Magnicidio, fallido. Entrevista a Atilio Borón

Silvina Pachelo

Cristina Fernández de Kirchner hoy es la figura política más importante de la Argentina. Dos veces presidenta de la nación y hoy vicepresidenta, es  víctima de persecuciones, acusaciones y un atentado contra su vida en los últimos días. Esta escalada de violencia contra la vicepresidenta, comenzó hace unos días atrás cuando el fiscal federal Diego Luciani pidió que la  Cristina Fernández de Kirchner (Frente de Todos), sea condenada a 12 años de prisión y se la inhabilite de forma perpetua para ocupar cargos públicos, en la causa de corrupción conocida como “Vialidad. Lo que indica la solicitud del fiscal tuvo gran impacto político: es el primer juicio contra la ex presidenta (2007-2015) que llega a la instancia del juicio oral y público, y el primer pedido de pena contra ella. Todo el oficialismo, incluido el Presidente Alberto Fernández, denunció persecución. Los expertos en el tema llegaron a una conclusión: la causa es inconsistente. La vicepresidenta pidió hacer un alegato, se lo prohibieron, y lo hizo a través de las redes. Desde ese momento, la sociedad, las agrupaciones políticas, sociales, y todos los sectores políticos que apoyan a la CFK salieron a repudiar estos hechos en las calles. Lo que genero una convocatoria masiva en la puerta de su casa en el barrio de la Recoleta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Las calles se poblaron en pos de un esclarecimiento y un fin al hostigamiento que se le viene haciendo no solo a ella y a su familia. El sábado 27 de agosto la casa y las inmediaciones de vivienda de CFK amanecieron rodeadas de vallas y con un arsenal de la Policía de la Ciudad. A cargo del operativo estuvo el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en manos de Rodríguez Larreta, fiel opositor al oficialismo. Entre camiones hidráulicos, ambulancias, camiones cargados de policías contrarrestando el apoyo popular y masivo que el pueblo le venía dando en su casa. Lo que Rodríguez Larreta y toda la oposición buscaba eran alejarla del pueblo y lo que lograron fue lo opuesto. Las cosas cambiaron en esos últimos días. Aunque la participación popular seguía dándole apoyo, mermó la convocatoria y la policía se fue amoldando a las circunstancia. El jueves 1 de septiembre un hombre se acercó a la vicepresidenta, mientras saludaba, gesto que nunca dejó de hacer, le apuntó con un arma: apretó el gatillo, pero por alguna razón el disparo no salió y el ataque quedó en intento de asesinato. El Viernes 2 de septiembre las calles de todo el país explotaban de gente movilizada, agrupaciones sociales, sindicatos, todos a las calles a repudiar el intento de magnicidio y como bien dijo ella misma, el intento de feminicidio.

El peronismo, el hecho maldito del país burgués.

El peronismo es el hecho maldito del país burgués, lo definió John William Cooke, el hombre que fue Jefe del Movimiento Peronista ungido por Juan Domingo Perón, en una carta de éste desde Caracas, Venezuela, el 2 de noviembre de 1956. Precisamente John William Cooke, nos afirma:

«El único nacionalismo auténtico es el que busque liberarnos de la servidumbre real: ése es el nacionalismo de la clase obrera y demás sectores populares, y por eso la liberación de la Patria y la revolución social son una misma cosa, de la misma manera que semicolonia y oligarquía son también lo mismo».

El Peronismo encabezado por Juan Domingo Peron y Eva Duarte, le otorgó derechos que nunca olvidó y en muchos aspectos son la base que el régimen oligárquico no puede desterrar, ni de la vida cotidiana del pueblo, ni de su memoria. La Oligarquía Argentina se ha planteado una obsesión: disolver al Peronismo. Este odio al peronismo que costó un golpe de estado en 1955 y llevo a Juan Domingo  Perón a estar veinte años en el exilio y a la proscripción del peronismo en el pueblo argentino. Hoy reaparece con el mismo sentimiento de odio sobre el Kirchnerismo.  

Entrevista a Atilio Boron

Silvina Pachelo (SP) ¿Qué relación tiene el lawfare con el caso de cristina?

