Reseña ¿Qué es Sargazo? Breve presentación de la antología literaria de jóvenes quintanarroenses, 2020

Viviana Genoveva Caamal Estrella

Escritora e investigadora independiente

En 2018, el sargazo amenazó el paraíso caribeño mexicano; esta alga siempre había estado presente, bañaba la costa del territorio de Quintana Roo, con su color café y un olor nauseabundo a sal putrefacta, sin embargo, en el año que se menciona al inicio, la cantidad que llegaba a las costas eran toneladas insostenibles que, de ser un refugio y alimento para la flora y fauna marina, paso a representar un peligro sanitario y una pequeña demostración del desequilibrio ecológico.

En dicho año, la editorial independiente chetumaleña, Gazapo, la cual empezó a modo de fanzines y con una postura de contracultura, participó en el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC) 2018 del Estado de Quintana Roo, con un proyecto editorial-literario denominado Sargazo: antología literaria de jóvenes escritores quintanarroenses, el cual resultó seleccionado para obtener el financiamiento de ejecutarlo e imprimir un tiraje de 500 libros.

Sargazo es un dispositivo cultural que refleja la realidad inmediata de las autoras y autores participantes, el cual se sitúa en el caribe mexicano y contiene diferentes matices que se enmarcan tanto en zonas urbanas y rurales.La intención principal del libro fue crear un espacio para publicar y visibilizar a las voces emergentes de la literatura quintanarroense, a jóvenes que han tenido la inquietud de hacer algo con sus escritos, con o sin trayectoria artística, debido a que se identificaba los escasos espacios de publicación ya sea de manera informal a través de revistas fanzineras o cartoneras, o de manera formal, a través de revistas que financia el estado de Quintana Roo; y que se observa la promoción de la publicación de un solo círculo de autores en dónde hay poca o casi nula participación de las voces emergentes. La convocatoria para la selección de textos, lanzada a principios del 2019, planteó la selección de trabajos literarios en poesía, cuento y ensayo literario escritos por jóvenes entre 12 a 35 años, con criterios basados en la creatividad y no en un sentido estricto de detalles técnicos que ocupan las grandes academias. Lo que interesaba era compartir la diversidad de voces líricas y narrativas, así como lo que se está produciendo y quiénes son los que están desarrollando estos trabajos creativos.

Es importante mencionar que hubo poca participación de mujeres que permitiera cumplir con una estrategia de cuota de género, a pesar de que en el proyecto se planteó la necesidad de publicar el 50% hombres y 50% mujeres; sin embargo, cuando se requiere ejecutar una acción de paridad de género, nos damos cuenta que todo esto sigue respondiendo a un espectro estructural: la escritura creativa y el “oficio” del pensar ha sido históricamente una actividad exclusiva de los hombres y, en nuestra generación apenas se hace más visible el gran recorrido de las mujeres para romper con los estereotipos de roles de género; este es un tema que han desarrollado varias escritoras y autoras, se refleja en esta antología (y me atrevo a decir que en muchas antologías de diferentes geografías), por lo que solamente se publicaron a tres mujeres.

Finalmente se seleccionaron a 17 jóvenes provenientes de zonas urbanas y rurales de todo el estado de Quintana Roo. Tres de los autores provienen de comunidades mayas.

De esta manera tenemos en poesía: Jesús Pacheco, David Pimentel, Jorge Ramírez, Alvar Estrada, Jesús Gómez, Héctor Ramírez, John Mcliberty, José Íñiguez, Cristian Poot, David Anuar y David Ortiz. En Cuento: Gonzalo Vega, Gonzalo Ramos, Laura Angulo, Melbin Cervantes, Saulo Aguilar, Jorge Correa, Daniela Armijo y su servidora. En ensayo literario: Olivier Lozano. Algunas personas ya tienen una trayectoria literaria y son reconocidos a nivel nacional y otras es la primera vez que publican sus textos.

La mayoría de estos escritos reflejan realidades inmediatas de su entorno, con escritos testimoniales o escritos que nos muestran sus perspectivas, visiones y sentimientos de lo que actualmente se está viviendo en el Estado, como el poema “Memorias de mi padre cuando llegó a Cancún” de Jhon Mcliberty:

II

En las regiones más agrestes de Cancún

mi padre invadió un terreno con machete

y ató su sombra junto a los pájaros.

Con las mismas piedras

que guardaba en su corazón,

mi padre

edificó un porvenir para su familia.

Mientras mi padre escarba

sus vivencias

poco a poco sus pupilas dejan de respirar

porque recuerda el filo

de la incertidumbre y de la nostalgia.

Dice:

a veces la soledad es un espejo donde el hombre

aprende a reconocerse sin conjeturas.

