Reseña de ¿Qué es la corrupción? De Leslie Holmes

CE, Intervención y Coyuntura

No hay fenómeno social y cultural más problemático en las ciencias sociales contemporáneas, en su búsqueda por dar explicaciones del funcionamiento de las sociedades, que el de la corrupción. Contrario a lo que parece, la definición y demarcación de lo que es y lo que no es la corrupción, resulta por demás problemática. Ya no digamos el salto mortal que implica el medirla. Sin embargo, definiciones y mediciones parecen acompañar el vocablo corrupción de manera adhesiva.

Leslie Holmes publicó en 2015 Corruption: A very short Introduction que ha sido traducido en 2019 por Grano de Sal[i]. Se trata de un documento de gran valía, no sólo porque es el resultado de un arduo trabajo de recopilación de datos, sino sobre todo, de problematización de lo que significa la corrupción.

Holmes hace notar los distintos nudos problemáticos. Todas y todos los integrantes de una sociedad saben que existen determinadas prácticas de corrupción y sistematizan sus planteamientos. En la mayor parte de los casos, la corrupción es asociado a lo público. En los casos menores tiene que ver con los privados. Una parte considerable asocia el fenómeno al poder político, pero como lo demuestra Holmes, el mercado mismo está imbricado de ella.

Pero si los casos de corrupción más evidentes y famosos, es decir, aquellos en donde existe algún uso de poder en favor de una obtención de dinero, inundan las mentes de los ciudadanos, Holmes se cuida muy bien de alertar que no se trata de los únicos. Coloca el ejemplo de un formato de reproducción de élites: personas en puestos clave de decisión sobre nuevas contrataciones suelen favorecer a egresados de su mismo Collegue. No precisan conocerlo, ni pedirle retribución por el favor, mucho menos hacérselo saber. Simple y sencillamente, optan por los candidatos que reproducen su propio lugar social. ¿Es corrupción? Holmes sostiene que si, si entendemos ampliamente el concepto.

La corrupción ha invadido algunas sociedades de manera tan clara y evidente, pero las consecuencias de su eliminación tajante también podrían suponer problemas amplios. Holmes muestra cómo la transferencia de recursos internacionales a algunos países, genera dinámicas en donde líderes políticos locales se benefician, pero también lo hacen, de manera fragmentada, las sociedades. Aunque el dispendio es grande, las consecuencias del cierre del flujo terminarían por afectar a los ciudadanos de a pie.

La corrupción entonces, es un fenómeno más amplio y más complejo. Convoca fuerzas políticas, tanto públicas como en la esfera del mercado. Su delimitación y su medición no deja de estar plagada de problemas. Lo mismo sucede con su eliminación. Holmes muestra que es la convergencia de esfuerzos de la sociedad, el Estado y los privados, la única forma de avanzar hacia su eliminación. El estado, por si solo, no puede hacerlo, en gran medida porque la complejidad misma de su organización lo impide.

Quizá como pocas veces la corrupción se encuentra en el centro del debate político mexicano. Basta echar una ojeada a las bibliografías contemporáneas para mostrar la escasez relativa de trabajos a propósito de ella. Además del trabajo compilado por Claudio Lomnitz a principios del siglo XXI y el libro compilado por Christoph Rosenmüller y Stephan Ruderer, no hay material académico produciéndose en masa. A diferencia de la migración o la movilización social, la corrupción parece no generar ansias de su estudio. Y, sin embargo, estamos entrampados en esa discusión. Numerosos gobiernos de izquierda en la región sucumbieron a ella, quedando la “lucha contra la corrupción” en manos de las derechas, como en el caso de Brasil o en menor medida en Bolivia y Argentina. En México, la izquierda nacional-popular retomó el concepto y lo elevó a hacer parte de un entramado más amplio, pero en un tono claramente de voluntad política y no de consciencia plena de los recovecos.

Hoy, queda más claro, que es necesaria una crítica de la economía política de la corrupción. Es decir, de dotar elementos para ubicar su producción y reproducción en distintas escalas, tanto territoriales como simbólicas, privadas, públicas y societales ¿Por qué se ha convertido en necesaria la corrupción en la producción del orden social? ¿cómo se reproduce en distintos órdenes de la sociedad? Parafraseando a un clásico, podríamos decir en tono de sentencia: quien no quiera hablar de corrupción, que no hable de capitalismo. Sin embargo, ello ya no es suficiente, es preciso matizar, examinar y diseccionar las formas específicas y concretas.

[i] Holmes Leslie, ¿Qué es la corrupción?, México, Grano de Sal, 2019.