La revocación de mandato que el presidente ya le ganó a la oposición

Luis Rodrigo Wesche Lira

Después de mucha discusión en las Cámaras y los medios de comunicación, al fin el 7 de septiembre con 290 votos a favor se aprobó en lo general y en lo particular la Ley Federal de Revocación de Mandato con miras a su realización en marzo del próximo año, a pesar de que la oposición expresó reiteradamente su desconfianza hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador por el uso político que podría darle a este ejercicio y a la redacción final de la pregunta: “¿Estás de acuerdo en que …, Presidente/a de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de confianza o que siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo?”

La reticencia de la oposición para aprobar la pregunta contrasta con el tono triunfalista asumido después de los resultados de las elecciones del 6 de junio. Aún cuando sólo podían presumir un parcial triunfo en las alcaldías de la Ciudad de México, la mayoría de los políticos de la oposición celebraron como si hubieran ganado el mundial de fútbol; parecía que no habían perdido once gubernaturas, algunos congresos locales, ni habían logrado un aumento insignificante del número de diputados en el Congreso.

Esta cambiante postura fue expresada claramente en una entrevista reciente de Gustavo de Hoyos, vocero de la plataforma electoral Va por México y ahora presidente de la agrupación Alternativas Mx, con los periodistas Álvaro Delgado y Alejandro Páez Varela[i]. El otrora presidente de la Coparmex mostró una actitud opuesta a la que él mismo tuvo en los meses pasados. Todavía un par de semanas después de las elecciones intermedias afirmaba con contundencia que el presidente debía irse en el 2022 y que él impulsaría, junto con otros, la organización para ganar la revocación de mandato. Sin embargo, ahora mostró escepticismo sobre la pertinencia del ejercicio, pues consideró que la redacción de la pregunta podría ser tramposa y servir políticamente a los intereses del presidente.

Considero que tanto la desconfianza de Gustavo de Hoyos como de los partidos de la oposición está justificada porque al momento de acceder a discutir la revocación de mandato y aplazar un año su realización (originalmente se llevaría a cabo en las pasadas elecciones), cayeron en un terreno pantanoso al cual el presidente puede sacarle mucha ventaja.

¿Por qué considero que AMLO ya le ganó la revocación de mandato a la oposición? A continuación, expongo algunas razones.

1

La revocación de mandato debe ser solicitada por los ciudadanos. El requisito para que pueda llevarse a cabo consiste en reunir el apoyo del 3% de la lista nominal de electores, el cual debe estar distribuido en al menos 17 estados de la República, los cuales a su vez deben representar el 3% de la lista nominal en cada uno de esos estados. En la actualidad el padrón electoral está conformado por 91,378,867 ciudadanos; esto significa que serían necesarias 2,741,369 firmas. Difícilmente la organización para la recolección de firmas provendrá de Morena y aliados; la iniciativa tendría que surgir entre las filas de la oposición, sin embargo, ésta enfrenta varios obstáculos.

Los partidos de la oposición, exceptuando al PRI, no están acostumbrados a movilizar grandes cantidades de personas. Específicamente los simpatizantes del PAN, el bloque más grande de quienes apoyan a la oposición, en su mayoría son algunas clases medias despolitizadas que sólo expresan su voluntad política una vez cada tres años en las elecciones. Sus decisiones políticas están conformadas más por consignas clasistas y racistas que por una reflexión detenida sobre su realidad inmediata (probablemente el ejemplo paradigmático de esto sean los votantes de la alcaldía Benito Juárez en la CDMX).

Convocarlas para firmar suena viable, pero no tanto el esperar de ellas una movilización que supondría incomodidades a las cuales no están acostumbrados, como bien nos lo recordaron las tiendas de campaña vacías de las protestas de FRENAA en el Zócalo.

En síntesis, la necesidad de recolectar más de dos millones y medio de firmas ya pone cuesta arriba a la oposición.

2

Según las últimas encuestas, el presidente AMLO mantiene en promedio niveles de popularidad por arriba del 60%. Ni la crisis económica y de salud, ni todo el andamiaje mediático ―preocupado por difundir narrativas y noticias falsas o en maximizar los errores y problemas que enfrenta el gobierno― ni lo difícil que ha sido hacer tangible todos los cambios que la 4T está impulsando ―pues aún en algunos rubros los resultados distan de ser los esperados o ampliamente difundidos por el partido―, han logrado minar el apoyo que sus bases históricas y simpatizantes recientes mantienen con el proyecto encabezado por AMLO. Si la oposición requiere no sólo lograr las firmas necesarias para la realización de la revocación de mandato, sino además ganar dicho ejercicio para quitar al presidente de su cargo, con estos niveles de popularidad parece bastante complicado. Las últimas elecciones la coalición opositora sólo logró obtener el triunfo en 35.7% de los distritos disputados, mientras que la gobernante se llevó el 66.1%. Desde entonces, no ha acontecido alguna hecatombe que pudiera sugerir un resultado muy distinto. Además, pienso que la etapa más difícil del sexenio ya pasó.