Atilio Borón (AB):El caso de Cristina es el más resonante para eliminar a una lideresa popular de extraordinaria gravitación. Aclaro de entrada que no es el único caso ni en la historia argentina en latinoamericana. Argentina tiene muchos casos de proscripción política aplicando maliciosamente la legislación. Nunca de una forma tan desvergonzada como la actualidad. El Lawfare aparece en los últimos doce  años. La primera experimentación del Lawfare se hizo en Honduras, en mediante un falso procedimiento judicial e institucional. Pusieron fin al gobierno de Manuel “Mel” Zelaya, en 2009, que se había convertido en un aliado de Hugo Chavez . Luego viene el caso (frustrado) de Rafael Correa en 2010 y en 2012 le aplican el mecanismo de Lawfare a Lugo. En ambos casos Zelaya y Lugo mediante  una articulación intervienen el poder judicial y legislativo que sancionaron algo que venía del poder judicial. Después el proceso a Lula Da Silva y Dilma Rousseff . En el caso de Lula Da Silva, el juez Moro, dijo que no tenía pruebas contra él, pero “estoy convencido de que este hombre robó”. Con lo cual pegas un salto hacia atrás del derecho, retrocediendo hasta la Edad Media donde bastaba que el inquisidor estuviese convencido del delito, o que las mujeres eran brujas, para quemarlas vivas. En Brasil actuaron los poderes mediáticos y fácticos porque el juez Moro se convierte en poco tiempo en Ministro de Justicia de Jair Bolsonaro. Lo de Lula fue un caso paradigmático porque el juez mismo dijo no tener pruebas, pero la condena quedó firme. Y ahora está el caso de Cristina Fernández de Kirchner, de acumulación de querellas y demandas. Todo esto habla de una colusión de intereses entre la clase dominante, la oligarquía mediática, (los diarios) Clarín y La Nación y una justicia federal absolutamente corrupta. A Cristina no le pueden probar nada. Y por ese motivo apelan a una figura que surgió en los años de la dictadura militar en argentina, la figura de la “asociación ilícita” ¿verdad? Lo que significa que se la acusa de ser una jefa de una banda que se organiza para delinquir. Es una locura, no tiene ni pies ni cabeza, desde el punto de vista jurídico. El fiscal Luciani hizo un alegato desproporcionado y violando el código de procedimiento penal de la argentina  que impide que los alegatos sean leídos por los fiscales. El juicio es de una nulidad absoluta, como lo son las sanciones que pidió para Cristina de doce  años de cárcel e inhabilitación perpetua y permanente para el ejercicio de cargos públicos. Lo que significa  la proscripción, como hicieron con otros funcionarios, es el caso de Amado Boudou, Ricardo Jaime Julio de Vido y el caso de Milagro Sala. Lo interesante de todos estos casos es que no hay en ningún caso un delito, o asunto comprobable, por eso se enrola en un caso de Lawfare. En el caso de Cristina no hay prueba. El principio fundamental del derecho moderno es la presunción de inocencia. Lo que significa que vos no tenes que demostrar tu inocencia sino que tu acusador tiene que demostrar tu culpabilidad. El Lawfare es una estrategia de injerencia de los EEUU lo que antes lo hacían por vía militar, lo hacen a través de golpes blandos, combinando el terrorismo mediático. Porque hay que dejar claro que primero tenes que tener unas operaciones de prensa a gran escala vehiculizada por los grandes medios de comunicación. Linchan mediáticamente a la persona durante años y luego vienen los jueces y le dan el golpe de gracias.

SP: ¿Crees que exista una relación entre la llegada del embajador de los EEUU, y sus declaraciones que el PRO organicé una formula antes del 2023?

AB: Para entender el Lawfare hay que tener en cuenta que Estados Unidos desde hace más de 20 años viene organizando cursos que ellos llaman “de buenas prácticas” en materia de administración de justicia, periodismo y legislación. Reclutan personal del poder judicial, parlamentarios, periodistas, y los llevan a EEUU y los someten a cursos de buenas prácticas de los cuales surgen jueces como Sergio Moro, Claudio Bonadío. Todos, o casi todos, los que llevan adelante estas prácticas y manejan la administración de la justicia federal en la Argentina tomaron esos cursos. El embajador que fue más activo en esto, fue el de Donald Trump, un tal Edward Prado, de origen mexicano, que cuando llegó en el año 2016 dijo que tenía como misión fundamental ayudar a fortalecer y modernizar el sistema judicial argentino. El embajador actual designado por Biden en una reunión actual, en la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina, habló claramente que estaba muy preocupado por la Argentina y creía que lo importante era la conformación de coaliciones políticas que abarquen al 70 por ciento  de las fuerzas políticas del país. Es sugestivo ya que CFK tiene el 30 por ciento de apoyo en todo el país. Un acto de abierta injerencia, pero como el gobierno del presidente Alberto Fernández es endeble y titubeante, no hubo ninguna persona de alto nivel en el gobierno nacional que saliera a enmendarle la plana a este señor Marc R.Stanley. Esto demuestra los alcances y todo el descaro con que se ejerce el intervencionismo yankee en argentina.

