Recordando a Benita Parry

David Johnson[1]

En una serie de brillantes ensayos escritos en las décadas de 1980 y 1990, reeditados posteriormente con el título Postcolonial Studies. A Materialist Critique (2004), Benita Parry dinamizó los debates literario-teóricos sobre las culturas del (neo)colonialismo con su sofisticado análisis marxista. La obra de Parry, basada siempre en la lectura minuciosa de textos literarios y teóricos, combinaba el despliegue comprensivo de las ideas de Karl Marx, Rosa Luxemburg y Antonio Gramsci con las reivindicaciones insurgentes de escritores anticoloniales como Aimé Césaire, C. L. R. James y Frantz Fanon. Los dos primeros libros de Parry, Delusions and Discoveries: India in the British Imagination, 1880-1930 (1972) y Conrad and Imperialism: Ideological Boundaries and Visionary Frontiers (1984), le valieron grandes elogios de sus colegas en los estudios literarios, pero sus posteriores intervenciones teóricas llegaron a lectores mucho más amplios, y sus argumentos fueron citados ampliamente por historiadores, científicos sociales, teóricos políticos, geógrafos culturales y filósofos.

Nacida con el nombre de Benita Teper en Cape Town (Sudáfrica) en 1931, de madre lituana y padre polaco, que habían abandonado Europa en la década de 1920, Parry asistió al Good Hope Seminary, una escuela estatal sólo para mujeres. Cuando era adolescente, la adhesión al Movimiento Juvenil Sionista inició a Parry en el activismo de izquierdas, y el regalo de un libro de León Trotsky por parte de su profesora de inglés, Thelma Tyfield, insinuó la posibilidad de vincular la literatura y la política. Parry estudió en la Universidad de Cape Town de 1949 a 1952, pero su formación más importante tuvo lugar en el seno del Non-European Unity Movement, una organización de liberación radical situada a la izquierda del Congreso Nacional Africano y hostil al Partido Comunista de Sudáfrica. Tras licenciarse, Parry trabajó durante seis años como trabajadora social en el Distrito Seis de Cape Town, donde participó en una comunidad de resistencia que incluía a I. B. Tabata, Ben Kies, Dora Taylor y Goolam Gool. Informada por publicaciones radicales como The Torch y Discussion, desarrolló su comprensión de la política, la historia y la literatura en los grupos de lectura, conferencias y eventos culturales organizados por la New Era Fellowship. (La novela Five Years: An Experience of South Africa (1966), de Deirdre Levinson, amiga íntima de Parry, capta este mundo de forma vívida). El último año de Parry en Sudáfrica lo pasó en Johannesburgo trabajando para Vanguard Books, que dirigía la trotskista (y naturista) Fanny Klenerman.

Al llegar a Gran Bretaña en 1958, Parry se unió a la Socialist Labour League (SLL), descubriendo continuidades con las organizaciones políticas de izquierda sudafricanas, y participando en protestas como las campañas por el desarme nuclear, donde conoció a su compañero de vida, el matemático Bill Parry. Parry abandonó la SLL en 1961, desilusionada por lo que más tarde describió como su “recelo hacia las organizaciones jerárquicas que devoran las almas”, pero continuó durante el resto de su vida apoyando, tanto materialmente como a través de sus escritos, una serie de causas radicales, especialmente la Marcha Popular por el Empleo de 1983, la Huelga de los Mineros de 1984-85, las organizaciones antifascistas y antirracistas, y la lucha del pueblo palestino.

En la década de 1960 y 1970, Parry continuó con su peculiar formación como crítica literaria, alejada de los rituales formales de la formación universitaria. En 1962 volvió a los estudios académicos, obteniendo una maestría en Historia por la Universidad de Birmingham, pero luego procedió de forma independiente a transformar su tesis en su primer libro, Delusions and Discoveries, que se completó mientras criaba a su hija pequeña, Rachel. Delusions and Discoveries ha sido aclamado como uno de los principales precursores de Orientalism (1978) de Edward Said y fue reeditado por Verso en 1998. Su segundo libro sobre Conrad también fue escrito sin acceso a las redes académicas habituales, pero llegó a más lectores, entre otras cosas gracias a una reseña favorable en el Times Literary Supplement de Said, que elogió su originalidad, describiéndolo como una “obra interesante y sugerente… construida en torno a un análisis denso e inteligente”. Esta exposición llevó a un grupo de estudiantes de doctorado a establecer contacto con Parry, introduciéndola gradualmente en una comunidad más amplia de interlocutores simpatizantes.

En la década de 1980, cuando el nuevo campo académico de los estudios poscoloniales cobraba impulso, Parry publicó su ensayo más influyente, “Problems in Current Theories of Colonial Discourse”, en la Oxford Literary Review de 1987. Reconociendo que su historia personal y su disposición política la llevaron a “meterse en campos disciplinarios sin observar los protocolos”, Parry expuso escrupulosamente las evasiones y los silencios de las variedades dominantes de la teoría poscolonial. Mirando atrás más de treinta años después, Parry recordó que en el ensayo se esforzó tanto por criticar a los “académicos profesionales que daban consuelo a un sistema inicuo, y a los teóricos poscoloniales que hacían alarde de un radicalismo ostentoso y vacuo”, como por afirmar “los escritos de los teóricos que fueron artífices de las luchas antiimperialistas”: Amilcar Cabral, Samora Machel, Thomas Sankara, Patricio Lumumba, José Carlos Mariátegui, Che Guevara, y muchos más.

A principios de la década de 1990, Parry obtuvo su primera afiliación universitaria, impartiendo un curso de maestría en el Departamento de Estudios Literarios Ingleses y Comparativos de la Universidad de Warwick. Con el tiempo, esto la llevó a ocupar una cátedra honoraria con el título de “Profesora de Estudios Postcoloniales”, supervisando con éxito a varios estudiantes de doctorado y a realizar contribuciones clave al Warwick Research Collective, que culminaron en el libro Combined and Uneven Development: Towards a New Theory of World-Literature (2015).

El legado de Parry se recoge en la reciente colección de Sharae Deckard y Rashmi Varma, Marxism, Postcolonial Theory and the Future of Critique. Critical Engagements with Benita Parry (2019), que incluye una larga entrevista con Parry y su discurso de graduación en la Universidad de York en 2016. En la entrevista, el filo crítico de Parry es evidente, ya que desemascara a los historiadores revisionistas y a los periodistas por menospreciar “los impulsos y las energías revolucionarias”, y luego procede a destacar cómo influyentes teóricos críticos han tratado en los últimos tiempos de disminuir la centralidad del marxismo de Fanon, Gramsci y Luxemburg. Sin embargo, concluye con una nota utópica, ya que Parry cita la convicción de Ernst Bloch de que el marxismo ha impulsado nuestros sueños y los ha fortalecido con concreción. En su discurso de graduación, Parry retó a su audiencia a comprender “las inflicciones que sufren los desposeídos y [a protestar] contra ellas tanto como ciudadanos como en nuestro trabajo académico”. Tanto en su vida como en su trabajo académico, Benita Parry cumplió con creces estos retos.

Una de las figuras fundadoras de los estudios poscoloniales, Benita Parry, falleció tras una corta enfermedad el 19 de enero de 2020. Le sobreviven su hija Rachel, el compañero de Rachel, Dave, y sus nietas, Sasha y Jessie.

[1] Tomado de https://www.wasafiri.org/article/in-memoriam-benita-parry/