Estados Unidos no puede dejar de ser un imperio… pues sería su final. ¿O será su final de cualquier forma?  

Carlos Contreras

Estados Unidos se hizo un imperio arrebatando territorios, tanto a los nativos del oeste de los EE.UU. (que fue un genocidio) como a los mexicanos. Se volvió una enorme potencia agrícola gracias a la explotación de los esclavos africanos, para posteriormente volverse una enorme potencia industrial, explotando a los obreros de forma inmisericorde, y provocando enormes represiones, que culminaron en acontecimientos trágicos como el de los mártires de Chicago.

No se puede dejar de lado la doctrina Monroe, que básicamente dejo a Latinoamérica como espacio vital de los EE.UU. (hasta el día de hoy). Ningún país de Latinoamérica ha podido desarrollar todo su potencial, pues los norteamericanos no quieren un rival al otro lado del río Bravo. Los estadunidenses entendieron que la mayor parte de las guerras europeas se desataron porque una potencia temía que el vecino de al lado se volviera más fuerte; Inglaterra se salvó de diversas catástrofes gracias al Canal de la Mancha (hasta la fecha las operaciones anfibias suelen ser muy difíciles), y eso lo comprendieron los yankis perfectamente; por eso toda su historia se ha basado en impedir el surgimiento de otra potencia en América, y tiene dos océanos para impedir invasiones de otras potencias.

EE.UU. se benefició de las dos guerras mundiales. No tuvieron daños ni catástrofes, y con el Plan Marshall lograron someter a Europa y a Japón (militar, económica y financieramente), al grado de que hasta la fecha ambos son colonias de EE.UU. Por eso Von der Layen se acaba de someter ante Trump y el aliado de éste: Israel y Netanyahu.

Estados Unidos usó organizaciones como el Banco Mundial y el FMI para condicionar el desarrollo de los demás países (sobre todo del Sur Global), pero nada de eso hubiera sido posible sin el dólar, moneda a la que se terminaron subordinando el resto de los países del mundo, y que desde sus inicios fue usada como arma de guerra contra quienes quisieran comerciar con otra moneda (ver los ejemplos de Sadam y de Gadafi).

El mundo se volvió de ello tras el colapso de la URSS pues simplemente no había otra fuerza capaz de hacerle frente. Pero había algo con lo que Estados Unidos estaba lidiando desde hace tiempo: su sociedad post industrial y su descomposición social al interior. Ciudades como Detroit, Camden, Cleveland, Gary, etc. se volvieron ciudades apocalípticas y desoladas, sin olvidar que el consumo de drogas y la delincuencia aumentaron de formas dramáticas. El problema fue que no se enfocaron en resolver esos muy graves asuntos, e hizo lo que hacen los imperios desde siempre para tapar sus problemas internos: hacer guerras al exterior.

Destruyendo Afganistán, Irak, Libia y Siria EE.UU. logró imponer su voluntad al resto del mundo. Pero los problemas al interior fueron escalando sin darle una solución correcta. El plan yanki de repartir el caos para deshacerse del propio no funcionó, simplemente no puedes hacerle daño a los demás sin dañarte a ti mismo.

Las divisiones políticas e ideológicas al interior de los EE.UU. escalaron a un grado de guerra civil molecular, que simplemente pueden acabar por destruir a dicho país. En ese escenario apareció Donald Trump para intentar acabar con la descomposición social de los EE.UU., por las buenas, pero sobre todo por las malas. El hecho es que no lo consiguió en su primer mandato, y Joe Biden (¿o alguien más?) hizo hasta lo imposible por llevar el caos al exterior; el problema fue que una Rusia renacida lo impidió en Ucrania, y ahora a Trump no le queda de otra que capitular frente a los rusos.

Estados Unidos tiene una deuda colosal, sus problemas sociales se están acumulando, y nada puede hacer frente al ascenso del sur Global. Se hicieron poderosos arrebatando, masacrando y destruyendo todo a su paso; pero ese tiempo se acabó. Ahora otras fuerzas se están empoderando, como China, a la cual necesita destruir; aunque no puede porque su fuerza industrial no existe y por eso a Trump le urge reconstruirla. Además, China tiene excelentes relaciones con Rusia, por lo que, aunque quisiera no puede hacerles la guerra, lleva las de perder.