O en el caso de Cristian Poot, joven maya del municipio de Felipe Carrillo Puerto, en dónde el universo de palabras que usa en su poesía se refleja elementos de la naturaleza de la selva maya y la vida en comunidades:

Epifanía temprana

Tras el cansancio de recorrer la milpa,

inclinado en una sarteneja,

miro de reojo los árboles de fuego

y me pregunto si el sollozo de las nubes

acaso logra apaciguar

su fulgurante ardor.

¿Podré saciar mi sed

si me bebo toda el agua de la lluvia?,

me pregunto,

mientras miro sorprendido

el cielo que se rompe

a través del haltún.

Yo observo en él

reflejado mi semblante:

por primera vez me reconozco.

De la misma forma, en cuento encontramos narrativas locales que retratan muy bien las problemáticas que el día de hoy se atraviesan en el estado, particularmente con el tema de la violencia. Se refleja una sensibilidad y un impacto directo hacia lo que cada autor y autora vive en su cotidianidad.

Debido a lo anterior, se decidió titular al libro como Sargazo, por la diversidad entremezclada de voces e intereses personales de cada escritor y escritora, sin una definición única de lo que se está escribiendo y de cómo se está escribiendo. Sin una preocupación del llamado canon literario, pero sí una preocupación por relatar, contar sus inquietudes a través de la literatura como herramienta de reflexiones y como puente que conecta con las y los lectores para compartir lo que sucede en diferentes geografías.

Aunado, que como se expuso en el inicio, en el 2018, hubo una presencia excesiva del sargazo en las playas de Quintana Roo que amenazó la gran industria del turismo, provocando despidos masivos, sobre todo, a personas provenientes de comunidades mayas, debido a la baja recepción de personas extranjeras y nacionales que ya no iban a vacacionar porque no podían disfrutar en su plenitud el mar, por lo que el gobierno del Estado de Quintana Roo, empezó una serie de acciones por tratar de ocultar el sargazo y mantener las playas supuestamente limpias, así como una campaña para rescatar a los turistas y buscar soluciones nada sustentables para mitigar el problema.

Al día se recolectaban 250 toneladas de esta alga, con grandes volquetes y buques, para luego ser enterradas detrás de los hoteles o en lugares periféricos, contaminando el aire con olores putrefactos y que en su momento repercutió un problema de salud pública para los habitantes. En el año 2018 y 2019, todas las acciones políticas y de presupuesto público fueron destinados a esta problemática, lo cual, no fue sorpresivo, debido a que antes de esto la atención del gobierno siempre ha sido focalizado a la actividad turística y no a sus demás demandas de las diferentes problemáticas sociales que se presentan.

El nombre de sargazo es la metáfora, quizás contestataria, de dar a conocer los conocimientos sensibles generados a través de la literatura por jóvenes que no pertenecen a los círculos literarios supuestamente canónicos del Estado de Quintana Roo y tampoco a la academia. Es una postura política de decir que aunque se quiera tratar de ocultar las voces o las diversidad de manifestaciones a consecuencia de diversas problemáticas que nos atraviesan y un factor de poder político, como pasa con el sargazo, se siguen manifestando ambas, aunque no se desee o haya críticas de por medio.

Por otra parte, es importante destacar el papel que los fanzines y las revistas cartoneras han tenido en América Latina y Caribe. Sargazo, como sucede con muchos de los artefactos literarios producidos, son formas de apropiación cultural por parte de los sectores populares. Se convierte en un medio de comunicación alternativa, quizás de subcultura, en donde hubo una autoproducción del contenido, que no representa al canon literario, pero sí basada en la libre expresión. Como ha pasado con las antologías que se han hecho en Quintana Roo, fuera de lo producido por el Estado (que cabe mencionar las que personalmente he detectado romantizan el paraíso caribeño), han sido de carácter underground y no comercial, autogestionadas, en el caso de esta antología, por esta ocasión con un método de financiamiento a través de fondos para proyectos culturales o con métodos autogestivos, con una edición de bajo coste y una distribución muy limitada.

Esta antología deja nuevos conocimientos generados al respecto de la realidad del estado, así como, reflexiones en torno, no solo lo que pasa específicamente con Sargazo, sino con las editoriales independientes, las voces emergentes, la ausencia de tradiciones literarias, sobre quiénes están escribiendo y porqué escriben lo que escriben.

La antología es un trabajo colaborativo de todas las autoras y autores jóvenes de Quintana Roo, que los mueve como una nueva marea para expresar su sentipensares. Esperamos que esto genere puentes para dialogar y crear nuevas reflexiones de habitar otros caribes desde la literatura.