A diferencia de lo que sucedió en otras administraciones la segunda mitad del sexenio será más sencilla para AMLO. ¿Por qué? Los pasados gobiernos, quienes apostaban por la continuidad del mismo régimen neoliberal, se desinflaban en la medida que sus promesas de campaña se revelaban como falsas o inviables ―ya fuera porque el modelo impedía la resolución de ciertos conflictos (pues era su propiciador) o porque no existía interés alguno en cumplir lo prometido―.

En el caso de AMLO él le apostó a un giro de timón que tuvo en su primera mitad su etapa más difícil, ya que esto supuso romper con lógicas y tendencias del pasado. También con la diminución significativa del impacto ocasionado por la pandemia, un eclipse de más de año y medio que no sólo generó estragos sino tapó los avances en la mejora de las condiciones materiales de los más pobres del país, y con la conclusión de ―por lo menos― algunos de los grandes proyectos de infraestructura, específicamente la refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto de Santa Lucía, el gobierno tendrá elementos concretos para defender la seriedad y la realidad de sus promesas, a lo cual habría que sumar que ya habrán cuajado los efectos de los cambios impulsados en materia fiscal, laboral, social y de salud

Con estos vientos a favor, aunque no descarto más obstáculos o errores en el camino, la popularidad del presidente quedará por arriba del 60% y muy probablemente aumente. Así no hay manera de que la oposición lo derrote en la revocación de mandato.

3

A pesar de estos elementos desincentivadores para la oposición en su búsqueda de ganar la revocación de mandato, no hacer el mínimo esfuerzo para su organización también supone quedar mal parados. Le darían municiones suficientes al presidente para señalar la falta de apoyo que tienen entre la mayoría de la población y para poner el dedo en la llaga: la ausencia de una alternativa política al proyecto de la 4T. Al no haberse detenido en hacer una autocrítica tras las elecciones del 2018, la oposición no ha entendido por qué llegó AMLO al poder y que la gente lo que menos espera es un retorno al pasado.

El descontento de algunos sectores de la clase media se ha traducido en un apoyo momentáneo ―conveniente para una elección intermedia―, pero no en uno perenne que permita la formulación y consolidación de un proyecto político. El neoliberalismo mexicano fue rechazado rotundamente por la población mexicana con el triunfo de AMLO (a esta particular situación habría que considerar cómo en el mundo dicho modelo ha exhibido todos sus flancos débiles tras los daños que la pandemia ha generado en términos económicos, políticos y sanitarios). Hasta este momento el PRIANRD ha sido incapaz de formular un proyecto distinto al régimen oligárquico que generó el neoliberalismo en nuestro país.

La celebración excesiva tras conocer los resultados de las últimas elecciones revela que la oposición ni siquiera ha comprendido el movimiento de las coordenadas políticas en los últimos tres años (tuvieron que llegar personajes como Gustavo Madero, Javier Corral y pasar meses para siquiera darse cuenta medianamente qué habían ganado y qué habían perdido el 6 de junio pasado). Tan siguen sin hacer un examen crítico que recientemente los senadores del PAN «metieron la pata» con la invitación que le hicieron al dirigente ultraderechista del partido español Vox, Santiago Abascal).

En suma, no convocar a la revocación de mando haría más visible su ausencia de proyecto y, por tanto, de apoyo entre la población.

***

En cualquiera de los anteriores casos, prácticamente los únicos posibles, la oposición sufrirá un raspón que deja mejor posicionado al presidente y a la coalición gobernante con miras al 2024. Sin lugar a duda, los primeros dos escenarios se traducirán en una oposición desinflada que en los hechos no pudo lograr o el apoyo del 3% de la lista nominal para llevar a cabo la revocación de mandato, o en su derrota frente a un presidente ratificado con más del 60% de los votos. Los dos años y medio restantes no tendrían argumentos políticos para instalar la narrativa de que el grueso de la población mexicana se ha decepcionado del gobierno de la 4T. El último escenario, aunque de entrada signifique un fracaso, probablemente sea el más optimista para la oposición, pues significaría que se detuvieron a pensar un poco la situación y entendieron que no les convenía «meterse con Sansón a las patadas». Quizá este examen sea el inicio de un ejercicio autocrítico con miras a las próximas elecciones presidenciales o quizá no y la oposición, fiel a su desubicación política, vuelva a invitar a algún líder de ultraderecha no muy alejado de las directrices ideológicas de gran parte de sus integrantes.

[i] Sin Embargo Al aire, “Anaya es perseguido político; la FGR debe presentar pruebas: Gustavo de Hoyos”, 23/agosto/2021, <https://www.youtube.com/watch?v=Zbpikbuh9vM>.