La única forma que tiene Estados Unidos de no perder frente a Rusia y a China es mediante la guerra híbrida (y/o guerra de cuarta generación), y es en Gaza con el genocidio contra los palestinos en donde más se manifiesta. Apoyando a Netanyahu, así como a sus extremistas, es como EE.UU. le declara la guerra a todo el mundo musulmán sin necesidad de una guerra abierta.  De ese modo trastoca a Asia, le genera problemas a Rusia y a China (no olvidemos además que China y Rusia tienen habitantes musulmanes), pero sobre todo impide que los BRICS se desarrollen rápido. La breve guerra de Israel con Irán puso en evidencia que la guerra es de EE.UU. contra los BRICS, pues los israelíes no dudaron en bombardear unas vías férreas que conectarían a Irán con China.[i] 

El genocidio en Gaza ha puesto de manifiesto que EE.UU. hará hasta lo imposible por evitar el fin de su dominio sobre el resto del mundo. Alexander Dugin ha sostenido en diversas ocasiones que las puertas del infierno (y del Apocalipsis) se están abriendo en Gaza[ii], y que para EE.UU. (sin importar si son demócratas o republicanos) eso es preferible a perder su lugar como la máxima potencia mundial. Lo de Gaza comenzó con Biden, Trump simplemente lo está continuando, pero es que no queremos entender que EE.UU.  siempre ha sido así[iii], y si así se volvieron una potencia, lo lógico es que continúen así, aunque nos aflija lo de Gaza.

Ahora, parece que por fin Trump entendió que Rusia no cederá nada con respecto a Ucrania, y que seguir chantajeando a los rusos (y a los BRICS) con Ucrania no funcionará; por eso es que prefiere una reunión con Putin en Alaska, para ponerse de acuerdo en materia de comercio y seguridad, así como para explotar todo el petróleo y gas del polo norte. Ni a Trump ni a Putin les importa Europa, son simples vasallos de EE.UU.; los europeos quieren que siga la guerra sin importarles que no podrían solos contra Rusia. Ellos, Canadá y Japón son unos nihilistas, les da lo mismo vivir o morir, por eso quisieran impedir el acuerdo entre Putin y Trump. ¿Podrán?

Alexander Dugin se había decepcionado bastante de Trump, a su juicio el Deep State logró secuestrarlo, y creía que la única esperanza era MAGA; ahora en cambio cree que se volvió un dictador-caudillo que debe mantener a raya al Deep state y a MAGA[iv]; considera que la reunión en Alaska es una gran oportunidad para llegar a un acuerdo favorable para Rusia. Pepe Escobar en cambio cree que MAGA murió, y que la reunión en Alaska es en realidad un intento desesperado por salvar las apariencias del Imperio del Caos (o sea EE.UU.).[v] Por su parte a Alfredo Jalife la agrada la idea de que se pongan de acuerdo sobre el reparto del mundo, sobre los acuerdos de paz, y que por fin surja el Mundo Tripolar: China, Rusia y EE.UU. [vi]

Los demás países tendrán que acomodarse a los tres mencionados, así como a las nuevas realidades: China como la máxima potencia económica mundial, Rusia fortalecida tras aplastar al régimen nazi de Kiev (patrocinado por EE.UU.), y a unos Estados Unidos, que de acuerdo a Thierry Meyssan tendrán que dejar de lado al imperialismo si es que no quieren implosionar desde adentro:

En el próximo periodo, Estados Unidos actuará prioritariamente en función de su ‎necesidad de ahorrar en todas sus acciones en el extranjero, llegando incluso a abandonarlas de ‎ser necesario. El fin del imperialismo no es una opción sino una cuestión existencial, un reflejo ‎motivado por el instinto de conservación, por la voluntad de sobrevivir.[vii]

Hasta este punto todo suena demasiado bien para ser cierto. El detalle radica en hacerse la pregunta: ¿A qué clase de imperialismo los EE.UU. dirán adiós? ¿Será sólo a la idea de un ser el imperio del caos? ¿O implicará también que por fin dejará de lado la doctrina Monroe en Latinoamérica? Son preguntas difíciles de responder, sobre todo cuando los acontecimientos están ocurriendo delante de nosotros.

