción que se tiene sobre este complejo tema.

En La Magdaena Contreras, al igual que en otras alcaldías aliadas de UNACDMX, podemos señalar que estos primeros meses se han caracterizado por su falta de rendición de cuentas, el maltrato a las bases trabajadoras, los excesos y abusos de autoridad y la nula capacidad de escucha para atender las demandas de la comunidad. Por ello desde los concejos de las alcaldías, órganos colegiados encargados de la evaluación y supervisión de las acciones del gobierno, los concejales comprometidos con la cuarta transformación del país, debemos trabajar con más ahincó que nunca para que la voz de las y los vecinos sea escuchada y atendida, porque cuando se llega al gobierno, se debe gobernar para todos, sin distinción de colores o simpatías partidistas.

Estamos convencidos que el buen ejercicio público requiere que la gestión de los recursos responda verdaderamente a las necesidades de la población y no a los intereses de unos cuantos. Hoy la sociedad demanda la solución de problemas básicos que en esencia son calles bien iluminadas, pavimentadas y seguras, espacios públicos dignos, un servicio público honesto y de calidad, y una escucha permanente de la gente, estaremos atentos y vigilantes ello.