Las tres batallas de López-Gattel

CE, Intervención y Coyuntura

El domingo pasado el subsecretario Hugo López-Gatell concedió una entrevista por el canal 22 al “Chamuco TV”. Se trata de una entrevista reveladora en varios sentidos. Desde Intervención y Coyuntura, consideramos que el más llamativo es la reestructuración del capitalismo global y su imbricación con dimensiones de la vida social en las que se condesan numerosos problemas, urgentes de resolver, pero también ya localizados en la mira de la Cuarta Transformación.

Gatell afrontó tres problemas. El primero, no por orden de aparición: esos objetos “anómalamente llamado alimentos”. Se trata de la denuncia sobre la industria alimenticia. El subsecretario hilvanó la transformación del capitalismo global y las transformaciones en el sistema alimenticio, que incluye la creación de mercados de “alimentos”, la introducción universal de refrescos y las campañas en contra de elementos públicos, como el agua. Es muy claro, dentro del argumento, que el incremento de las enfermedades como hipertensión o diabetes está relacionado con esta situación. La alimentación, dice el subsecretario, es un acto social: la fuerza del mercado de los productos chatarra y refrescos imponen una tendencia.

En esta primera batalla el subsecretario salió victorioso pues el año pasado se logró reformar la ley de etiquetado de alimentos con información transparente sobre los niveles de azúcar, sodio, exceso de calorías y grasas que contienen. Junto a estas medidas también se decretó la prohibición del uso de personajes desarrollados para atraer al público infantil, medida que los empresarios trataron de pasar como una decisión descabellada del gobierno de la cuarta transformación. Además de que en Oaxaca se modificó el artículo 20 Bis de la ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes prohibiendo la venta a menores de edad de alimentos chatarra. Estas medidas no sólo buscan la autorregulación de la industria alimenticia para que disminuyan las cantidades de los elementos dañinos en los alimentos, también buscan proteger los infantes de los abusos de las cadenas publicitarias que dirigen los afectos de este sector de la población con los personajes de los productos incentivando una relación de fidelidad y consumo de alguna marca en específico. Esta situación además de considerarse un abuso de los infantes, por manipular su vulnerabilidad, también asegura, en algunos casos, consumidores de por vida. Esta problemática de la industria alimenticia está lejos de culminar, pero sin duda ha sido un acierto de López Gatell apuntar los dardos contra esta situación.

La segunda. La industria farmacéutica. López Gatell demuestra en sus declaraciones la manera en que algunas empresas construyeron dentro del neoliberalismo una captura del Estado. La agencia de regulación no regulaba, sino que ordenaba contratos para hacerlos más jugosos para las empresas. El ataque desmedido al subsecretario es directamente proporcional a los cortes de líneas de corrupción que colocaban la salud en segundo orden y ponían el mercado en el primero. En este sentido una de las medidas más importantes ha sido la reforma a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) que afínales del año pasado, de ser un organismo descentrado, pasó a formar parte de la Secretaria de Salud, específicamente a la Subsecretaria de Prevención y Promoción de la Salud, con esta medida se busca no solo acabar con la corrupción en el ámbito de la gestión de la salud, sino también ampliar el mercado de adquisición de medicinas.

La tercera. Su posición como subsecretario lo ha colocado en el centro de los ataques mediáticos. Es este el punto primero con el que arranca el programa: la infodemia. Pero más allá de las formas psico-sociales, de los elementos de construcción de narrativas y otros elementos, lo que destaca el subsecretario es aún más peligroso: la imbricación entre medios de comunicación, intereses políticos y la pérdida de jugosos negocios por parte de políticos, empresarios y otras figuras. Usados como instrumentos, pero con clara vocación militante, los periodistas golpean, propagan la infodemia y articulan narrativas catastrofistas, que están sostenidas por estrategias de alcance global para desestabilizar. El caso que causó más revuelo de la entrevista del pasado domingo, fue la declaración de que detrás de las manifestaciones por el supuesto desabasto de las medicinas para niños con cáncer está la derecha operando y manipulando un tema tan sensible. Primero, hay que recordar que este tema del desabasto de medicamento para el cáncer de niños en 2019 tiene como responsables a la empresa Pisa que, coludida con el director del Hospital Infantil, al detectarse varios asuntos de falta de calidad en sus productos farmacéuticos que llevaron al cierre de 7 de las 17 plantas de Pisa en el país, esta empresa respondió reteniendo 36,000 frascos de metotraxato, medicamento oncológico. Otros de los aliados de la farmacéutica fueron los medios de comunicación que acusaron al gobierno y a la Cofepris de llevar a cabo una política criminal contra la población de niños con cáncer sin mencionar los fallos y las muertes que estos tuvieron por la mala operación de Pisa.

Este asunto de los medicamentos para los niños con cáncer tiene otra cara también que es el involucramiento de los sectores de la derecha que desde el inicio como motivo de deslegitimación del Gobierno. El grupo FRENA ha tomado esta situación como consigna y ha tratad de llevar el asunto a la disputa legar acusando al Gobierno de ser responsable de las muertes que pudieron y puedan existir por este asunto. Esto también ha llevado a que en distintas ocasiones los ex presidentes Felipe Calderón y Vicente Fox enarbolen este asunto como una bandera contra AMLO.

Finalmente. El subsecretario desmenuza los elementos fundamentales del régimen neoliberal que han impactado en la dimensión que asumió la pandemia: la desregulación de la salud, la escasa protección ambiente y la nula protección al trabajo. Elementos que, articulados, complicaron la atención de la pandemia y colocaron límites. López Gatell demuestra que la técnica es una herramienta que, en manos de la irracionalidad neoliberal, sirvió como medio de justificación del despojo en deterioro de la salud de los mexicanos; pero el subsecretario también mostró que la técnica es capaz de iluminar un camino que contrarreste la depredación y reencause nuestro camino hacia una racionalidad emancipatoria.