Lo más probable es que EE.UU. deje de presionar a Rusia y a China en Europa, Asia, así como en África. En América las cosas son más complicadas. En Europa los gobiernos que insistan en querer pelear con Rusia simplemente caerán, pues en general los pueblos europeos no quieren la guerra (sus élites sí); en caso de que Europa vaya a la guerra con Rusia, eso beneficiaria a la industria armamentística de los EE.UU., pero no a Europa, la cual no tendría oportunidad con Rusia, y quedaría reducida a ser una colonia de Rusia y de los EE.UU., así como al tercer mundo, transformándose en una simple periferia. ¡El sueño de Dussel se habría cumplido!

En África, los rusos, mediante Wagner PMC, han expulsado a Francia de dicho continente, pero eso no implica que los EE. UU no tengan interés en los recursos que ahí existen, eso sin olvidarnos de las importantes rutas marítimas. El cuerno de África es de especial interés, sobre todo por los recursos naturales de las dos Sudán, sin olvidarnos del mar Rojo, en el que está Yibuti, país que tiene bases militares de EE.UU., Francia, China, Alemania, Inglaterra e Italia. Una guerra podría estallar ahí, pero lo interesante es que sería una guerra protagonizada por dichas potencias en un territorio ajeno a ellos. ¡Saldos trágicos del imperialismo!

Asia sin embargo podría ser más complicada; por un lado, el rápido crecimiento económico de China ha puesto en estado de alerta a India, pues una China excesivamente poderosa podría ser perjudicial para ellos, al grado de que una guerra entre ambos ya se escenificó de forma indirecta, cuando Pakistán con armas chinas logró frustrar los planes de La India. Por el otro lado tenemos el ya mencionado genocidio en Gaza, con el que EE.UU. puede perjudicar a Asia, África y Europa, y perjudicar de esa manera a los BRICS. Israel es de gran utilidad para conservar dicha esfera de influencia, y más cuando Israel influye de forma tan abrumadora adentro de los EE.UU.

Hablar de la Doctrina Monroe y el imperialismo estadunidense en América es doloroso, sobre todo porque hablamos desde nuestra situación, y nos afecta demasiado. Estados Unidos dejará de ser un imperio en gran escala, pero no dejará de serlo en una pequeña escala. Puede dejar a Asia, África y a Europa en manos de Rusia y de China, con todo y lo ya mencionado, pero es poco probable que haga lo mismo en América.

Milei en Argentina, Bolsonaro en Brasil, Bukele en El Salvador, etc, son lo que le espera al resto de Latinoamérica. Argentina tuvo la oportunidad de decirle adiós al globalismo neoliberal, pero Milei (simpatizante de Trump y de Netanyahu) decidió decirle que no, y ahora estamos presenciando en vivo y en directo la deconstrucción de Argentina como Estado/nación. No se trata sólo de que Argentina esté viviendo la privatización de diversos sectores, sino de que Argentina se está transformando en un simple territorio que alguna vez fue un país.

Trump le ha declarado la guerra económica al Brasil de Lula, quien a su vez le ha declarado la guerra encarcelando al ex presidente Jair Bolsonaro. A diferencia de Argentina, Brasil sí es un país independiente, con una gran fortaleza económica, y el destino de Brasil marcará el destino de Sudamérica. El problema es que un Brasil poderoso representa una afrenta a la doctrina Monroe, los EE.UU. lo saben, por eso no quieren a un Brasil unido a los BRICS.[viii] Brasil podría volverse un gran rival para los EE.UU. en América, su peso político y económico sería inmenso sobre el resto del continente; por eso para Trump lo conveniente sería el regreso de Bolsonaro al poder, para así tener a un Brasil lo más parecido a su doctrina. Sólo el tiempo dirá si Brasil se volverá un nuevo polo de poder en Latinoamérica o no.