SP: ¿Que te pareció la movilización que se produce con Cristina. Y la disputa que hay hacia adentro de la oposición?

AB: La movilización del sábado a la casa de Cristina, fue el producto de la lenta acumulación de un malestar muy grande de la población. Sobre todo de las capas medias y bajas, pero también de los sectores populares. Lo que realmente hizo salir al pueblo es la idea de proscribir a Cristina. Que es sin dudas la mayor referente política de la Argentina. Es la única política que tiene medio millón de personas que respondan a su convocatoria. La protesta, la crisis económica, que se produce con una peculiaridad de crecimiento económico, que es importante pero es un crecimiento con reconcentración de ingresos y bajos salarios. O sea una anomalía en la historia económica, porque en general el crecimiento económico siempre se vio acompañado de una redistribución de la riqueza. Estamos sufriendo mucha inflación, una inflación insostenible, lo que genera mucho malestar con el gobierno. Entonces lo del juez Luciani y lo de Horacio Larreta al poner vallas y reprimir, hizo potenciar el enojo. Esto puede terminar dando origen a un proceso de re politización, en una sociedad que estaba anestesiada. La gente parecía dejarse ganar por la anti política, el descreimiento, donde este ha sido un gobierno que hizo todo para desmovilizar. También las fuerzas que apoyan al gobierno son cómplices, y hay que hilar fino, porque por ejemplo hasta el intento de magnicidio, estaba todo quieto. El PJ no movilizaba, La Campora no movilizaba, la CGT no movilizaba. Quizás ahora comience un nuevo ciclo. Pensa que a mediados de agosto íbamos hacia una inexorable derrota. La respuesta represiva de Horacio Larreta me hizo acordar de la respuesta del régimen militar en el 1945 cuando impidieron una marcha a la ciudad de Buenos Aires programada para el 18 de octubre de 1945. Esa marcha se anticipó un día, y levantaron los puentes para que la gente no pasara pero igual lo hizo. Sobre todo el sur, que está separada de Buenos Aires por el Riachuelo, la gente pasó igual. Las vallas despertaron en el inconsciente colectivo esta respuesta rebelde y transgresora. Se tiene que mantener ese tono de militancia.

SP: Sobre el magnicidio de cristina.

AB: El atentado e intento de magnicidio en contra de CFK que afortunadamente fracasó a último momento, porque aparentemente el asesino era torpe, o el arma tenía un problema. El hombre tenía cinco balas en el cargador. De todas maneras es de una enorme gravedad. Al principio se dijo que era un “lobo solitario”, un acontecimiento “aislado” que no había nadie atrás de todo esto… Lo que si hay que aclarar que este hecho está precipitado por un clima de opinión que se había instalado en Argentina desde hace un tiempo hasta acá. Un clima de agresividad, de violencia de odio, insultos desmedidos. Si podemos analizar los personajes más tétricos del periodismo argentino, insultos de una bajeza incalificable, y evidentemente todo eso genera un contexto cultural, valorativo y ético que torna viable y no solo viable, sino aconsejable dar cuenta de una persona que representa sintetiza toda la maldad junta y tiene que ser eliminada. Y que todo este clima de odio es un dato fundamental para abrir la posibilidad, de que alguien decida poner fin a todo esto. Eliminando quien aparece como chivo expiatorio o con la versión freudiana, de aquel que al ser eliminado, elimina todos los males de la tierra. Y esto es un poco lo que paso. Entonces hay responsables que se ocuparon de hacer este trabajo de inculcar odio, y esos responsables vienen de los medios y políticos que son la oposición de Cristina Fernández de K. Basta con revisar los artículos, las intervenciones, periodísticas, la televisión, ver la manera como se maltrata a la vicepresidente. El asesino tenía tatuado el sol negro en su brazo, que es un símbolo nazi, y el resto de la banda defiende esa ideología fascista. No se puede hablar de una conspiración universal, pero si de un plan. Y que ese plan pudo haber sido facilitado, por una figura del ámbito de la oposición, o estimulado para llevar adelante el magnicidio. En nuestro país la sola presencia de Cristina se ha convertido en algo intolerable. Este atentado pone al descubierto una trama siniestra que opera en la Argentina y nos alerta a reconocer y actuar en consecuencia. Adoptando una legislación que sancione de una manera clara los mensajes de odio, como en Alemania, vas a la cárcel u a un juicio. En defensa del Estado y de las instituciones democráticas. Acá no hay nada parecido o si lo tenemos esa legislación no se aplica.