Regreso al pasado: “huelga” del gas, o las viejas mañas

CE. Intervención y Coyuntura

La Comisión reguladora de Energía (CRE) publicó el jueves 29 de julio la “Tabla de precios máximos aplicables de Gas LP a consumidores finales”, con vigencia del 1 al 7 de agosto de 2021.[1] Ello “en cumplimiento a la Directriz de emergencia para el bienestar del Consumidor de Gas Licuado de Petróleo, emitida por la Secretaría de Energía, con la finalidad de proteger los intereses de los usuarios finales, el cual tendrá la misma vigencia que la Directriz referida» (“Directriz de Emergencia para el bienestar del Consumidor de Gas Licuado de Petróleo”.[2] Como su nombre lo indica, la medida es emergente, es decir temporal.

Un día antes, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) “sugirió” que la Directriz publicada por la Sener el miércoles anterior sobre precios del gas, era contraria a la Ley de Hidrocarburos.[3] La Cofece “insinuó” que se impugnaría (supuestamente la Directriz y/o la tabla de precios máximos) al exhortar a respetar la normativa para “evitar impugnaciones que retrasen el objetivo de que los consumidores accedan a gas LP más barato y en mejores condiciones”. Quedaba por ver si los distribuidores de gas LP se atrevían a especular con el energético para crear escasez, o se limitaban a librar la acostumbrada “guerra de amparos”, acicateados por la Cofece y sus jueces a modo.

La respuesta llegó el lunes 2 de agosto por la noche, cuando supuestos “Grupos de Comisionistas Independientes” comenzaron a bloquear las plantas de distribución, según declaraciones de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas Licuado y Empresas Conexas A.C. (Amexgas), que agrupa a los principales distribuidores concesionados en el Valle de México. Para el martes 3, algunos medios anunciaron que el paro se extenderá a 5 estados más y otros aseguraron que el paro será nacional.

La maniobra de las gaseras es añeja, utilizar a los operadores de “pipas” y camiones distribuidores de cilindros (ilícitamente, afirma la Amexgas) para ejecutar un paro patronal disfrazado, e imponer sus intereses. Cuentan para ello con que manejan más de la mitad del gas que se distribuye en México, con lo cual el gobierno estaría impedido para cubrir la demanda en el corto plazo. Olvidan que Pemex ya importaba grandes volúmenes de Gas, pero desde la reforma energética de 2008, comenzó a retraerse su participación en el mercado.

Consideran además que, como la comercialización al usuario final está en sus manos a través de multitud de pequeñas empresas que venden el combustible al menudeo, a precios previamente arreglados, el gobierno no podrá distribuir el combustible y lo obligarán a negociar, como lo hicieron siempre con los gobiernos neoliberales. Lo mismo intentaron sin éxito al principio del sexenio en curso quienes robaban y distribuían gasolinas. De todas estas anomalías fue omisa la Cofece.

Los ideólogos del capital argumentan que este gobierno representa un “regreso al pasado”, pero en realidad son ellos quienes recurren a sus viejas mañas.

Se plantea pues un nuevo reto para el gobierno de la 4T, que seguramente llevará algún tiempo resolver y que implicará un nuevo desgaste para AMLO y su política para controlar los precios de los energéticos. La respuesta ya fue dada: Gas Bienestar, y aunque su implementación es todo un reto, el esfuerzo es necesario. El alza registrada en el Gas LP en las pasadas semanas ya ha causado un repunte inflacionario y el aumento de precios de otros productos servicios, mientras el cartel de gaseros insiste en que el alza no es responsabilidad suya, culpando a “los precios internacionales de referencia”. Veremos.

[1] DOF: 29/07/2021 http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5625307&fecha=29/07/2021

[2] http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5625053&fecha=28/07/2021)

[3] https://www.cofece.mx/la-cofece-exhorta-a-la-cre-a-respetar-el-proceso-establecido-en-la-normativa-vigente-para-fijar-regulacion-de-precios-del-gas-lp/