El grave problema de la inseguridad a lo largo de Latinoamérica (incluyendo México) ha provocado que Bukele adquiera la imagen de gobernante fuerte que por medio de la mano dura ha logrado reprimir a los delincuentes, y restaurar la seguridad en El Salvador; de paso creó una enorme cárcel, en la cual aloja a los bad hombres que Trump no quiere en su país. La realidad es que Bukele transformó a El Salvador en un enorme campo de concentración, y eso es lo que le pasará a Latinoamérica si los aliados de Trump bukelizansus países. Ecuador se está transformando poco a poco en eso. (No olvidar además que Bukele simpatiza con Israel, ¡pese a ser de origen palestino!).

Mucha gente, víctima de la delincuencia, no dudarían en apoyar a candidatos similares a Bukele, pues quieren orden y seguridad; francamente no podríamos juzgarlos por querer seguridad, el problema es que no comprenden que Bukele encarceló a simples pandilleros, y pese a que los Maras ciertamente son un peligro para la sociedad, lo cierto es que su peligrosidad en nada se compara  a la de los cárteles de la droga en México, pues los de México suelen ser ex combatientes de tropas de élite, y por lo mismo los miembros de los cárteles suelen tener ese entrenamiento. Sería imposible aplicar ese plan en México, salvo que se quiera llegar a una guerra de gran intensidad, ¿eso es lo que quieren?

Desde que Trump se lanzó como candidato a presidente de EE.UU., en México su figura provocó un rechazo generalizado, y por lo general sólo lo apoyan los mexicanos de Texas y lugares similares. Trump representa el supremacismo blanco, y por lo mismo la esencia de lo que significa ser gringo. Por eso cuando ganó en 2016 fue un acontecimiento de lo más normal (al menos para quien escribe este artículo).

Al siguiente año fue cuando Alfredo Jalife escribió su libro Trump y el supremacismo blanco: La palestinización de los mexicanos.[ix] Básicamente el libro nos dice que el destino de los mexicanos podría ser el mismo que el de los palestinos que han sufrido la ocupación de su territorio, así como el genocidio por parte de Israel. Por si eso no fuera poco, también nos dice que EE.UU. podría invadir a México, y que usarán el narco como excusa, para así de ese modo detener el crecimiento demográfico de los mexicanos en los EE.UU. Sin olvidarnos claro de que se apoderarían de los recursos naturales de nuestro país.

La derecha mexicana es perfectamente consciente de que están quemados, y que sus posibilidades de sacar a Morena son mínimas (pese a los errores de Morena[x]). Por eso les urge una invasión de los EE.UU. a México, no solo porque México no les importa, sino porque es muy probable que sientan desprecio por éste: Vulgares apátridas a los que sólo les interesa el dinero.

Los escenarios pueden ser los siguientes tras uña invasión militar de los EE.UU. a México:

  1. México desaparece y se vuelve un territorio especial dentro de EE.UU., quizás algo similar a Puerto Rico. Con lo que comienza la efectiva palestinización de los mexicanos.
  2. México es dividido en partes, con lo que México sólo es el corazón: CDMX, Morelos, Puebla, EDOMEX, Guerrero, Hidalgo y Tlaxcala; las demás partes se vuelven otros países. Los mexicanos en EE.UU. se dividen, y se vuelve más fácil dominarlos.
  3. México se transforma en una nueva guerra de Vietnam, y EE.UU. se enfrenta a otra derrota calamitosa, lo que acelera su colapso interno. ¡Demasiado fantasioso para ser cierto!
  4. UU. no invade México, pero obliga de una forma u otra a un cambio de régimen, con lo que colocan a alguien más viable para sus intereses geopolíticos. Sobre todo, debemos recordar la manera tan rápida en la que colapsó Siria en diciembre de 2024. (Aunque la situación en México pese a todo no es catastrófica como en Siria).
  5. El gobierno mexicano logra negociar con Trump, y no ocurre ninguna de los escenarios mencionados, pero el riesgo de que ocurran se mantiene latente.

Considero que las declaraciones de Ismael Zambada (alias El Mayo) serán usadas para que EE.UU. nos aplique cualquiera de los cinco escenarios mencionados, y que poco importan los partidos y políticos que mencione, sean quienes sean, el plan es el mismo, de lo que se trata para los EE.UU. es de seguir siendo una potencia, y para eso requieren de un México completamente acorralado. Serviría para demostrarle al resto del mundo que en su esfera de influencia siguen mandando.

Todos los escenarios mencionados son viables, y en todos está a prueba la fortaleza, así como la cohesión de México como pueblo. También debemos tener en cuenta que, pese a las amenazas de Trump, EE.UU. sigue teniendo enormes problemas al interior, por lo que podríamos confiar que esos problemas le costarán a los EE.UU., y que eso podría salvarnos.

Además, está probado que en unos 20 años los mexicanos serán mayoría e los EE.UU., por lo que en cualquier caso la civilización mexicana sobrevivirá pese a todo. El mismo Alexander Dugin asegura que los imperios se dividen, pero se pueden volver a unir[xi], y eso es lo que podría suceder con México, incluso en el peor de los escenarios.

Ahora bien, regresando al tema de EE.UU. como imperio, debemos comprender que el imperialismo estadunidense comenzó en México, y que puede ser que como dice Meyssan, EE.UU. debe dejar de lado el imperialismo si es que quiere sobrevivir, pero eso no significa que EE.UU. vaya a dejar de lado su hegemonía sobre México. Probablemente pueda dejar de lado a Eurasia, África, e incluso puede permitir que Brasil se vuelva uña superpotencia; pero eso no aplica para México, y es por eso que las intromisiones de EE.UU. sobre México irán en aumento.

En este orden tripolar y postglobalización las cosas cambiaran para muchos países, pero no para México, pues nos guste o no, seguimos siendo sus vecinos, y ellos siguen siendo una potencia.  Por todo eso los mexicanos debemos seguir defendiendo nuestra cultura, nuestra herencia precolombina, mejorar nuestra educación, y seguir resistiendo, para que así el día que desaparezca EE.UU. podamos ser por fin y para siempre una nación independiente. Suena a sueño guajiro, pero nuestra supervivencia lo necesita. 

Bibliografía.

[i] Ferrocarril de China e Irán anula esfuerzos de EEUU para aislarlos (2025).

  https://www.hispantv.com/noticias/politica/615713/ferrocarril-china-iran-eeuu

[ii] Dugin,A. (2025) El actual liderazgo israelí está abriendo las puertas del infierno. https://www.geopolitika.ru/en/article/current-israeli-leadership-opening-gates-hell

[iii]  Lovett, P (2025). The United States of Genocide. https://www.geopolitika.ru/en/article/united-states-genocide

 

[iv] Dugin,A. (2025) MAGA, GOP, and Trump: The Last Battle for Sovereignty

https://www.geopolitika.ru/en/article/maga-gop-and-trump-last-battle-sovereignty

 

[v] Escobar, P. (2025) EL CARA A CARA ENTRE EL OSO Y EL ÁGUILA EN ALASKA. https://misionverdad.com/traducciones/el-cara-cara-entre-el-oso-y-el-aguila-en-alaska

[vi] Jalife.A. (2025) Cumbre histórica de Alaska: ¿se disuelve el maleficio de la “Operación Impensable” de Churchill?https://www.voltairenet.org/article222690.html

 

[vii] Meyssan,T . (2019) Seis proyectos de orden mundial ‎contradictorios entre sí. https://www.voltairenet.org/article208328.html

 

[viii] Korybko,A. (2025)  La campaña de Trump contra Brasil va más allá de Bolsonaro, el comercio bilateral y el BRICS.  https://www.geopolitika.ru/es/article/la-campana-de-trump-contra-brasil-va-mas-alla-de-bolsonaro-el-comercio-bilateral-y-el-brics

 

[ix] Jalife.A. (2016) Trump y el supremacismo blanco: La palestinización de los mexicanos. México. Orfila.

 

[x] Becerril, A. Saldierna, G. (2025) Ratifica la Permanente nombramiento de Genaro Lozano como embajador en Italia.https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/08/20/politica/ratifica-la-permanente-nombramiento-de-genaro-lozano-como-embajador-en-italia

 

[xi]Dugin, A. (2022) CIVILIZACIÓN-ESTADO.  https://katehon.com/en/article/civilization-stat